Cualquier partido entre el Real Madrid y el Barcelona despierta interés no solo en España o en Europa, sino en medio mundo, donde aún perviven seguidores de uno u otro equipo, heredados algunos de los tiempos en los que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi defendían las casacas blanca y blaugrana, por ese orden.
La rivalidad, aunque viene de lejos, ha alcanzado ribetes impresionantes en el presente siglo, y cada salida a la cancha de ambas escuadras para dirimir cualquier torneo, sin importar si es en una final o no, no solo despierta el morbo de los medios y la afición, sino que se torna en un partido cada vez más caliente sobre la cancha, con constantes encontronazos entre los jugadores de uno y otro bando.
Para colmo, la supuesta tranquilidad del palco -léase las buenas relaciones entre las directivas de uno y otro- pasaron a mejor vida tras el comunicado del Real Madrid en el que señala al Barcelona por, supuestamente, haber intentado influir en las competiciones españoles, pagándole más de siete millones de euros al ex vicepresidente del Comité Técnico Arbitral, para buscar una también supuesta imparcialidad.
EL MADRID EN PLAN APISONADORA
El partido de ida de la Copa del Rey terminó con victoria para el Barcelona en el Santiago Bernabeu por 0-1. No fue el mejor partido posible y al entrenador del equipo blanco, Carlo Ancelotti se lo comió la prensa por un supuesto planteamiento rácano y porque era la tercera derrota en línea ante los de Xavi Hernández, quien, al parecer, le tenía tomada la medida al italiano, algo que sembraba dudas ya sobre su futuro al frente del equipo para la próxima temporada.
En el primer pareo del año entre ambos equipos, el Real Madrid goleó. Era la primera vuelta de la Liga, pero desde entonces todo cambió. El Barcelona se proclamó campeón de la Supercopa de España en Arabia Saudita al vencer al Real Madrid, y luego ganó la ida de la Copa del Rey y en la segunda ronda de La Liga. En la llamada Casa Blanca pedían un planteamiento más agresivo y Ancelotti los complació a todos.
Al Camp Nou saltaron Thibaut Courtois, Dani Carvagal, Éder Militao, David Alaba, Eduardo Camavinga, Toni Kroos, Luka Modric, Federico Valverde, Rodrigo Goes, Vinicius Junior y Karim Benzema. No pudo ser más atrevido el entrenador y su apuesta le dio resultados, porque salió del campo rival luego de anotarle cuatro goles a un equipo frente al cual había sufrido un mundo en las últimas presentaciones.
Luego de unos 40 minutos densos, en los cuales el Barcelona tuvo la pelota, como es costumbre, aunque sin generar muchos problemas, el Real Madrid se encontró con la posibilidad de un contragolpe y los ejecutó como dice el librito. El ataque blanco encontró desarbolada a la zaga catalana y le pasó por arriba. El gol fue a la cuenta de Vinicius Junior, pero la obra de arte pertenece a todo el equipo, entre ellos a Rodrigo y Benzema, quienes pusieron parte de su talento.
Era casi el momento de irse a los vestuarios para el descanso y cuando muchos en las gradas pensaron que verían otro Barcelona al regreso de las duchas, se equivocaron. El que regresó diferente fue el Madrid, que se apoderó de la cancha del juego y de las ocasiones. Marcó otras tres veces pero pudo hacerlo más, de no ser porque Marc André Ter Stegen volvió a convertirse en un coloso en la defensa de su arco.
ENCONTRONAZOS EN EL CÉSPED
Los partidos entre el Real Madrid y el Barcelona se calientan desde muchos días antes. De eso se encargan los medios, que buscan resquicios por donde colar la cizaña que luego se comen los deportistas en el campo y las aficiones en las gradas. Así ha sido por los tiempos de los tiempos y eso nadie lo cambiará, por más que haya algún mensaje de concordia.
Esta vez, para colmo, al visitante lo miraron con malos ojos y ni su presidente, quien habitualmente acompaña el equipo, hizo el viaje para la comida de directivas, que se canceló por segunda vez en dos semanas. Y eso también saltó al campo, donde se vieron entradas duras, cruces de palabras, empujones, provocaciones, todo eso entre jugadores, pero también ofensas y gritos desagradables desde la grada, además de lanzamiento de objetos.
Vinicius y Ronald Araújo tuvieron sus encontronazos. Al principio en aparente buen tono, pero luego más calientes, en un partido donde el brasileño hizo lo que quiso sobre la cancha y donde dejó, una y otra vez, en entredicho a un rival al que le había costado superar en las ocasiones precedentes, pero al que cada vez le tiene mejor tomada la medida. Al final, el uruguayo dijo que eran cosas del campo, que Vini Junior habla mucho en el campo y que eso calienta a los rivales.
Caliente también fueron las acciones de Gavi, el jovencito centrocampista catalán, que siempre encuentra a un rival para picarse. Y si en el partido anterior fue con Dani Ceballos, ahora hasta se empujó con Vinicius, además de protagonizar alguna que otra entrada dura y fuertes cruces de palabra, que pueden ser consideradas cosas habituales en un deporte brusco y de roces constantes como el fútbol. Tanto Gavi como Vinicius se llevaron tarjetas amarillas, aunque la de este último no impedirá que juegue la final del torneo ante el Osasuna en mayo próximo.
El Osasuna avanzó a la final al imponerse en semis al Athletic de Bilbao en San Mamés, en un partido que se decidió al final con un golazo, y quiere aprovechar la oportunidad de ganar un título para una afición que añora levantar un trofeo. El Real Madrid sale como favorito, pero en el fútbol a veces suceden cosas inesperadas, así que habrá tocará esperar a lo que suceda en La Cartuja, que será la sede de la final de la Copa del Rey.