A solo 100 días de inaugurar los JJ.OO de París 2024, desde la Agencia 'EFE' calcularon el promedio que podría costar para una Federación preparar a un deportista, y dejarlo con opciones de conseguir una medalla olímpica.
La investigación de la reconocida publicación analizó cifras en 8 países de América: (Estados Unidos, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Panamá, Paraguay y República Dominicana), sin embargó, se centró en los datos de dominio público de dichas Federaciones o Ministerios, y no en los deportistas que han costeado la mayor parte de su entrenamiento.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI), la partida presupuestaria que recibieron las esferas de Cultura y Deportes en 2023 ascendió a 1.806,7 millones de pesos (75,3 millones de dólares), 1,9 % del total de la inversión estatal.
Paulo Villar, director deportivo del Comité Olímpico Colombiano, aseguró que cada participación de sus deportistas podría alcanzar unos 15 millones de pesos colombianos o 3.600 dólares. Adicional a esto, hay que tener en cuenta que cada clasificado necesita un entrenador que puede costar 9 millones de pesos (2.340 dólares); un médico, un fisioterapeuta y un sicólogo, cada uno puede costar hasta 7 millones de pesos (1.800 dólares).
Para el caso de Republica Dominicana la cifra se ha calculado en 168.000 dólares, considerando factores como los topes internacionales y el mantenimiento de todo un equipo alrededor del competidor.
Panamá tiene la mayoría de sus esperanzas puestas en la boxeadora Atheyna Bylon, su preparación según la Federación de Boxeo Olímpico podría ascender hasta los 150.000 dólares.
En Chile, el presupuesto del Estado para el ejercicio 2024, se fijó en 37 mil 713 millones de pesos (39,4 millones de dólares). Cifra muy distante de los 34.000 dólares que recibió la piragüista María José Mailliard, al finalizar el 2023, por haber conseguido cuatro medallas entre el Mundial y los Juegos Panamericanos.
Cabe resaltar que en el país austral, la mayoría de los deportistas pueden ser cobijados por becas, y financiamiento a la preparación de los competidores. Mailliard por ejemplo, es beneficiaria desde 2022.