Cada año los seguidores del fútbol tienen que disfrutar -o sufrir- un nuevo culebrón, como llaman en Brasil a las novelas interminables, relacionado con el delantero del Paris Saint-Germain Kyllian Mbappé. Y el verano de 2023, aún sin haberse abierto el mercado de fichajes, no podía ser diferente. Una nueva novela sobre su posible salida del club y su llegada al Real Madrid o a cualquier otro, acaba de comenzar.
Los estudiosos del tema ubican el inicio de la trama en mayo del año anterior, cuando el crack, presionado a más no poder por cuanta persona influyente se encontró en su camino, decidió renovar con el PSG y dejar colgado al Real Madrid, cuya directiva, jugadores y afición lo esperaban con bombos y platillos. Entonces, en lugar de llegar la comedia al final, solo se preparó para una nueva puesta en escena.
Mbappé posó con una camiseta en la que se podían leer cuatro números: 2025. La mayoría de los medios coincidieron en que había renovado por tres años con el equipo de la capital francesa y que no había nada más que hacer, porque sacarlo de allí sería imposible. La única opción era esperar al fin de su nuevo pacto y, entonces, cuando tuviera 27 años, intentar un último acuerdo. Pero no todo era así.
DOS AÑOS MÁS UNO OPCIONAL Y FLECOS
El pacto entre el jugador y el PSG no era hasta 2025, por más que él y el presidente del club, Nasser Al-Khelaifi, levantarán sonrientes la chamarra con aquellos números. El acuerdo fue de dos años, más uno opcional, que podría ejercer el atacante, con la condicionante de que tendría que avisar por escrito, antes del 31 de julio de 2023, que iba a hacer efectiva la cláusula del tercer año.
Pero Mbappé se adelantó. No esperó al 31 de julio y ya envió una carta al club para decirle que no hará efectiva la renovación automática por un año, por lo cual la próxima temporada será la última para él en el Parque de los Príncipes. La misiva, al parecer, cogió movida a la directiva del PSG, la cual, al ver la determinación de su jugador franquicia, la filtró para ver si podía hacerlo arrepentirse de su salida.
Unos días antes, nada más terminar la Liga Francesa, el campeón mundial de Rusia 2028 dijo que no se iría del PSG este verano, que su objetivo era terminar su contrato y pelear por ganar la UEFA Champions League con su actual equipo. Pero esas palabras contradicen otra posición suya, la de no abandonar el club sin dejar nada en sus arcas, por una simple explicación.
Después de haber declarado públicamente en las últimas semanas que será parisino la próxima temporada, Kylian Mbappé no pidió su marcha este verano sino que se limitó a confirmar al club la no activación de su año adicional. MÁS EN MARCA El 'mosqueo' de Brahim con la pregunta sobre Mbappé: "¡Es mi día!" Marca Jorge Mendes: "Ansu Fati se quiere quedar" Marca La dirección del club encargada de su prórroga (firmada el 21 de mayo de 2022) fue informada el 15 de julio de 2022 de su decisión y el correo tenía como único objetivo confirmar lo ya aclarado oralmente con anterioridad. Kylian Mbappé y su entorno aseguran no haber vuelto a discutir este punto con el club durante el año, salvo hace 15 días para anunciar el envío de la carta. Tampoco se ha mencionado ninguna posible nueva prórroga. Finalmente, Kylian Mbappé y su entorno lamentan que la recepción de esta carta haya sido transmitida a los medios de comunicación y que estos intercambios se hagan públicos con el único objetivo de dañar su imagen y el buen desarrollo de las conversaciones con el club.
Si Mbappé no va a validar la cláusula que lo ata al club hasta 2025, se irá en 2024, y entonces lo hará libre y el PSG no ingresara nada por su salida. Solo entrará dinero a las arcas cataríes del PSG si lo vende en este verano, porque, de lo contrario, desde enero podría negociar su salida con cualquier otro equipo, y con la carta de libertad en la mano decidir dónde jugará en los próximos años.
Esos dos escenarios generan dudas entre los analistas de fútbol, sobre todo en aquellos más avezados, porque no saben las intenciones del jugador, y tampoco las del club, sobre todo después de hacer pública la carta de Mbappé, en la que adelantaba que no haría efectiva la renovación automática en el verano de 2024. Aunque, al parecer, hay guerra entre jugador y club, y no se sabe cómo puede terminar.
MBAPPÉ REACCIONA MOLESTO Y EL REAL MADRID ESPERA
El rotativo galo Le Parisien, el mismo que filtró la carta del jugador al club, analizó los motivos que tendría el crack para dejar el equipo y consideró la oportunidad como la ideal para marcharse, porque se encontraría en Madrid el puesto vacante en el ataque que dejó su compatriota Karim Benzema, tras su marcha al fútbol de Arabia Saudita, además de convertirse en la gran referencia del nuevo proyecto.
Además, el rotativo se hace eco del efecto que ha generado el noruego Erling Haaland, quien dejó el Borussia Dortmund para marcharse al Manchester City y en un año sumar un triplete: Liga Premier Copa de Inglaterra y Champions, mientras Mbappé sigue peleando por títulos menores en su país, sin opciones verdaderas de ganar la lid continental.
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Ahora mismo, cuando todos pensaban que debería tener al menos un Balón de Oro en sus vitrinas, el crack francés está muy lejos de conseguirlo, y es muy poco probable que lo haga desde las filas del PSG, sobre todo porque se ha visto adelantado por Haaland, y su tremenda actuación en Inglaterra y en la recién terminada UEFA Champions League, a las órdenes de Pep Guardiola.
Las consideraciones de Le Parisien molestaron a Mbappé, que apeló a la agencia AFP para dar a conocer su posición, en la cual recordó que desde hace un año, el 15 de julio de 2022, la dirección del club sabía que no iba a renovar, y que el único objetivo de la carta era confirmar lo que ya les habían comunicado oralmente con anterioridad. Más adelante, en un twitt, aclaró que su objetivo sigue siendo terminar el año que le queda en París.
En medio de todo ese entramado, espera el Real Madrid, consciente su directiva de que el jugador soñó desde niño con jugar de blanco, pero sin involucrarse demasiado en el asunto, por temor a lo que le suceda lo del año anterior, cuando parecía que todo estaba hecho y el crack terminó por quedarse en París. Las puertas están abiertas en Madrid, sí, dicen desde el Bernabeu, pero no será como en ocasiones anteriores. Hay novela y aún puede tener muchos capítulos.
