Fabio Capello pasó dos veces por el Real Madrid. En ambas ocasiones ganó el campeonato nacional de Liga, que no está nada mal y dejaría contento a cualquier técnico, pero falló en la Champions y tuvo que decir adiós. Aunque la despedida no estuvo motivada por su fracaso en la competición europea, sino por el fútbol de su equipo sobre el verde, aferrado a aquellos modelos italianos de las últimas décadas del siglo pasado.
Capello tuvo cracks en sus manos y estos no lucieron todo lo que pudieron, pese a ganar en España. Tal vez el sistema del técnico italiano influyó en que la afición los apoyara, pero quisiera ver cosas diferentes y forzara la salida del entrenador., que no tuvo más remedio que hacer las maletas e irse al Calcio, donde siempre tuvo un cartel muy alto y fue muy considerado por la afición, la crítica y los propios jugadores.
Cuando llegó por primera vez al Santiago Bernabeu, los porteros del Madrid, por ejemplo, eran Paco Buyo, Santi Cañizares y Bodo Illgner. Con eso bastaba para tener una idea. pero había más. En la zaga estaban Chendo, Fernando Hierro, Roberto Carlos y Manolo Sanchís, en tanto contaba con Clarence Seedorf, Fernando Redondo, Amavisca, Zé Roberto y Guti para la línea de centrocampistas.
Un día llegó Ruud van Nistelrooy y me dijo: 'Señor, aquí en los vestuarios huele a alcohol'. Era cierto
EL DOLOR DE SALIR
Delante estaban Davor Suker, Raúl y Mijatovic, quienes ayudaron al equipo a marcar 85 goles, la segunda cantidad más alta de la competición, por detrás del Barcelona, que anotó 102, y terminó con 90 puntos, a dos de los campeones, quienes recibieron solo 36 tantos, en 42 partidos, una cifra solo inferior al Deportivo de La Coruña, ocupante del cuarto puesto.
Ese año, por última vez, el Real Madrid no jugó competiciones europeas, porque había terminado sexto en la Liga anterior, antecedido por el Atlético, el Valencia, Barcelona, Espanyol y Tenerife. Desde entonces, esa situación no volvió a repetirse y el equipo blanco siempre lidió en Europa. Por lo tanto, Capello ganó el trofeo más grande que podía, pero terminó por salir hacia el Milán AC, el club de sus amores.
Entre el técnico y el presidente del club, Lorenzo Sanz, no había química. Incluso, el entrenador lo dejó saber alguna vez, al advertir que no entendía por qué el mandatario lo esquivaba y no le hablaba cuando el equipo perdía. Y esa, al parecer, fue una de las razones por las cuales se aceleró su salida del club camino a su país de origen, donde siempre tuvo un cartel alto. Sin embargo, volvió una década después de la mano del presidente de entonces, ramón Calderón.
Pedja Mijatovic, que había sido jugador de Capello en la temporada 1996-1997, trajo al italianos para la 2006-2007. Su llegada le puso fin a aquel fenómeno llamado Los Galácticos, aunque aún estaban en la plantilla varios de los cracks que compró Florentino Pérez en su primer mandato, algunos de los cuales se irían antes de que el italiano terminara el curso con otro título de Liga.
A tenor de unas declaraciones que se le atribuyen a Fabio Capello, señalando que yo, en su día, le comenté que el vestuario del Real Madrid"olía a alcohol" quiero desmentir rotundamente tales afirmaciones. Ese vestuario desde el primer día demostró una profesionalidad máxima
Esta vez se encontró a Casillas, Fabio Cannavaro, Michel Salgado, Marcelo, Roberto Carlos y Sergio Ramos para la zaga. Luego a David Beckham, Fernando Gago, Guti, Emerson (Por expresa decisión suya) para el centro del campo. Y delante contaba con Antonio Cassano, Ronaldo, el joven Gonzalo Higuaín, Raúl, el fallecido José Antonio Reyes, Robinho y Ruud van Nistelrooy.
LO QUE PASA EN EL VESTUARIO...
Capello obligó a salir a Ronaldo, porque el brasileño no lograba mantener el peso. No pudo meter en cintura a Antonio Cassano, tuvo en la grada por muchas fechas a Beckham, porque este ya había acordado irse a jugar a la temporada siguiente a Los Ángeles Galaxy de Estados Unidos, y finalmente ganó la Liga, con 76 puntos, los mismos que el Fútbol Club Barcelona.
En la Champions, terminó segundo en la Fase de grupos en la llave E, con tres victorias, dos empates y una derrota, por detrás del Olympique de Lyon, pero en la segunda fase el famoso, y ya eliminado, gol de valor doble como visitante hizo que cayera ante el Bayern Múnich. Y al terminar la temporada, el mismo Mijatovic, mientras Capello estaba de vacaciones por China, le comunicó que su paso por el club había terminado. Y ya no volvió más.
Desde entonces, cada vez que tiene una oportunidad, el otrora entrenador aprovecha para recordar su pasado madridista, sobre todo en su segunda parte, dejando pinceladas que no hablan bien del vestuario, de los jugadores, incluso del propio club. Generalmente, el centro de sus flechas suele ser el brasileño Ronaldo, con quien no tuvo empatía alguna y a quien no se cansó de criticar por un supuesto aumento de peso, sin saber entonces que se debía a problemas hormonales.
Ahora, hace unas horas, hizo referencia a supuestos olores a alcohol dentro del vestuario. Y dijo que había sido el holandés Van Nistelroy quien le había advertido de aquellas emanaciones. Como en alguna ocasión anterior, el otrora delantero le salió al paso y desmintió que él haya sentido alguna fragancia etílica en el vestuario y mucho menos que se lo haya comentado al técnico.
No es la primera vez, ni será la última, posiblemente. Y eso ocurre porque el Real Madrid genera mucha información y todo lo que se dice del club o del equipo enseguida adquiere connotación, y algunos de los que alguna vez formaron parte de la plantilla no se resignan a perderse la oportunidad de aparecer en los medios, aunque eso represente echarle tierra al equipo que le dio de comer y lo llevó a la fama.
