La vida en el fútbol, y en el deporte en general, suele ser efímera, y los grandes cracks lo saben, por eso buscan opciones para el día después. Invierten su dinero, se enrolan en negocios con menor o mayor éxito, y a algunos les va muy bien. Incluso, los hay a quienes les va bien desde mucho antes de decir adiós, aunque, para ser francos, no todos tienen el mismo éxito.
A la memoria vienen ahora grandes estrellas del deporte que terminaron sus carreras y siguieron amasando sumas fabulosas de dinero, fruto de sus inversiones o de su proyección en la vida, una vez terminada su carrera. Entre esos bendecidos en las canchas y fuera se encuentra el mejor baloncestista de siempre, el estadounidense Michael Jordan, cuyo patrimonio supera con creces los mil millones de dólares.
David Beckham también se ha convertido en un exitoso bussines man, dueño de inmobiliarias, de marcas de ropa y hasta de un equipo de fútbol, el Inter de Miami, en sociedad compartida, a donde acaba de llevar al argentino Lionel Messi, una operación que disparó la proyección del club a niveles inimaginables en las escasas semanas posteriores a su presentación. Fue un gran golpe de David, casi como si le hubiera pegado con su precisa pierna derecha.
LOS NEGOCIOS DE LOS RETIRADOS DEL FÚTBOL
Algunos futbolistas prefieren administrar lo que ganaron como jugadores y a partir de ahí planificar sus vidas. Se ponen unos salarios mensuales en dependencia de sus cuentas, dejan un poco para otras cosas, como cambiar autos o modernizar sus casas, y se dan la buena vida mientras, jugando al golf, el pádel, o recorriendo medio mundo. Suele ser lo más normal que ocurra.
Algunos que cuando jugaban dijeron que no querían saber nada de banquillo o gestión deportiva, terminan por regresar y ponerse al servicio del fútbol y no precisamente porque necesiten el dinero, como el caso del francés Zinedine Zidane, que alguna vez dijo que no se veía como entrenador y pasó varios años al frente del Real Madrid, incluyendo un periodo muy exitoso, el mejor de la historia reciente de la institución.
Un gran amigo de Zidane, Ronaldo Nazario, lo hizo de otra forma. El Fenómeno tiene varias empresas e inmuebles en diferentes lugares del mundo, pero terminó por meter su dinero en el fútbol. No creo una agencia de representación, como pudo haber hecho, sino que se compró un par de clubes y con más o menos éxito los preside. Y ahí sabe que está protegida su fortuna, a menos que se convierta en un pésimo dirigente.
A finales de septiembre de 2018. Ronnie adquirió la mayoría de las acciones del Real Valladolid español y se convirtió en su presidente.. Solo habían pasado siete años y medio de aquel 14 de febrero de 2011, cuando dijo adiós al más universal como jugador, desde las filas del Corinthians. Pero el de Pucela no es el único club que tiene Ronaldo. Entre sus propiedades aparece también el Cruzeiro de Belo Horizonte.
En diciembre de 2021, Ronaldo compró el Cruzeiro por 62 millones de dólares, y en marzo de este año vendió el 20 por ciento de las acciones al empresario Pedro Lourenco, pero sigue siendo accionista mayoritario y, por eso, presidente. Pero quiere ampliar su negocio a Portugal y va a por el Amora Futebol Clube, de la tercera división y favorito para ascender de categoría.
MESSI, CRISTIANO, COURTOIS
Los dos más grandes futbolistas de los últimos 20 años, y cuidado de la historia, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, también tienen trabajo seguro para después de finalizadas sus carreras, algo que puede ser muy pronto. El argentino, aunque ha dicho que le gustaría trabajar al frente de una parcela deportiva en un club, mejo si es el Barcelona, tiene bienes raíces, inmuebles, negocios en restaurantes y mercados, suyos y de la familia.
Cristiano ha sido más ambicioso y no ha tenido miedo a invertir las grandes sumas que ha ganado en hoteles, clínicas, marcas de ropa o en la perfumería, además de haber adquirido muchas propiedades en cada uno de aquellos sitios donde estuvo, las cuales conserva y donde se le puede ver, unas veces de vacaciones y otras solo en viajes de negocios.
Los hoteles Pestana CR7 se han diseminado por el mundo. Ya hay en Lisboa, Madrid, Nueva York, Manchester, y seguirán hacia otras ciudades, porque el luso quiere hacer que su negocio se amplíe. También se enroló CR7 en una clínica para tratamiento capilar en Madrid y, según versiones, le va también que puede abrir sucursales en otros lugares de Europa, incluso al otro lado del Atlántico.
El último en enrolarse en negocios, al menos que se conozca, fue el arquero del Real Madrid, Thibaut Courtois, quien compró una escudería en Fórmula 4 Spain, la que ha bautizado como TC Racing, en honor a sus iniciales, y como ya tiene licencia, anda a la búsqueda de pilotos, mecánicos e ingenieros para sus bólidos, los cuales pudieran competir ya desde el presente año, o esperar al próximo, de ser necesario.
Su amor por las carreras de autos le llegó cuando la pandemia del coronavirus. Además de ser amigo del piloto de Ferrari Carlos Saínz y del líder de Aston Martin Fernando Alonso. Solo queda por ver si el considerado mejor portero del mundo logra sacar adelante a TC Racing, como ha hecho con el Real Madrid y otros clubes cuyo arco ha defendido. Por el momento, no solo es arquero, sino hombre de negocios.
