Lionel Messi se fue del Barcelona en el verano pasado. Pasó lo que nadie deseaba en Cataluña, y posiblemente en España, Argentina y medio mundo. El gran ídolo, y tal vez el mejor jugador que han visto la mayoría de las personas de este mundo, le dijo adiós al club de sus amores y se convirtió en un sonado refuerzo del PSG. En estrella del equipo parisino, con salario proveniente de los petrodólares cataríes.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Su primera temporada en París fue de penas. No se puede decir que de más penas que glorias, solo de penas, porque su papel en la Liga 1 fue intrascendente, lo mismo que en la UEFA Champions League, con un penalti errado en el partido de ida de los octavos ante el Real Madrid que, a la postre, eliminó al equipo que entrenaba su compatriota Mauricio Pochettino.
Messi se fue porque el Barcelona no tenía cómo pagarle el salario que pretendía el jugador, a pesar de que el entonces recién electo presidente Joan Laporta aseguró que se quedaría. Es más, esa fue su baza durante la campaña electoral: asegurar la continuidad del argentino al precio que fuera. Sin embargo, las diezmadas finanzas del club lo obligaron a tomar una decisión radical: abrirle las puertas y sin ingresar un euro a cambio.
Laporta apeló a Messi para ganar las elecciones
Messi había querido irse el año anterior, aún con Josep María Bartomeu en la presidencia. Envío un fax al club pidiendo su salida, pero el otrora presidente sabía que dejarlo salir sería su fin al frente de la institución y se opuso. Pero desde entonces las cosas no fueron bien para nadie, en un proceso que llevó al mandatario a renunciar y a la convocatoria de las elecciones en las que se impuso Laporta.
Populista in extremis, Laporta abrazó la bandera de Messi, quien se creyó siempre que el hombre que le dio al Barcelona su mejor momento, le garantizaría seguir en la ciudad y el club de sus amores, pero pocas semanas después se viró la tortilla: el Barça alegó que no tenía cómo pagar el salario al jugador y que lo mejor sería que se marchara a otro lugar.
Al momento apareció el PSG, cuya directiva quería reunirlo con su amigo Neymar Jr. para asaltar de una vez la Champions. Un salario altísimo, un proyecto supuestamente ganador, y el mejor jugador de la historia del Barça hizo sus maletas y las de su familia y se mudó a París. Antes de irse dejó claro que se había sentido traicionado, que nunca hubiera querido marcharse, incluso que estuvo dispuesto "a jugar gratis, si me lo hubieran pedido".
Al final, Messi ganó la Liga 1, pero en Champions se fue en octavos de final. Su equipo, con gol de Kylian Mbappé, ganó la ida en el Parque de los Príncipes ante el Real Madrid. Antes del gol de su compañero ya en tiempo de descuento, Messi pudo adelantar a los parisinos, pero el arquero rival, Thibaut Courtois, le detuvo un penal, que a la postre resultó decisivo.
Messi no hizo mucho más aquella noche. Y tampoco en la vuelta, en uno de los campos que mejor se le dio en su carrera, el Santiago Bernabéu. Apenas lució sobre el césped y aunque el PSG se adelantó, otra vez por gol de Mbappé, al final el Madrid anotó en tres ocasiones, todas de Karim Benzema, y los blancos siguieron su camino hacia el título de la Champions y el PSG volvía a casa con las manos vacías... una vez más.
Las culpas no las pagó Messi, sino Pochettino. El técnico no estuvo en el campo, pero la directiva no le perdonó que no encontrara respuesta al vendaval de juego que impuso el Madrid durante unos minutos y que no pudo contrarrestar el rival. Fracaso y frustración totales. Un año más sin poder alzar La Orejona, como le llaman al trofeo de la Champions League.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Los milagros del Barcelona
Pero en la vida ocurren milagros, cosas que nadie puede explicar y un Barça que tuvo un año en blanco, con deudas de más de mil 200 millones de euros y un fondo salarial negativo de 144 millones, se plantó en el mercado de fichajes como el gran revolucionador y ha pactado con cuanto jugador se le ha ocurrido al técnico Xavi Hernández y al presidente Laporta.
Primero el marfileño Franck Kessie, desde el Milán AC, y el danés Andrea Christensen, del Chelsea, y luego el brasileño Raphinha desde el Leeds United, y el polaco Robert Lewandowski desde el Bayer Múnich. Por los dos primeros solo pagaron primas de fichaje, pero los otros dos le costaron al club cerca de 130 millones de euros. Y aún falta el francés Jules Koundé, que costará otros 60, y los españoles del Chelsea Marcos Alonso y César Azpilicueta.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Laporta movió las famosas palancas y el dinero entró a raudales a las arcas del Barça. Tanto fue así que, desde Estados Unidos, dijo que el club estudiaba la vuelta de Lionel Messi para la temporada 2023-2024, justo cuando termina su actual contrato con el PSG. Y Xavi le abrió la puerta de par en par al crack, solo que este no se ha pronunciado, al menos por el momento.
¿Podrá volver Messi al Barça? Es posible. Miren a Cristiano Ronaldo, que da cualquier cosa por regresar al Real Madrid, en un intento por salir del Manchester United, donde recaló el año anterior. En Cataluña Messi fue feliz y allí forjó los siete balones de oro que ganó, las cuatro Champions que conquistó el Barcelona, y allí también hizo su familia y nacieron sus hijos.
El Barça es su casa de siempre
El equipo de Messi es el Barça, vuelva o no. Añora el Camp Nou, a su público, el blaugrana de los colores de siempre del club catalán, pero el regreso no es tan sencillo. Primero porque, si tiene una buena temporada, el PSG querrá quedárselo un año más y todos sabemos que los recursos de Qatar para convencer a sus jugadores son infinitos, y si no lo creen, miren el caso Mbappé y su casi fichaje por el Real Madrid.
Y si tiene un año malo, y se confirma su decadencia, Laporta se preguntará para qué quiere al argentino en el club, porque los jugadores, por muy buenos que sean, tienen una vida limitada y ya Messi tiene 35 años cumplidos y perdió la chispa aquella que lo hacía imparable. Cierto que sigue siendo un gran jugador, pero ya no es el crack que resuelve casi solo los partidos por mucha exigencia que estos tengan.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Ahora necesita otras cosas. Puede ser el director de la orquesta, pero no tiene la resolución de antes. Y tanto él como Laporta se lo pensarían cuando llegue el verano de 2023 y el argentino cumpla 36 años. Eso sí, hasta entonces, el presidente del club catalán hará todo por seguir entusiasmando a una afición que añora a su jugador predilecto y que pensará que en la directiva hay magos.
Si ya hicieron el milagro de las palancas, de sacar dinero de donde no había para fichar por más de 200 millones, como no harán el de traer a Messi de vuelta. Incluso, habrá quien piense que será el mismo de 2009 o 2015, solo porque Laporta lo diga, o porque lo crea, que puede ser lo mismo.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Yo creo que volverá alguna vez, aunque no tengo claro que sea como jugador. Messi es un estandarte del Barcelona y tiene que estar cerca del club que le dio gloria y al cual lustró con actuaciones espectaculares, pero eso de que regresará el año próximo me cuesta un poco creerlo. Aunque admito que con Laporta todo es posible. ¿Y usted qué cree?
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