Lionel Messi ganó su octavo Balón de Oro. Este lunes, en París, recibió el trofeo y mando un mensaje, en medio de los cuestionamientos habituales entre seguidores y detractores. Unos creen que lo mereció más que nadie, y posiblemente tengan razón. Otros consideran que fue un regalo más, que se lo dieron por el mismo motivo que otras veces le impidieron ganar a otro. Y tal vez puede que tengan razón.
Lo cierto, el argentino ya tiene en sus vitrinas otro trofeo, con el cual aventaja definitivamente a Cristiano Ronaldo y a cualquier otro ganador en la historia del fútbol. Es más, posiblemente en los próximos 100 años siga siendo el jugador con más balones de oros, algo así como lo que sucederá con Rafael Nadal y sus 14 títulos de Roland Garros, por coincidencia también ganados en París.
El ahora jugador del Inter de Miami se convirtió en el primer futbolista que gana el referido premio desde un club de Estados Unidos, y el primero que lo consigue también formando parte de una escuadra del lado de allá del Atlántico, en una actuación que tuvo el respaldo, sobre todo, del título conseguido por Argentina en la Copa Mundial de Qatar 2022, en cuya final marcó un doblete ante Francia.
UN NUEVO REY
Con su octavo premio, Messi abdicó del trono. No lo dijo abiertamente, pero lo dejó caer, y mencionó, incluso, a quienes considera sus herederos naturales, entre los cuales, por supuesto, no están ya Cristiano Ronaldo y Neymar junior, quienes hicieron sus maletas y se fueron a la Liga de Arabia Saudita, un torneo devaluado, por más que el gobierno de aquel país esté empeñado e, darle importancia.
Messi mencionó a dos jugadores en la gala: al francés Kylian Mabpé y al noruego Erling Haaland. El primero, con 25 años, ha sido un eterno candidato desde que, en 2018, se coronó campeón de la Copa Mundial de Rusia con la selección gala, con protagonismo en la cancha, además. Sin embargo, no ha podido conseguirlo después por los malos años de su club, el Paris Saint-Germain.
Mbappé, que ha tenido opciones de irse al Real Madrid español, juega la última temporada de su presente contrato con el equipo parisino y si no tiene una actuación fenomenal, es muy probable que en la gala del Balón de Oro de 2024 tampoco vuelve a subir al escenario a recoger el más importante premio individual que entrega la industria del fútbol, y que para él se ha convertido en una obseción.
De cualquier manera, tiene muchas opciones. El PSG es un gran club, tiene una gran plantilla y los dueños, los que mandan en Qatar, no se limitan en gastos para darle a los entrenadores los jugadores que pidan. Y así es más fácil ganar, que es lo que hace importante a un crack para que sea tenido en cuenta por los encargados de votar. Sin embargo, con el club se le exigirá ganar la UEFA Champions League.
Más allá de eso, Mbappé tendrá también por delante la Eurocopa de Naciones, incluso más de una Copa Mundial, con una selección francesa que en los últimos tiempos siempre sale como favorito. Nadie duda de que el capitán de la escuadra gala vaya a ganar en algún momento un Balón de Oro, solo que nadie se atreve a vaticinar cuándo será y si será capaz de repetir el premio o no.
HAALAND, VINICIUS, BELLINGHAM
Erling Haaland, el fenomenal atacante noruego del Manchester City es otro de los grandes aspirantes. Es más joven que Mbappé, y juega en un gran club, pero tiene en contra que su selección no es asidua a las fases finales de la Eurocopa y la Copa Mundial. Y esa fue una de las razones por las cuales, en esta ocasión, Messi lo adelantó, aunque muchos digan que mereció el galardón más que nadie.
El atacante del City va a estar ahí, lo mismo que el brasileño Vinicius, que viene de dos años espectaculares con el Real Madrid, con liderazgo en el campo y siendo decisivo en los partidos más importantes, como aquella final de la UEFA Champions League de 2022 en el Parque de los Príncipes parisino ante el Liverpool del Jurgen Klopp, donde marcó el único gol y le dio el título a su equipo.
Vinicius depende del Real Madrid, de lo que pueda conseguir el club en España y en Champions, y también de lo que sea capaz de hacer Jude Bellingham, otro de los competidores, al que no mencionó Messi, pero que ha irrumpido en el fútbol de élite con un protagonismo inusitado al marcar 13 goles en la misma cantidad de partidos para el Real Madrid tras su llegada desde el Borussia Dortmund.
Bellingham rechazó el pasado verano jugosas propuestas para irse a la Liga Premier, sobre todo del Manchester City, pero no hubo puja alguna porque a cada uno de sus pretendientes le dejó claro que su sueño era jugar en la Casa Blanca y que no escucharía ofertas. Solo esa posición, y también los goles importantes que está marcando, lo han convertido en ídolo de la exigente afición del Real Madrid.
Estos no son los únicos jugadores con opciones, pero son los nombres de los que más se habla ahora mismo en cada corrillo donde el fútbol sea tema, lo mismo en los medios de prensa digitales, las tertulias de televisión o las redes sociales, de cualquier parte del mundo. Porque Europa y su fútbol siguen teniendo un peso tremendo en el escenario del más universal, y lo que suceda en las ligas del llamado Viejo Continente suele marcar diferencias.