Argentina versus Colombia: el ímpetu contra la experiencia en la Copa América

El próximo domingo, el césped del Hard Rock Stadium, ubicado en Miami Gardens, en el estado de la Florida, se verán las caras dos selecciones con características muy diferentes por el título de la Copa América: la multilaureada Argentina, y la más inexperta Colombia, que se ha abierto camino hasta el partido final con un fútbol impresionante, basado sobre todo en lo físico.

La Argentina de Lionel Messi y Leonel Scaloni por una parte. Una selección muy similar a la que ganó el título en la Copa Mundial de Qatar 2022. O casi la misma, porque el núcleo duro de la albiceleste es casi el mismo, solo que su gran estrella, el ahora jugador del Inter de Miami, es dos años mayor. O un año y medio, que es casi igual, sobre todo cuando pasas de las 36 primaveras.

PALMARÉS DE LA COPA AMÉRICA

Si Messi hace de capitán general de la escuadra argentina, acostumbrada de pronto a conseguir grandes títulos, Colombia también tiene un gran líder, uno que juega donde mismo lo hace el considerado mejor jugador de todos los tiempos. Con James Rodríguez, un jugador irreconocible, luego de años de ostracismo, el once cafetero puede obrar un milagro y conseguir su segunda Copa América.

¿PUEDE GANAR COLOMBIA LA COPA AMÉRICA?

Si el equipo que entrena el argentino Néstor Lorenzo se plantó en la final del torneo, tiene posibilidades de ganarlo. Ahora mismo no podría decir cuál es el por ciento de posibilidades de triunfo que tiene, porque eso no lo sabe nadie. Es una final de un torneo que puede cambiar el rumbo de una generación y como se dice siempre en el fútbol, las finales no se juegan, solo se ganan.

Y ya me dirán ustedes que les enumere con lo que cuenta la escuadra cafetera para imponerse a la Argentina de Lionel Messi. Y tampoco será tan complicado, porque vienen de dejar en el camino a dos de los grandes favoritos para llegar a la final: A la pentacampeona selección de Brasil la mandó al segundo puesto en la fase de grupos, tras empatar 1-1. Y luego, en semis, se impuso por 1-0 a otra favorita, Uruguay.

Nadie marcó más goles que Colombia en el torneo, que en cuartos de final le encajó una manita (5-0) a Panamá, y que contó siempre con un James Rodríguez muy implicado y comprometido. Desde aquella Copa Mundial de 2014, en la que fue líder absoluto y máximo goleador, el otrora jugador del Real Madrid no ha estado nunca tan inmiscuido en el juego como esta vez.

Lo mismo se le puede ver cerca del área, intentando filtrar un pase, que pegado al banderín de corner de su propia área, intentando impedir que prospere un rival. En lugar de un jugador que viene de vuelta, Rodríguez parece un bisoño futbolista que necesita de flashes y portadas para que aparezcan equipos interesados en él y le ofrezcan un jugoso contrato, algo que ya hace años ocurrió.

Colombia no es solo James Rodríguez. Es cierto que ha sido la gran estrella, pero el equipo de Néstor Lorenzo es sobre todo un bloque, un equipo con un físico impresionante, que corre lo mismo a los 10 minutos de comenzar el choque que a 10 del final y que tiene a dos estrellas para guiar sus pasos el mencionado zurdo y al goleador del Liverpool inglés, Luis Díaz. Con todos y con ellos dos, puede ser muy peligrosa Colombia.

¿SERÍA NORMAL UN TRIUNFO DE ARGENTINA?

La albiceleste es campeona del mundo. No es poco aval para un once que se planta en una final de Copa América, un torneo con menos caché que un Mundial, y contra un rival que no es Brasil ni Uruguay, dos de los grandes de Suramérica, y tampoco Chile, que hace un poco más de un lustro le arrebató dos títulos consecutivos, sin que supieran los argentinos cómo cortar aquella racha adversa.

Ya no es la Argentina que no gana, y cuya estrella y capitán no sabía qué hacer para intentar la victoria. Ahora la situación cambió, las cosas caen por su propio peso y el jugador que no podía emular a Diego Maradona porque no había ganado nada con la camiseta Albiceleste, se impuso en una Copa América y después en un Mundial. En esa situación, vuelve a ser favorita.

Pero Argentina no es solo Messi, aunque es válido decir que sin él en el campo, el grupo pierde la brújula, porque no encuentran sus compañeros habituales a quien darle la pelota. Sin él es mucho más difícil y todos los saben, por eso lo extrañaron cuando no vio acción y por eso también lo dieron todo para llegar a la final y volver a contar con su colaboración en el campo.

Si me preguntan si es favorito, o no, Argentina, diría que no hay ningún equipo en el que juegue Messi que no lo sea. Y no importa después si tienen a Lautaro Martínez, Alexis McAllister, Julián Alvarez, Enzo Fernáncez o Ángel di María. Si está Messi, el partido se debe resolver en los 90 minutos reglamentarios y salir ganador el equipo de Lionel Scaloni, como ha sido hasta ahora.

Sin embargo, si las cosas no salen bien y no consiguen ventaja, y el contrario tampoco, el partido entrará en el tiempo del Dibu Martínez y así sí que los rivales no tienen nada que hacer. A Argentina se le gana en la cancha, con la pelota a la carrera, porque con la pelota parada, desde el punto de penal, el arquero los hará campeones. NO lo digo yo, lo dice la historia.