La derrota en la Copa Mundial de Fútbol de Qatar 2022 dejó muy tocada a la selección brasileña y la federación del país que más títulos suma en estas lides anda a la búsqueda de un entrenador que pueda llevarla a levantar el trofeo mayo en la venidera lid, prevista para Canadá, Estados Unidos y México en 2026, con la participación de 48 equipos nacionales.
Brasil siempre contó con entrenadores propios, pero ya desde hace unos corrieron rumores sobre la posibilidad de contratar a Pep Guardiola para que se hiciera cargo de la verdeamarelha, aunque aquello nunca fructificó y el puesto se lo dieron a Tite, quien siempre tuvo encima los ojos de la afición y la prensa, y terminó con derrotas en la final de la última Copa América ante Argentina y la eliminación en el Mundial frente a Croacia.
Ahora vuelve a sonar Guardiola, pero también el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, incluso el otrora seleccionador español, Luis Enrique Martínez. Por el momento, solo son rumores, filtraciones a la prensa sobre posibles reuniones con uno u otro, llamadas, y acuerdos a medias. Todo eso tiene la intención de poner a los mejores entrenadores del mundo en alerta, porque al parecer la canarinha tendrá en el futuro un técnico extranjero.
GUARDIOLA Y ANCELOTTI TIENEN EQUIPO
Es difícil pensar ahora mismo que Pep Guardiola o Carlo Ancelotti, dos de los mejores técnicos del mundo, vayan a dejar sus puestos para irse a entrenar a Brasil. Sería cambiar por completo el ecosistema, dejar tirados a sus clubes y, posiblemente, irse a vivir a Río de Janeiro. Sin embargo, la selección brasileña puede darle a ambos lo que seguramente no podrán al frente de un club, un título mundial, el más preciado de los trofeos, de todos los trofeos.
Guardiola tiene contrato y está afincado en el Manchester City. Todo hace indicar que encontró en el Etihad Stadium, o Estadio Ciudad de Mánchester, el ecosistema perfecto para sus pretensiones. Léase buenos futbolistas y mucho dinero para comprar todos aquellos que se le ocurran, una afición ansiosa de trofeos, con necesidad imperiosa de ganar la primera Champions de su historia, y una junta directiva que lo respalda ciento por ciento.
Encima de eso, tiene todo el poder sobre el equipo, peso en las decisiones, respaldo total de la institución y un salario bestial de dos millones de dólares mensuales, una cifra que cede solo al del técnico del Atlético de Madrid, Diego Simeone. Puede abdicar de su puesto e irse a Brasil, cosas más raras se han visto en el fútbol, pero ahora mismo resulta casi imposible imaginárselo. Al final de temporada, en dependencia de los resultados... pudiera ser.
Con Carlo Ancelotti sucede algo parecido. Luego de ganar títulos en las principales cinco ligas de Europa -Inglaterra, España, Italia, Alemania y Francia- y de ser el adiestrador con más trofeos en la Champions, ha vuelto a un club que le apasiona, el Real Madrid. Carlo está tan bien en la llamada casa blanca, que ya dijo que sería su último club y que después se retiraría o entrenaría a alguna escuadra nacional, y muchos creen que sería Canadá.
Con 62 años cumplidos, Carletto buscará tranquilidad y no la presión que tendría en una escuadra brasileña que está obligada a ganar siempre, lo mismo que en el Real Madrid, donde nadie admite nada que no sea levantar trofeos. ¿Puede entrenar a la canarinha? Pudiera ser, pero solo si su año con el Real Madrid no termina de la mejor manera y tiene que marcharse en junio, porque Florentino Pérez tiene la máxima de que ganas títulos o te vas.
¿SERÍA LUIS ENRIQUE UN BUEN ENTRENADOR PARA BRASIL?
El otrora entrenador del Celta de Vigo, del Barcelona y de la selección española es un gran técnico, un gran conocedor del más universal, con ideas claras de lo que quiere, todo eso aunque España haya decepcionado en la Copa Mundial de Qatar 2022, tras caer en octavos ante Marruecos, en tanda de penales. Fue un partido más de un equipo que debutó con goleada pero que nunca más se encontró.
Luis Enrique más que el técnico quiso ser el capitán general de la escuadra ibérica, y también el único líder, al dejar fuera a jugadores que pudieron tener mucha ascendencia en el vestuario y en el campo y que le pudieron resolver más de un problema, porque se aferró a otros con menos fútbol, aunque más obedientes, y esos no lo ayudaron a calafatear el barco cuando hacía aguas.
La ausencia de Sergio Ramos, Sergio Canales, Raúl Albiol, Nacho Fernández o Borja Iglesias, entre algunos otros, forjó la desafección de buena parte de la afición, que no vio con buenos ojos que llamara a jugadores del Barcelona, muchos, que no eran ni titulares con su club. Y por ahí se le fueron partidos, porque tuvo que retrasar a Rodri al centro de la defensa, porque no tuvo más confianza en Eric García, un zaguero central sin nivel para la élite mundial.
A Ramos le pasó por encima, porque el técnico no soporta a nadie que esté por encima de él en rango, y se aferró a otro veterano ilustre, Sergio Busquets, porque este es de su vieja guardia desde los tiempos del Barcelona, aunque en el centro del campo, junto a Pedri y Gavi, también del equipo culé, dejó mucho que desear, y fue causa importante de las derrotas en Qatar.
¿Puede ser entrenador de Brasil? Claro que sí, pero Luis Enrique no está a la altura de Pep Guardiola ni de Carlo Ancelotti. Incluso, hay otros técnicos en el mundo que pudieran hacerlo mejor. A Brasil le urge un entrenador, pero la Federación Brasileña de Fútbol debería tener un poco de paciencia y esperar al final de temporada, si es que no quiere darle el timón a Luiz Felipe Scolari, quien ya comenzó su campaña en contra de un foráneo, cualquiera sabe por qué.