Cristiano Ronaldo, el niño pobre que nació en Madeira y que cuando llegó a Lisboa se escapaba por las noches para que unas trabajadoras de una hamburguesería les dieran algunas con las cuales mitigar el hambre propio de alguien que estudió y entrenó todo el día, es ahora mismo una fábrica de hacer dinero y uno de los deportistas más exitosos del mundo, con una fortuna incalculable.
CR7 tiene mansiones de lujo en varios países, avión privado, un yate que costó millones de dólares, hoteles, clínicas, aun juega al fútbol al máximo nivel y cobra un salario al que nadie puede llegar en este momento en el mundo del deporte: más de 200 millones de dólares por temporadas, por jugar para Al Nasrr, el equipo saudí que lo adquirió del Manchester United a mitad de la pasada campaña.
El portugués es una marca comercial en sí mismo. Mueve mucho dinero allá a donde va. Las grandes firmas saben que él éxito lo acompaña y lo persiguen, con lo cual su cuenta bancaria crece cada vez más, lo mismo que sus negocios, todo lo cual le ha llevado a una vida de lujos, muy distante de aquella que le tocó de niño, en una familia con un padre alcohólico que, eso sí, le impregnó el amor por el fútbol.
EL FÚTBOL COMO BASE DE TODO
Cristiano Ronaldo no se convirtió en un hombre exitoso por arte de magia. Esas cosas no suelen pasar y las que llevan al cine o sobre los que se escriben novelas, muchas veces no ocurrieron tal cual las cuentan, sino que están manipuladas para llamar la atención del lector, del cinéfilo o el televidente, aunque la vida del astro portugués da para una serie espectacular.
El otrora jugador del Real Madrid ingresa, además, sumas fabulosas por sus publicaciones en redes sociales, en las cuales es una de las personalidades más seguidas del mundo. En Instagram, por ejemplo, ha duplicado sus emolumentos de un año a otro y ya supera los 2.1 millones de dólares por cada publicación que hace en la referida red, según datos recientes de Hopper HQ.
Ronaldo cuenta con más seguidores en Instagram que nadie: 597 millones de personas, 117 millones más que el astro argentino Lionel Messi (480 millones) y que la cantante Selena Gómez, tercera con 426 millones. Esas cifras lo colocan en un lugar de privilegio a la hora de ingresar plata en su billetera, porque sus 2.1 millones de dólares por publicación representan más que los 1.7 que le llegan a la modelo, empresaria y personalidad de televisión estadounidense Kylie Jenner.
Luego de ambos, aparece el argentino Lionel Messi con 1.4 millones de dólares, y de ahí en adelante aparece un grupo numeroso de personalidad ajenas al deporte, hasta que en en el puesto 14, con 985 mil dólares, resalta el jugador de críquet indio Virat Kohli. Luego Neymar Junior en el 18 con 855 mil dólares, Lebron James, en el 24, con 594 mil, y David Beckham, ya retirado, en el puesto 29 con la nada despreciable suma de 359 mil dólares por publicación.
Mientras, según Forbes, ningún deportista ganó más dinero que Cristiano Ronaldo en 2023. Hasta ahora, a su cuenta han ingresado 123 millones de dólares. De ese monto gigantesco, 41.5 millones corresponden a su accionar como jugador, y 81.5 por lo que hace fuera. Después aparece Lionel Messi, recién fichado por el Inter de Miami, con 117.5 millones, y el francés kylian Mbappé con 108.5 millones de dólares.
UNA MÁQUINA DE HACER DINERO
Si eres de los que crees que CR7 solo juega bien al fútbol, marca goles y festeja de forma tal que muchos en el mundo lo han imitado, estás en un error. Igual si piensas que su dinero lo ha invertido solo en mansiones, pisos, yates de lujo e infinidad de autos de gama alta que atesora en cada uno de los lugares donde suele pasar sus días, también estás equivocado.
Cristiano es un empresario de éxito y todo aquel negocio en el que se involucra, suele tener éxito. Invierte en cualquier renglón que considere él y sus asesores que puede tener éxito y como todo el que pone dinero en algo, se encarga de que sus acciones estén bien custodiadas, o defendidas por personas capaces, una de las razones por las cuales triunfa.
El portugués ex del Manchester United, es dueño de los Hoteles Pestana CR7, uno de ellos ubicado en la Gran Vía, en Madrid, y otros en Funchal, Lisboa y Nueva York, con la intención de abrir otros en la llamada babel de Hierro, Marrakech, París y Manchester, lugares que el jugador conoce y donde sabe que su negocio prosperará, porque, según sus allegados, es cuidadoso al detalle con todo en lo que se enrola.
Por otra parte, el crack de Al Nasrr invirtió en clínicas de injerto capilar, como una que tiene en Madrid, muy reconocida, y en los Gimnasios CR7 Crunch Fitness, tras llegar a un acuerdo en 2016 con la compañía estadounidense Crunch Fitness en 2016. Y también tiene marcas de ropa interior y perfumes que han tenido mucha aceptación y que han universalizado el nombre y la marca del jugador.
A Ronaldo no le queda mucho como futbolista, que es su pasión, y ya dejó entrever que, tras su retiro, no estará en los banquillos como entrenador, pero advirtió que hay una posibilidad de que compre un club, o que ponga acciones en alguno, tal como han hecho otros grandes deportistas con filón comercial, como el mítico Michael Jordan o David Beckham, por solo mencionar dos ejemplos.