Olympiacos tuvo este fin de semana una oportunidad única de quitarle el primer puesto en la Superliga de Grecia al Panathinaikos. Pero un gol anulado por el árbitro portugués João Pinheiro, respaldado por el VAR, desató la ira de los hinchas y del propio club, que se manifestó a través de su presidente Vangelis Marinakis.
Agradecemos a la afición del Olympiacos por la forma en que reaccionó ante otro flagrante robo en un partido de nuestro equipo. ¡Los árbitros en el campo y del VAR que controlan las fases del encuentro para favorecer a nuestros oponentes! Fueras de juego inexistentes, faltas que no existían, tarjetas... ¡La próxima vez encontrarán otra cosa! Ahora toda Grecia sabe lo que pasó. Seguiremos todos juntos con una sonrisa amarga, dándolo todo hasta el último partido: ¡Nuestros jugadores, nuestra afición! ¡Somos Olympiacos y somos ganadores natos! Este campeonato es uno de los más corruptos y depravados de todos los tiempos y todos lo saben, excepto quizás el gobierno griego".
Vangelis Marinakis, presidente del Olympiacos