Di María, otra alternativa del Barcelona

El Barcelona suma un nombre más a los posibles refuerzos de su plantilla de cara a la próxima temporada. Si cada uno de los jugadores que suenan para vestir de azulgrana llegase en verano, no cabrían ni de pie en el vestuario. El último en aparecer es el argentino Ángel Di María.

El extremo argentino, de 34 años de edad, finalizó su contrato con el PSG francés y busca un equipo con el cual pueda mantenerse a un alto nivel por lo menos una temporada más, porque en su mente está la Copa Mundial de Qatar, prevista para noviembre y diciembre próximos, y él quiere estar allí.

Fijo en la selección que dirige Lionel Scaloni, el Fideo sabe que necesita jugar cada día, si quiere que él técnico le mantenga la titularidad, y por eso se piensa muy bien su próximo destino. Y el once catalán, con limitaciones financieras extremas, puede ser el mejor destino posible, al menos donde más minutos pudiera encontrar, siempre con la vista puesta en la albiceleste, con la cual espera llegar a 130 partidos, 14 años después de su debut, allá por 2008.

Por ahora solo son rumores lo de Di María y el Barcelona. Los mismos rumores que hubo con Carlos Soler, José Luis Gayá, Erling Haaland, Sadio Mané, Mohamed Salah, y cualquiera sabe cuántos más, porque la directiva azulgrana no se cansa de filtrar nombre como posibles refuerzos, mientras intenta surcir la debacle económica del club y esperar un milagro para firmar a alguno.

Los conocedores de la situación aseguran que solo si se produjera una venta traumática podrían fichar a grandes jugadores. Y ese trauma sería Frenkie de Jong o Pedri, por mucho los jugadores más cotizados de una plantilla en la que destacan, además, Ansu Fati y Gavi, pero en situaciones muy diferentes.

Fati ha sido presa de las lesiones por dos años consecutivos. No sale de una para entrar en otra. Y en esa situación nadie pagaría una suma elevada ni media por sus servicios. Y Gavi aún no definió su futuro en medio de un tira y afloja con el club por su renovación, sin que lleguen a buen puerto algunos pasos dados por la actual junta directiva.

En esa situación, y con la necesidad de ingresar dinero para ir a por el polaco Robert Lewandowski, la llegada de Di María constituiría un paso acertado, sobre todo porque el Barça no tendría que pagar ni un centavo por su incorporación. Solo desembolsaría su salario y, tal vez, una mínima prima de fichaje.

Cierto que tiene 34 años, pero aún juega a un altísimo nivel, como quedó demostrado en la última temporada en el PSG, en cuya línea de ataque fue sumamente importante, a pesar de que el equipo no ganó nada a nivel internacional y se tuvo que conformar con el título de la Liga 1.

Sin embargo, los rumores o las filtraciones sobre los posibles refuerzos, en su mayoría van hacia la parcela ofensiva, y los grandes problemas del Barça están en la zaga, sobre todo entre los centrales, con un Gerard Piqué casi al límite de su carrera, el lesionado Samuel Umtiti y los poco efectivos Clement Lenglet y Eric García. Solo un zaguero de garantías tiene el Barcelona, Ronald Araujo.

Igual, un jugador con la experiencia de Di María siempre es importante para una plantilla, sobre todo porque ha jugado en varios de los clubes más grandes del mundo por 17 años, desde que debutó con Rosario Central, en Argentina, hasta su última escala en el PSG.

Antes también militó en el Benfica portugués por tres años, hasta 2010, para mudarse posteriormente a Madrid, de donde salió en 2014 luego de ayudar al equipo a ganar la décima Champions de su historia. Pero entonces, Di María no llegó a un acuerdo con el equipo blanco para una subida de salario, y terminó por irse al Manchester United, donde jugó una temporada.

Después, el todopoderoso PSG lo llevó a París y allí jugó durante las últimas siete campañas, hasta que, con 34 años y contrato vencido, no le quedó más remedio que salir por la puerta que le abrieron, porque su idea pasaba por quedarse al menos un año más en el Parque de los Príncipes.

En el PSG jugaba al lado de Lionel Messi, en un vestuario que conocía a la perfección, y como parte de una plantilla con muchas opciones de ganar algo a nivel internacional, sobre todo luego de la renovación hasta 2025 de Kylian Mbappé.

París era el sitio ideal para llegar a la Copa Mundial sin la incertidumbre de la adaptación, pero Di María no es de los que se achica por esas cosas. Ya dijo alguna vez que momentos malos fue los que pasó de niño, cuando tenía que vender carbón para ayudar a su familia, en la ciudad argentina de Rosario.

El Fideo lo hará bien en el Barcelona, aunque no se puede dar por segura su contratación, sobre todo porque los rumores son cada vez más grandes sobre posibles fichajes, en un mundo -como en todos- donde la demanda hace que los precios suban y los salarios también.

De cualquier manera, aún estamos a principios de junio y al mercado de fichajes del verano le quedan muchos meses abierto y cualquier cosa puede suceder en todo ese tiempo, como ocurre cada año en el fútbol europeo y mundial.