Derek Jeter y Alex Rodríguez fueron grandes amigos en su etapa de jugadores universitarios. Un día esa relación, que parecía indestructible se rompió por unas declaraciones del segundo que el hoy Salón de la Fama no le perdonó. Por años, aunque defendieron juntos los colores de los Yankees, hubo tirantez entre ambos, hasta que ahora, al parecer, se fumaron la pipa de la paz y trabajarán juntos como analistas para Fox Sports.
Jeter y A-Rod fueron dos fenómenos desde muy jóvenes y los fanáticos solo esperaban que ambos llegaran a las Grandes Ligas, porque muchos medios y analistas no se cansaban de hablar del talento de ambos y lo que podrían hacer en un futuro que por entonces sonaba hipotético. Ambos eclosionaron como grandes estrellas, pero un día su amistad se trunco por aquellas fatídicas palabras.
Todo ocurrió durante un partido de baloncesto de la NBA, en el que estaba Alex Rodríguez, quien fue interpelado por un reportero de Esquire, quien le preguntó por su entonces gran amigo y rival, porque ambos defendían el campo corto en organizaciones distintas. Ese día, según algunos, A-Rod no estuvo acertado y sus palabras crearon un cisma enorme, con el cual cargó durante años.
Es reservado, tranquilo. Jeter ha sido bendecido con un gran talento a su alrededor. Así que nunca ha tenido que ser un líder. No tiene que hacerlo; puede ir y jugar, divertirse y batear.
AQUELLAS PALABRAS
Cuando el reportero de Esquire le preguntó a Rodríguez por Jeter, este se deshizo en elogios hacia el entonces talentoso defensor del campo corto de los Yankees, aunque aún no era el capitán de la organización, pero luego dijo que era reservado y tranquilo, y había sido bendecido con un gran talento, pero no tenía la obligación de ser líder porque estaba rodeado de grandes estrellas.
Para Alex, Jeter no tenía que ser líder y solo le bastaba con jugar, batear y divertirse. Incluso comentó que alinear como segundo era muy fácil, y muy diferente a estar en el medio del line up, como él, porque entonces tendría más responsabilidad en la producción ofensiva del equipo. Hasta ejemplificó el luego tercera base de los Yankees con que los contrario no iban a Nueva York a por Jeter, sino a por otros.
Los rivales, según A-Rod llegaban al Yankee Stadium e intentaba controlar a Bernie Williams y Paul O'Neill, dos de los grandes jardineros del equipo a finales del siglo pasado y principios del presente, pero nunca, recordó, tenían la mirada puesta en Jeter. Aquel "nunca dejes que Jeter te gane. Eso nunca es importante" que dijo el hasta entonces amigo cayó como un jarro de agua fría al campo corto, que decidió cobrárselas.
Desde ese momento, Jeter fue indiferente con Alex. Y cuando los Yankees adquirieron a este desde Texas en uno de los cambios más sonados de la historia de las Grandes Ligas, él ni se inmutó, se dedicó a seguir haciendo su trabajo, el de un jugador con anillos de Serie Mundial para casi todos los dedos de una mano, en tanto el segundo apenas iba por el primero, que conseguiría en el Bronx.
Y así pasó el tiempo. Ambos dijeron adiós al béisbol. Jeter como el gran capitán de los Yankees, casi como un dios para los fanáticos, y con una actuación que le permitió entrar al Salón de la Fama casi de manera unánime, de no haber sido por un solo voto en contra. Alex, enredado siempre en escándalos, sobre todo dos por dopaje, tuvo mejores números, pero Cooperstown le tiene las puertas cerradas, tal vez para siempre.
Quiero decir, batear de segundo en el orden es totalmente diferente a batear tercero o cuarto en un line up porque vas a Nueva York tratando de detener a Bernie [Williams] y [Paul] O'Neill y todos. Nunca dices, no dejes que Derek te gane. Eso nunca es importante
LA RECONCILIACIÓN
Ale Rodríguez hizo números para estar en el Hall of Fame como pocos otros peloteros, pero su comportamiento lo tiene en la lista de los excluibles, entre los cuales aparecen también otras glorias, como Barry Bonds, Mark McGwire y Roger Clemens, por mencionar solo a los más llamativos. Incluso como a Pete Rose, separado por apuestas en el béisbol, pese a su fenomenal récord de hits para una carrera.
Alex, sin embargo, se convirtió en empresario y aunque alguna vez estuvo a punto de involucrarse en la compra de los Mets de Nueva York, también en la MLB, terminó por convertirse en accionista de los Timberwolves de Minnesota de la NBA. Mientras, Jeter era el cerebro de los Miami Marlins, con los cuales cosechó una derrota tras otra, sin conseguir devolver al equipo floridano a la élite.
Estaba en el set de la Serie Mundial en Filadelfia y (David) Ortiz seguía mostrándome sus anillos de la Serie Mundial. Pensé que me uniría al equipo y lo humillaría un poco
Ahora Fox Sport los une de nuevo y habla de reconciliación, porque ambos actuarán como comentaristas para la referida cadena durante la próxima temporada, en compañía de otro grande, el dominicano David Ortiz. En un programa previo al Super Bowl, Rodríguez le entregó una camiseta de béisbol de Fox Sport a Jeter, quien luego bromeó con Ortiz sobre el número de anillos de ambos y dijo que estaría en las transmisiones para 'humillarlo un poco'.
Jeter, que ganó cinco anillos de Serie Mundial durante toda su carrera con los Yankkes de Nueva York, mientras Alex solo sumó uno, con el mismo equipo, tras un periplo por los Marineros de Seattle y los Rangers de Texas, volverán a compartir escenario, ahora en un estudio de televisión y los fanáticos se relamen por la posibilidad de escucharlos a los dos hablar de un deporte en el que fueron grandes estrellas.
Sin embargo, siempre habrá alguien que esté al tanto a cualquier encontronazo verbal entre uno y otro, a un posible desacuerdo y a la reacción posterior, aunque esas situaciones son comunes en el mundo del deporte y el béisbol no está exento. Eso sí, los amantes del deporte de las bolas y los strikes se alegrarán de que ambos vuelvan a trabajar juntos y en completa armonía.