En el 2013, se suscitĂł un hecho que impactĂł al mundo: la renuncia del entonces Papa Benedicto XVI, y aunque pudiera parecer que la Iglesia es hermĂ©tica y sĂłlo se enfoca a los temas que le conciernen, Ă©ste suceso nos revelĂł que no es asĂ.

TambiĂ©n el fĂștbol sufriĂł algunas consecuencias al respecto, pues en aquella ocasiĂłn, se suspendiĂł momentĂĄneamente la Clericus Cup, certamen de fĂștbol que tiene el aval del Vaticano, en el que participan sacerdotes y seminaristas de 56 paĂses y se lleva a cabo en Roma. Desde el 2007, el torneo se ha vuelto un jolgorio para los participantes.

Este evento es promovido por el Centro Italiano de Deportes (CSI), cuenta con el patrocinio de la Oficina Nacional de Ocio, Turismo y Deporte de la Conferencia Episcopal Italiana, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y el Consejo Pontificio para la Cultura.
Es importante señalar que cada año, este torneo cuenta con un lema diferente. El de la Ășltima ediciĂłn (antes de la pandemia) fue âOrar y Jugarâ.

Varios medios de comunicación, e incluso los canales oficiales de la FIFA, han dado cobertura a este torneo. Radio Vaticano Italia es uno de los principales medios que brindan información como entrevistas, resultados, entre otros. También es importante señalar la cobertura en redes sociales que con el hashtag #ClericusCup han involucrado a este torneo en diversas aplicaciones.

Y ya que se habla del tema religioso, otro tema que saliĂł a la luz, sucediĂł en Argentina. En la provincia de Salta, un equipo semiprofesional de fĂștbol, lleva el nombre de Juan Pablo II, tambiĂ©n conocido como «Habemus Papam».
Por si fuera poco, y a sabiendas de que el Papa Francisco es hincha del San Lorenzo de Almagro, el museo del Vaticano es ya una sede dedicada al fĂștbol. En sus vitrinas se pueden apreciar los regalos que las figuras del deporte han obsequiado al Sumo PontĂfice.

AsĂ es como la religiĂłn catĂłlica tambiĂ©n entra al mundo de fĂștbol y da a conocer que sus integrantes tambiĂ©n son adeptos a este deporte.


