El reconocido Cristo Redentor de Rio de Janeiro en Brasil, se iluminó en la última jornada, con los habituales colores verde y amarillo de la selección nacional, lo hicieron como homenaje al recordar el trigésimo aniversario del cuarto título mundial de la seleção, conseguido en el Mundial de Estados Unidos 1994.
Me gustaría felicitar a todos los jugadores y miembros del cuerpo técnico que participaron en esa gesta histórica. Es una alegría volver a ver las emocionantes jugadas y redescubrir la alegría que nos dieron hace 30 años.
Ednaldo Rodrigues, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol
El triunfo en 1994 llegó tras 24 años sin alcanzar el máximo reconocimiento en la cita mundialista. Ocho años después, en el Mundial de Corea y Japón, la verdeamarelha conseguiría su quinta estrella.