Novak Djokovic es, tal vez, el tenista más grande de todos los tiempos. Por lo menos quien más semanas ha permanecido al frente del escalafón de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y, ahora mismo, quien más respeto inspira en una cancha, siempre y cuando está no sea de arcilla, pero incluso en esa superficie. Sin embargo, luego de lo sucedido en Australia ha dejado un sabor agridulce entre sus admiradores y seguidores.
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El fenómeno serbio desembarcó en tierras australianas con una idea en mente: levantar su vigesimoprimer título de Grand Slam. Volver a ganar en Melbourne Park significaba colocarse como el más grande triunfador de la Era Abierta y romper ese abrazo simbólico con el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, todos con 20 trofeos a cuestas, pero la vida le jugó una mala pasada.
‘Nole’ pensó que los documentos que presentó serían suficientes. Había pasado el coronavirus y ese podría ser un aval para alguien como él, que se negó a vacunarse, pero el Gobierno australiano no lo consideró suficiente y no le dejó otra opción que hacer sus maletas y volver a casa.
Eso le costó. No solo perdió la oportunidad de ganar en Melbourne, donde era el gran favorito, sino que Nadal aprovechó la oportunidad y en un partido épico se impuso al ruso Daniil Medvedev y fue quien llegó primero a 21 torneos de Grand Slam.
Nadal se creció justo cuando todos pensaban que sus opciones de llegar a 21 títulos pasaban por el Roland Garros de 2022, cuyo inicio está previsto para el 22 de mayo próximo. Rafa, pensaron algunos, llegaría al Abierto de Francia con la mente puesta en la revancha por la derrota sufrida el año anterior, pero ya Djokovic tendrá 21 coronas y eso le daría la confianza necesaria para ratificarse como el más grande. El resto es historia.
Sin embargo, la pista Philippe-Chatrier puede volver a vivir un encontronazo entre Nole y Rafa, pero con el español por delante. Todo eso si los organizadores no ponen peros por lo del coronavirus, porque el serbio mantiene su posición sobre el tema de las vacunas y ya advirtió que está dispuesto a sacrificar cualquier torneo por mantenerse fiel a sus principios.
Apuestas en el Tenis con Bet365Sí, ese es el precio que estoy dispuesto a pagar, nunca he estado en contra de la vacunación, pero siempre he apoyado la libertad de elegir lo que pones en tu cuerpo; los principios y las decisiones sobre mi cuerpo son más importantes que cualquier título o cualquier cosa
Lamentó, eso sí, lo sucedido en Australia, pero advirtió que no cree que su actitud genere ánimos antivacunas en un país o una ciudad cualquiera, tal como le dijo el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, que fue quien revocó su visado.
Al serbio no le ha ido bien en el arranque del año. Luego de lo ocurrido en Australia, y antes de su actual incursión en la lid de Belgrado, cosechó sus únicas dos victorias en el ATP de Dubái, antes de caer eliminado por el checo Jiry Vesely, número 74 del mundo. También cedió en su debut en el Master 1.000 de Montecarlo ante el español Alejandro Davidovich, número 27 de la ATP.
Nadal, por su parte, eslabonó una impresionante cadena de 21 victorias consecutivas desde comienzos del año, que solo se rompió en la final de Indian Welss ante el estadounidense Tylor Fritz, decimotercero en el escalafón profesional.
En la capital francesa, Djokovic ganó en 2016 y 2021, y Nadal lo hizo en 13 ocasiones. Desde 2005, cuando se impuso por primera vez, el español solo cedió la corona en 2009 ante Roger Federer, en 2015 ante el también suizo Stan Wawrinka, y la dos veces del serbio.
Por ahora, ambos miran a Roland Garros. Pero nadie sabe si uno de ellos puede ganar la llamada Copa de los Mosqueteros o si ese honor corresponde a alguno de los integrantes de la nueva camada de jugadores que emerge poco a poco y que amenaza el triple reinado de Novak, Rafa y Roger. Algo que a los jóvenes de esta generación les puede parecer casi imposible, porque desde hace dos décadas solo se habla de uno u otro.
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