Días duros para el superagente Jorge Mendes

La muerte del italiano Mino Raiola, hace apenas unos meses, dejó al portugués Jorge Mendes como el más poderoso de los agentes de futbolistas, al que todos buscan con la intención de asegurarse un gran contrato, de apretar a su club para una renovación, incluso para garantizarse los mejores salarios a lo largo de su carrera. Solo hay que ver la lista de cracks a los cuales representa el luso.

Mendes puede que no trabaje mucho durante la temporada de fútbol -que también lo hace- pero una vez que se aproxima el mercado de fichajes, apenas debe descansar en ese afán por darle a sus jugadores todo lo que piden, que no debe ser tampoco una tarea muy desagradable, porque mientras más ganan los suyos, más se incrementa su ya abultada cuenta bancaria.

Por años esa ha sido la labor de Mendes, y casi siempre ha encontrado las soluciones que esperaba, las que dejaron satisfechos a sus representados, pero el verano de 2022 se le ha vuelto complicado, sobre todo porque le cuesta trabajo colocar a una de sus estrellas, o al futbolista al que todos hubieran querido representar, Cristiano Ronaldo, a quien no termina por encontrarle un equipo que le permita jugar la UEFA Champions League. Y el mercado se cierra casi ya.

EL CALLEJÓN SIN SALIDA DE CRISTIANO RONALDO

CR7 llegó en el verano anterior al Manchester United, porque se dio cuenta de que su paso por la Juventus de Turín no resultó lo que él esperaba. Con el once piamontés, lo tuvo claro, no iba a ganar la Champions y necesitaba una salida con urgencia, porque con 37 años un crack no puede trazarse objetivos a largo plazo, porque puede que el físico no le dé para vivirlos. Y todos sabemos que Cristiano es ambicioso, razón por la que ha llegado hasta donde ha querido.

La primera opción que pasó por la cabeza de Jorge Mendes fue ofrecerlo al Real Madrid. Pero la planta noble del Santiago Bernabéu no estaba por el regreso del hijo pródigo. Y muy diplomáticamente le cerraron las puertas. "Esta siempre será su casa, pero acá hay un proyecto en el que Cristiano no entra ahora", le dijeron al superagente, quien inició una cruzada para llevarlo a otro lugar.

Por un momento, parecía que lo tenía hecho con el Manchester City, pero Sir Alex Ferguson, a quien Cristiano considera su padre deportivo, se negó a aceptar que su pupilo más ilustre fuera a jugar para el gran rival. Movilizó personas, llamó a quien tenía que llamar, y terminó por devolverlo a Old Trafford, de donde salió camino al Real Madrid hace ya muchos años.

Era el retorno soñado, pero los Reds Devils no estaban para competir en igualdad de condiciones con los grandes de la Premier. Y el equipo y CR7 se quedaron fuera de la Champions 2022-2023, condenados a jugar la UEFA Europa League, una competición que no le gusta mucho al portugués, casado a muerte con la Champions, la cual encabeza en muchos indicadores, entre ellos el total de goles.

LA CHAMPIONS COMO GRAN OBJETIVO

CR7 ha agotado 141 goles, líder histórico en la Champions y solo dejará de jugar esa competición el día que sepa que su registro perdurará por muchos años, y, sobre todo, cuando tenga la certeza de que el argentino Lionel Messi, que ha marcado 125, no pueda darle alcance. Mientras lo intentará cada día. Por eso ahora busca un equipo que juegue la competición continental.

La tarea de Mendes ha sido ardua. Otra vez el Madrid dijo que no a Cristiano. También el Atlético de Madrid, Bayern Múnich, Borussia Dortmund, Chelsea, Barcelona, y solo le queda la oportunidad, al parecer remota, de irse al Nápoles italiano, o al equipo donde debutó como profesional, el Sporting de Lisboa. Allí, incluso, ponen condiciones para su retorno, pero su agente tiene la tarea.

Puede incluso que el Chelsea, que no termina de arreglar las cuentas con el gabonés Pierre Emerik Aubameyang, aún en las filas del Barcelona, decida contratarlo, porque vio como se le fueron el belga Romelu Lukaku y el alemán Timo Werner, quienes salieron hacia el Inter de Milán y el RB Leipzig, por ese orden. Sin embargo, el mercado cierra el 1 de septiembre y el superagente tiene que actuar con rapidez, porque queda poco tiempo.

Al final, hasta las últimas horas habrá incertidumbre en torno al cinco veces ganador del Balón de Oro. Y si Mendes no consigue sacarlo del United, será una derrota para ambos, pero tampoco vamos a creernos que saltarán de alegría si llega al Nápoles o al Sporting de Lisboa, porque nadie cree que en las filas de uno de ellos vaya a ganar otro Balón de Oro, ni la Champions, y puede que su andar termine tras la fase de grupos o a más tardar en octavos de final.

MARCO ASENSIO Y KEYLOR NAVAS

El trabajo de Mendes no termina con Cristiano. Su compatriota es la gran prioridad, el objetivo fundamental y tenerlo tranquilo representa mucho para su agencia, Gestifute, pero hay otros jugadores que también necesitan del buen hacer del superagente luso con la intención de conseguir lo que quieren, entre ellos el atacante del Real Madrid Marco Asensio, y el arquero del PSG Keylor Navas.

Desde que era un adolescente, a Asensio lo representó Horacio Gaggioli. De su mano llegó al Real Madrid e inició una carrera que parecía no tener límites, por sus habilidades con el balón, una zurda prodigiosa que le permitía poner la pelota allá donde miraba, y por ese don que tienen algunos de anotar siempre en las grandes citas, sin importar si es en un estreno, o en un torneo que ya conoces.

Cuando Cristiano Ronaldo dejó el Real Madrid, en 2018, todos esperaban el salto definitivo de Asensio, pero el equipo sin el hombre que todo lo convertía en gol sufrió un bajón tremendo y al preguntarle al mallorquín si ir cuesta abajo no era también su culpa, dijo que había otros para tirar del carro, en referencia a Karim Benzema, Gareth Bale... y la prensa y la afición lo condenaron.

El jugador no pudo con aquello, vivió altibajos constantes, y para colmo sufrió una lesión tremenda que lo apartó casi un año del juego diario. Aún así, regreso con gol en la primera oportunidad que tuvo en un partido de Liga frente al Valencia, y anotó 12 goles en la temporada anterior, nada mal para un delantero que no juega todos los minutos. Pero él quería más. Y cambió a Horacio Gaggioli por Jorge Mendes y eso no cayó bien en el club.

La presencia de Mendes tenía un objetivo claro, presionar al Madrid para que le ofreciera una renovación al alza, que creían que no merecía, o forzar una salida a un equipo que pagara más. A estas alturas, sin embargo, nadie ha ofrecido los 30, 35 millones que quieren en la Casa Blanca, y tampoco le han puesto sobre la mesa un salario mayor al que le pagan en la capital española. Y aún así, Mendes le busca equipo u opciones.

Si se queda, dijo Carlo Ancelotti, será uno más de la plantilla, pero dejó claro que hasta última hora no se sabría la decisión definitiva. Y algo parecido le pasa a Mendes con el arquero costarricense Keylor Navas, relegado ya oficialmente a la suplencia en el PSG, y quien busca a toda costa irse al Nápoles italiano. De los tres casos, es posible que sea el del tico el de más fácil solución.

No obstante, puede que el agente y su empresa consigan todo lo que se proponen, pero es posible que alguno de los acuerdos llegue con la bocina que marca el fin del mercado. Eso sí, su prioridad sigue siendo encontrarle acomodo a su jugador bandera. Keylor y Asensio le perdonarán quedarse donde están, pero Cristiano nunca, por más que son grandes amigos, más allá de la relación de trabajo que tienen.