Cruz Azul tiene una nueva cara, y se trata de un rostro renovado, alegre, que inspira y que motiva. Todo empezó a principios de año con la llegada de Martín Anselmi, joven técnico argentino que llegaba a México con la hazaña de conseguir un título muy anhelado con el Independiente del Valle de Ecuador, y aunque es un palmarés muy importante, muchos no se hicieron grandes expectativas al respecto, pues en este equipo nos han acostumbrado a que nada trascendente pasa (o pasaba).
Pero los resultados fueron positivos, pues con el arribo del estratega se logró algo que hacía mucho tiempo no pasaba dentro del equipo cementero: tener una identidad, pero sobre todo, que esta incluía en una misma burbuja a los jugadores, cuerpo técnico, directivos, y los más importantes y que habían sido rezagados por mucho tiempo: los aficionados. Sí, soy de las que siempre destaca el papel de los hinchas, como se les dice en Sudamérica, pues son ellos quienes aman sus colores, y quienes están en las buenas y en las malas sin importar las circunstancias.
Y es que durante décadas los aficionados cementeros vivieron el hecho de ser el "eterno subcampeón", y aunque en esta ocasión son los actuales subcampeones tras perder el título ante el América en el torneo pasado, es de suma importancia considerar que en esta ocasión se siente diferente, pues hay una esperanza muy grande en el equipo que Anselmi ha conformado.
Anselmi, el periodista y técnico, ha desafiado a aquellos que pensaron que por su juventud no podría lograr grandes cosas en el fútbol mexicano. Sin embargo, en menos de un año, este personaje logró no sólo tener un equipo fuerte futbolísticamente hablando, sino que ha hecho que la afición sea partícipe de este gran momento que vive el equipo y todos vivan al Cruz Azul en carne propia.
Aunado a lo anterior, es de suma importancia ver que ante la crisis que vive actualmente el fútbol mexicano donde la afición no se está haciendo presente en los estadios, el Cruz Azul es el único equipo que llena su casa, donde no importa si es un juego relevante contra Chivas (por la rivalidad), o un duelo sabatino contra Necaxa, el Estadio Ciudad de los Deportes se llena.
Las expectativas de la afición, así como de los medios, y hasta de las mismas casas de apuestas, apuntan a que el favorito al título es indiscutiblemente el equipo de La Máquina, quien a pesar de los problemas extra cancha que vive la Cooperativa La Cruz Azul, ha logrado ser ajeno a ello para concentrarse en lo meramente deportivo. Con un Víctor Velazquez, presidente de la institución, orgulloso y querido por su afición, se ha logrado consolidar un proyecto que, si no pasa otra cosa, mantiene a Anselmi al menos hasta el año 2027.
Sería de verdad ya cuestión de tener muy mala suerte si es que Cruz Azul no obtiene la décima estrella este semestre, pero por el fútbol que ha desarrollado durante la temporada, ya podemos decir que estamos frente a un equipo ganador, al que se le ve el cariño hacia la institución, y que han entendido que ser de este conjunto no es cualquier cosa.
Anselmi, quien ni siquiera ha llegado a los 40 años de edad, logró lo impensable, y hoy es apoyado por cada uno de los aficionados quienes no le cuestionan nada, sino que le aplauden todo. Con perfil bajo, sin ser un técnico excéntrico o que tenga muchas controversias alrededor, se ha consolidado como el mejor entrenador en estos momentos dentro de la Liga MX, y muchos lo han señalado como un buen elemento que en un futuro pudiera ser técnico de la Selección Mexicana. Cuestión de esperar.
Mientras tanto, La Máquina busca cerrar con broche de oro la temporada regular, donde aún continúa como súper líder con apenas una derrota, en espera de lograr una Liguilla soñada que les permita obtener un título más, ese que sabría a gloria.
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