El mundo ha detenido nuevamente la mirada en Irán, tras el ahorcamiento del campeón de kárate Mohammad Mehdi Karami y del entrenador Seyed Mohammad Hosseini.
No ha pasado mucho tiempo, desde cuando el mundo conocio los casos de la escaladora Elnaz Rekabi y la ajedrecista Sara Khadem Al-Sharieh, a las que se les juzgo por competir sin velo en competiciones internacionales, posteriormente el caso más mediático fue el del futbolista Amir Nasr Azadani, quien en las últimas horas fue condenado a 26 años de cárcel por participar en varias protestas en el país.
Según han reportado varias agencias cercanas al gobierno iraní, Karami y Hosseini fueron ahorcados por haber matado a un miembro de la fuerza paramilitar Basij. Karami, de 21 años y de origen kurdo, era una gran figura del kárate iraní, tras haber conseguido varios títulos nacionales y formar parte de la delegación de irán en varias competencias internacionales, según Amnistía Internacional, el juicio de Karami fue hecho sin garantías, el otro ejecutado fue Seyyed Mohammad Hosseini, de 20 años, quien se desempeñaba como voluntario y entrenaba sin ánimo de lucro a niños del país.