Si me preguntan ahora por la próxima salvajada de Shohei Ohtani, admito que no sabría qué decir, pero no descartaría una de esas cosas locas que pudieran quedar para la posteridad. De todas maneras, después de lo conseguido en la noche de este jueves en el IoanDepot Park, de Miami, cualquier cosa es posible, si del fenomenal deportista japonés hablamos.
Ohtani tuvo la mejor noche de su carrera y tal vez la mejor para bateador alguno en siglo y medio de la historia del béisbol profesional. Fue seis veces al home, pegó seis hits, entre ellos dos dobles y tres cuadrangulares, impulsó una decena de carreras y anotó cuatro, además de robarse dos almohadillas. Con todo eso, si yo fuera Rob Manfred, el Comisionado de las Grandes Ligas, declararía el 19 de septiembre como el Día de Shohei Ohtani.
Al nipón le faltaban dos cuadrangulares y una base robada para llegar al medio centenar en cada uno de esos acápites. Nadie hasta este jueves había conseguido batear 50 cuadrangulares y estafar 50 almohadillas. Ni el propio Ohtani se había acercado, sobre todo porque hasta este año alternó sus funciones como bateador y lanzador de lujo, pero llegó una operación Tommy Jones y lo cambio todo.
Yo quiero saber para dónde MLB va a correr este año. Ellos siempre tenían un ‘juidero’ para no darme el MVP a mí porque era designado. Yo voy a ver qué van a decir este año. Me voy a sentar a esperar a ver para dónde van a coger. Además, de que tú sabes que Ohtani es la ‘niña linda’ de MLB
LA SALVAJADA DE OHTANI
Desde estas páginas, el 21 de marzo pasado, tras el partido inaugural de las Grandes Ligas en tierras asiáticas, adelantamos que el genio japonés podía ganar el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Nacional, y advertimos que para conseguirlo tendría que hacer algo grande, y dijimos que eso podría ser, incluso, un 50-50 en jonrones y bases robadas.
No voy a alardear ahora de iluminado ni nada por el estilo, solo dejaré debajo el enlace del artículo al que hago referencias, pero en él mismo decía que sin lanzar, el designado de los Dodgers de Los Ángeles tendría mucha más oportunidades para robar bases y estaría más fresco a la hora de batear, y fue como si nos hubiera leído. Llevó ambas cosas de la mano y el mismo día logró la hazaña.
Si estuviera escribiendo el guión de una película o un libro, no me sorprendería que saliera de la rehabilitación y apareciera para el último lanzamiento de playoffs
Unos días antes, el mes anterior, se convirtió en miembro de un club exclusivo, el de los 40-40, por lo de los jonrones y bases robadas, y cuando los analistas vieron que había entrado en esa galaxia a la que pertenecían José Canseco, Barry Bonds, Alfonso Soriano, Alex Rodríguez y Ronald Acuña Jr., y quedaban juegos suficientes por delante, pensaron en que podría hacer 505-50.
Y lo hizo sin presiones, con comodidad, cuando aún restan muchos partidos, tantos que no es descartable que termine con un 55-55, que ya sería el colofón a una temporada en la cual ha hecho con el bate lo que ha querido, como para no dejar dudas de que merece el MVP de la Liga Nacional, por más que aparezcan por ahí detractores, como el dominicano David 'Papi' Ortiz, que cree que si él no lo ganó, Ohtani no lo merece.
Pese a eso, Ohtani tiene retos por delante, y se lo dijo el manager Dave Roberts, en el clubhouse, cuando lo homenajeaban por lo conseguido hasta ahora. Desde este momento, tiene que pensar en la postemporada, porque, entre otras cosas, su paso de Los Angelinos de Los Ángeles a Los Dodgers tenía una intención: ganar una Serie Mundial, y por lo menos ya está en la postemporada.
¿QUÉ LE FALTA A OHTANI?
Lo primero que le falta es un título de Serie Mundial. También un MVP actuando solo como bateador, sin salir al campo, pero también tendrá otros retos y como es un competidor nato, un hombre que nació para jugar béisbol, querrá dejar un legado que perdure por los tiempos de los tiempos y que de acá a un siglo, o dos, se hable de él como se habla ahora de Babe Ruth, Ted Williams o Cy Young.
Este año, por ejemplo, no ha lanzado. Cierto es que en las últimas semanas le han medido desde el bullpen lanzamientos por encima de las 100 millas, por lo cual no es de descartar que sea usado en la postemporada, tal vez como cerrador, o como relevo intermedio, pero sin muchos pitcheos, porque el objetivo de los Dodgers es que esté listo para la próxima temporada.
Eso sí, cuando aparezca en escena el año próximo, tengo la seguridad de que irá a por un Cy Young, el premio al mejor pitcher de cada una de las ligas. Y que lo gané o no será otra cosa, pero no tengo dudas de que lo intentará, porque sería lo único grandioso que le faltaría a un jugador que lo ha conseguido todo en lo individual, y que está en el equipo ideal para hacerlo en lo colectivo.
¿Le alcanzará todo lo hecho para ponerse al nivel de los grandes de siempre en las Grandes Ligas? Le dará para ser uno de los jugadores con un prime más alto del mundo en cualquier momento, pero hay leyendas en la historia de las Grandes Ligas que jugaron más de 20 temporadas y a Ohtani no le dará para tanto, pero si entrará en los libros como un jugador fenomenal, capaz de hacer cosas que nadie hizo antes.
Claro, cuando hablamos de Shohei Ohtani siempre hay que dejar un capítulo abierto por lo que pueda hacer, por lo que se le pueda ocurrir, porque estamos hablando de un coloso, uno de los más grandes jugadores de béisbol que hayan pasado por las Grandes Ligas o cualquier otro torneo del mundo. Hablamos de un beisbolista al que todos quieren ver, que gana partidos y llena estadios. No se puede pedir más.