En unas horas arranca la Serie Mundial. Llega el plato fuerte del béisbol con los dos mejores equipos: los que mejor jugaron en la temporada regular, los que ganaron los pareos en las series Divisional y de Campeonato, y los que tienen en su nómina a los casi seguros ganadores del premio al Jugador Más Valioso (MVP) en un circuito y otro: Aaron Judge en los New York Yankees y Shohei Ohtani en Los Ángeles Dodgers.
Vamos, que si eres amante del buen béisbol y te hubieran preguntado, allá por marzo, cuáles creías que eran los favoritos para jugar por el Trofeo del Comisionado, puede que hubieras dado algún otro nombre, como los aún campeones Rangers de Texas, Los Phillies de Filadelfia, o los Diamondbacks de Arizona, pero siempre hubiera dicho que el mejor pareo posible sería entre Yankees y Dodgers.
Ambas franquicias estaban plagadas de estrellas desde antes de arrancar la temporada, y, por si fuera poco, cada una agregó, al menos, un refuerzo de lujo. Los Dodgers le pagaron 700 millones de dólares al japonés Ohtani para tenerlo una década, y los Yankees metieron a varios peloteros en un canje con los Padres para llevarse a Juan Soto, justo el último año antes de declararse agente libre.
El bullpen de los Dodgers compensará las deficiencias de la rotación, mientras que Ohtani liderará un ataque ofensivo que será demasiado para que los Yankees lo superen
EL IMPACTO DE OHTANI
Los 700 millones por el designado nipón escandalizaron al mundo del deporte, en medio de un sinfín de preguntas, entre ellas si valía la pena desembolsar tanta plata por un jugador que solo podría actuar como bateador designado esta temporada, y que después habría que ver cómo salía de su segunda operación Tommy John para analizar si podía volver a lanzar, o no.
Ohtani tendía muchos pretendientes, pero los Dodgers no tuvieron dudas, ni permitieron que las negociaciones se extendieran tanto. Le dijeron que 700 millones, la mayoría de los cuales comenzará a cobrar tras una década, se dieron la manos, se hicieron las fotos con la nueva camiseta y todo arreglado, porque el japones estuvo a gran altura durante toda la campaña.
Los Dodgers se presentan como un equipo con una rotación de lanzadores sólida y una ofensiva balanceada, atributos que les permitieron mantenerse como contendientes serios año tras año... Además, cuentan con una vasta experiencia en postemporada, lo que les da una ventaja psicológica en momentos de alta presión
Desde esta columna advertimos en fecha tan temprana como el 23 de marzo que el designado de los Dodgers iba a ir por los 40 cuadrangulares y las 40 bases robadas y que era muy posible que alcanzara un 50-50 que le garantizaría el premio MVP, que ya había ganado en la Liga Americana. Y consiguió ambas cosas, ante el asombro de la afición, la prensa especializada y sus propios compañeros de profesión.
Ohtani se convirtió, de pronto, en el rostro del béisbol. Esa es la importancia de jugar en un equipo grande, con millones de seguidores por todo el mundo, y no hacerlo en una franquicia modesta como la de los Angelinos. Sin embargo, su aporte va más allá de lo comercial, de las ventas de camisas, de todo el marketing que acompaña al béisbol. Su aporte en el campo ha sido fundamental.
Ya está en la Serie Mundial, y ahora tiene que seguir con su paso para intentar que su equipo la gane. De su bate dependen mucho, a pesar de que la alineación de los Dodgers, tenga o no a Freddy Freeman, es muy compacta, con Mookie Bets, Will Smith, Teoscar Hernández, Max Muncy y Andy Pagés, entre algunos otros. Si gana los Dodgers, será el año redondo para Ohtani: gran contrato, MVP y campeón.
JUAN SOTO CAMBIÓ A LOS YANKEES
Juan Soto no es el mejor pelotero de los Yankees, pero su presencia en la alineación durante toda la temporada le ha dado al equipo la solidez ofensiva que necesitó. Y de quedarse fuera de la postemporada hace un año, ahora está en la Serie Mundial, cuyo pase lo decretó el jardinero derecho dominicano con un jonrón de tres carreras en el décimo inning del último juego celebrado en el Progressive Field de Cleveland, ante los Guardians.
Los Yankees abieron las manos para traer a Soto a Nueva York. La intención del gerente general Bryan Cashman no era solo redondear la alineación para la presente campaña, sino enamorarlo y lograr una firma por muchos años con uno de los mejores bateadores de ambos circuitos, para que forme una dupla letal con Aaron Judge, quien ha tenido otro año fenomenal.
Judge ha sido durante su carrera un asesino para el pitcheo de los Dodgers y la afición espera que vuelva a ser el mismo, el que batea un cuadrangular cada poco más de cuatro turnos al bate ante el rival de turno, pero, sobre todo, los especialistas, los fanáticos y sus compañeros saben que el papel de Soto volverá a ser definitorio, porque el dominicano exprime cada turno como si fuera el último, muchas veces con éxito.
Pocos bateadores tienen tan definida la zona de strike como el jardinero derecho de los Yankees, cuya presencia delante de Judge en el line up reviste una importancia capital, además de que es un bateador efectivo sin importar si el pitcher rival sea zurdo o derecho. De su trabajo dependen mucho las opciones de triunfo del equipo de Aaron Judge, pero también de como estén El Juez y Giancarlo Stanton.
El otrora pitcher de Grandes Ligas Rene Arocha, el cubano que abrió la ruta al profesionalismo a los beisbolistas de la isla comunista, dijo en su página de Facebook que ganará el equipo que más en forma tenga el pitcheo. En el papel, los Yankees parecen más fuertes, pero eso dependerá del daño que puedan hacer los bateadores a los tiradores rivales. Será una gran serie y ganará el que mejor juegue. Ojalá que sean los Yankees.
