El belga Eden Hazard fue uno de los grandes futbolistas de la década anterior, y no sería de locos pensar que estuvo en el top five de los mejores del mundo entre 2010 y 2020, pero en el fútbol lo que hiciste ayer casi nunca cuenta, y por muy bueno que seas, tienes que demostrar cada día que sigues estando en la élite, al más puro estilo Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, quienes estuvieron en la cresta de la ola por casi 20 años.
Hazard tuvo sus mejores años en el Chelsea, desde donde encandiló a medio mundo, pero a un hombre sobre todo, a uno de esos a los cuales la directiva del Real Madrid le hizo siempre caso, por su buen ojos para encontrar a los jugadores de clase mundial, Zinedine Zidane. Zizou lo recomendó y Florentino Pérez, aunque tuvo que esperar unos años, se gastó más de 100 millones de euros en su fichaje.
Por un momento pareció el movimiento perfecto. Al Madrid se le había ido Ronaldo y llegaba un hombre con capacidad para anotar, con liderazgo y con una clase enorme. Su contrato de cinco años, por una suma astronómica, tenía la intención de hacer olvidar al de Madeira, que se había marchado a la Juventus de Turín, y los jóvenes traídos desde Brasil aún estaban muy verdes.
CAÍDA EN PICADO
A su primera pretemporada en Valdebebas, Hazard llegó con varios kilos de más. Y cuando algún medio le preguntó, dijo que estaba de vacaciones y que en esos meses tocaba disfrutar. Incluso, en la gira previa al inicio de la campaña se le notaba la barriga, lo cual no preocupó mucho al entrenador o a la directiva, quienes confiaron en que recuperaría pronto su mejor forma. Pero no fue así.
Al heredero del número 7 de Cristiano le costó mucho arrancar. Si hacía un partido bueno, tenía dos malos. No encontraba el gol y su papel en la cancha era residual. Y para colmo, ni el propio Zidane, de regreso a la llamada Casa Blanca, encontraba las claves para sacarle provecho. El técnico lo respaldó, le dio toda su confianza, incluso lo priorizaba por delante del emergente Vinicius Junior, pero nada.
Para muchos, la culpa total del bajón de Hazard fue la lesión que le provocara su compañero Thomas Meunier en 2019, durante un partido de Champions ante el PSG, del cual no se recuperó nunca más. El atacante, al que hubo que ponerle una lámina metálica en el tobillo, perdió toda la confianza, y aunque batalló por ser el mismo, no pudo, jamás volvió a ser el jugador del Chelsea.
Zidane, incluso, le mantuvo la confianza, pero era evidente que no estaba para jugar cada día, a pesar de que se sometió a una operación para retirarse el metal de su pie. Y así se fue su principal valedor, y el Real Madrid le entregó el banquillo a Carlo Ancelotti, quien lo había entrenado en el Chelsea, y creía en su potencial, pero a las primeras de cambio el belga se vio desbordado por Vinicius, quien se apoderó de su puesto.
En esa temporada 2021-2022, el Real Madrid ganó Liga y Champions pero su aporte fue testimonial. Apenas contó con minutos, y cuando los tuvo no los explotó. A pesar de eso, cuando el equipo festejaba en la fuente de Las Cibeles uno de sus títulos, le habló a los fanáticos allí reunidos y les dijo que iba a hacer todo lo posible por ser el de antes. La afición se lo creyó, pero ya otros jugadores le habían pasado por el lado.
¿HORA DE IRSE?
Hace unos meses, el jugador belga dijo que esta temporada, la 2022-2023, podía ser la última para él en el Real Madrid. Y adelantó que si no tenía protagonismo, buscaría una salida, pero, al parecer, no será tan así, sobre todo porque sabe que le queda un año de contrato, que no estará en ningún otro lugar como en el Santiago Bernabeu, y tampoco que no ganará en ningún sitio tanta plata como ahora.
Así de sencillo, lo que dijo hace unos meses, lo ha vuelto a pensar, y en esta semana aclaró que su principal objetivo es triunfar en el Real Madrid y cumplir su contrato, que termina en junio de 2024. Así que el Madrid tendrá que contar con él un año más, pagar su ficha y tener un puesto más ocupado en la plantilla, lo cual impedirá que vengan otros delanteros, o al menos un sustituto de garantías.
También dijo que apenas habla con el entrenador, aunque admitió que mantienen una relación de respeto en el vestuario, algo que no puede ser de otra forma, porque Ancelotti es de esas personas que cuida la unidad del equipo y prefiere mantener a todos enchufados, aunque no cuente con algún jugador, como en el caso del atacante belga, cuya carrera está a punto de terminar, salvo alguna sorpresa.
Cuando Hazard volvió del Mundial entrenó muy bien y esperaba una oportunidad porque no estaban los brasileños. La oportunidad no llegó y bajó un poco la cabeza. Nunca le ha faltado al respeto a nadie
Este miércoles, tras terminar el partido ante el Liverpool, por la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, su compatriota y arquero del Real Madrid Thibaut Courtois, dijo que a Hazard le pasó la cuenta lo que sucedió tras la Copa Mundial de Qatar 2022. Según el arquero, Eden hizo una preparación especial para el regreso de la competición, teniendo en cuenta que no estarían a tope Rodrigo y Vinicius, pero tampoco tuvo cómo demostrarlo.
Según Courtois, eso lo terminó por desmotivar y aunque sigue en la plantillas, y va convocado a la mayoría de los partidos, Ancelotti ya no lo toma en cuenta, incluso en partidos residuales, en los cuales pudiera tener algún minuto. Su futuro pasa por seguir un año más en el Madrid y luego, ya con 33 años, buscarse un equipo en una liga exótica como la de Arabia Saudita o Estados Unidos, que quiera tenerlo en sus filas para ganar caché.