El régimen talibán en Afganistán ha vuelto al ojo internacional, pues hace unos días prohibieron que la voz de las mujeres se escuche, es decir, no pueden hablar, cantar ni recitar en público. Ante esto nos surge el cuestionamiento, ¿qué lugar ocupa el deporte para ellos?
Un vistazo al pasado
Desde su regreso al poder en Afganistán en agosto de 2021, el régimen talibán ha implementado una serie de políticas estrictas que han afectado todos los aspectos de la vida cotidiana en el país. El deporte, una actividad que trasciende fronteras y unifica a las personas, no ha sido la excepción. Es así que veremos cómo el régimen talibán ha impactado el deporte en Afganistán, con un enfoque particular en las restricciones impuestas a las mujeres y la respuesta de la comunidad deportiva.
La postura talibán frente al deporte
Históricamente, los talibanes han mostrado una postura conservadora y restrictiva hacia el deporte, especialmente en lo que respecta a la participación femenina. Durante su primer mandato en los años 90, prohibieron casi todas las formas de deporte y recreación, considerándolas contrarias a su interpretación del Islam. Sin embargo, en su retorno al poder en 2021, los talibanes han intentado proyectar una imagen más moderada, aunque en la práctica, las restricciones han sido severas.
Uno de los grupos más afectados por las políticas talibanas ha sido el de las mujeres deportistas. Desde la toma de poder, las autoridades talibanas han impuesto prohibiciones estrictas sobre la participación de las mujeres en actividades deportivas. Las mujeres han sido excluidas de la mayoría de los equipos nacionales, y los entrenamientos se han suspendido. Muchas atletas han sido forzadas a abandonar el país o a ocultar su identidad para evitar represalias.
Repudio a las deportistas afganas
El portavoz del Comité Olímpico Nacional afgano, Atal Mashwani, ha declarado que, debido a la suspensión del deporte femenino en Afganistán, no asumen ninguna responsabilidad por tres deportistas seleccionadas que acudieron a París 2024 y que viven en el exilio desde la toma de poder talibán en 2021. Mashwani afirmó que estas deportistas “no nos pertenecen”, a pesar de que los talibanes sí han contribuido a la selección de tres deportistas masculinos, a quienes reconocen como representantes oficiales de Afganistán.
A pesar de estas restricciones, las mujeres afganas han mostrado una notable resiliencia. Algunas han continuado practicando deportes en secreto o han encontrado refugio en países vecinos, donde pueden seguir sus carreras deportivas. Estas mujeres no solo desafían las normas impuestas por el régimen, sino que también inspiran a una nueva generación de jóvenes que ven en el deporte un medio para resistir la opresión.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Afganistán, particularmente en lo que respecta a los derechos de las mujeres. Organizaciones deportivas globales, como el Comité Olímpico Internacional (COI) y la FIFA, han hecho llamados para garantizar que las mujeres afganas puedan continuar participando en deportes. Sin embargo, el régimen talibán ha mostrado poca disposición a ceder ante estas presiones.
Además, varios países y organizaciones no gubernamentales han ofrecido apoyo a las deportistas afganas en el exilio, brindándoles oportunidades para entrenar y competir en el extranjero. Este respaldo es vital para mantener viva la llama del deporte afgano y para mostrar al mundo que, a pesar de las adversidades, los valores del deporte – igualdad, respeto y perseverancia – pueden prevalecer.
El deporte en Afganistán, especialmente bajo el régimen talibán, se ha convertido en un símbolo de resistencia. Para muchos afganos, la práctica deportiva representa una forma de mantener la esperanza y la normalidad en medio del caos. Los equipos deportivos masculinos, aunque menos restringidos que los femeninos, también enfrentan desafíos, como la falta de infraestructura y recursos.
En este contexto, el deporte no solo es una actividad recreativa, sino también un acto de desafío contra un régimen que busca controlar todos los aspectos de la vida. Las imágenes de jóvenes jugando al fútbol en campos improvisados o de mujeres entrenando en secreto son testimonio de la resistencia afgana y de su determinación para no dejarse doblegar por la opresión.
El deporte bajo el régimen talibán en Afganistán refleja la lucha entre la represión y la libertad. Mientras los talibanes intentan imponer su visión estricta de la sociedad, los afganos – tanto hombres como mujeres – continúan utilizando el deporte como una forma de resistencia y autoafirmación. Aunque el futuro del deporte en Afganistán es incierto, una cosa es clara: la pasión y la perseverancia de sus deportistas seguirán siendo una fuente de inspiración para el mundo.
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