Tocaba escribir de la Bundesliga. De la victoria del Borussia Dortmund por 0-3 ante el Augsburgo, y del revés del Bayern Múnich por 1-3 ante el RB Leipzig, que casi termina con el dominio absoluto del once bávaro en la lid germana, a la que solo le queda una fecha para saber si habrá un campeón diferente 11 años después. Pero hoy toca hablar de Vinicius Junior y de lo que pasa en el fútbol español con el brasileño.
Este domingo, Mestalla, el estadio del Valencia, rebosó la copa en cuanto a la campaña contra el delantero brasileño, convertido ahora mismo en el jugador más determinante de la Liga Española y centro de agresiones racistas desde las gradas, incluso desde antes de llegar al campo de juego, además de objetivo de provocaciones de rivales, que van a poner él, una y otra vez, a provocarlo y golpearlo.
Pero lo de Mestalla superó lo que ocurrió en Mallorca, en Cadiz, en Pamplona, o en cualquier otro campo. Los gritos racistas se iniciaron desde que el bus del Real Madrid se acercaba al campo. Los seguidores del Valencia sabían que Vinicius podía ser decisivo en las aspiraciones de los de casa de evitar el descenso y la emprendieron con él. Lo que se vio en el campo no fue deporte limpio, en realidad, y debería abochornar a algunos, incluyendo árbitro y VAR.
Apuestas en el Fútbol con Bet365El Real Madrid considera que tales ataques constituyen además un delito de odio, por lo que ha presentado la correspondiente denuncia ante la Fiscalía General del Estado, en concreto ante la Fiscalía contra los delitos de odio y discriminación, para que se investiguen los hechos y se depuren responsabilidades.
Comunicado del Real Madrid
UNA ROJA CON SECUELAS
En las postrimerías del choque hubo algún agarrón, empujones y hasta un golpe, que el árbitro zanjó con un par de amarillas, una de ellas a Vinicius Junior, pero el VAR llamó al árbitro a revisar la jugada, y la imagen que le mostró fue la del brasileño soltando el brazo y golpeando en la cara a Hugo Duro. No vio el juez nada más, y volvió al campo, cambió la tarjeta amarilla por roja y mandó a Vini al vestidor.
Luego en el acta, el colegiado reflejó que sacó la tarjeta roja a Vinicius Junior por golpear a un rival. Visto así, el brasileño se puede llevar hasta tres partidos de sanción, que es lo que toca para estos casos, pero la escena fue fea -demasiado- y tal vez estuvo mal contada. Si en lugar de ponerle solo al árbitro el brazo que soltó Vinicius al rostro de Hugo Duro, le ponen toda la secuencia, habría tenido que mostrar más de una roja.
En primera instancia, el arquero del Valencia, el georgiano Giorgi Mamardashvili, agarró por el cuello a Vinicius, y Hugo Duro lo sujetó por detrás, también en acciones violentas, a las que respondió el goleador del Real Madrid. El golpe de Vinicius mereció la roja, pero los dos valencianistas también tenían que haberse ido del campo. La víctima, una vez más, cargó con las culpas.
Antes de eso, mientras Vinicius progresaba en un ataque desde la línea de fondo hacia la portería de Mamardashvili, uno de los zagueros locales mandó un segundo balón, que habían lanzado al campo, para hacer que el árbitro detuviera la jugada. Y lo consiguió. Comenzó todo ahí, entre ellos los gritos desde la grada, por parte de un individuo que el brasileño señaló, en tanto le pedía al árbitro que hiciera algo.
Amenazó Vini con irse del campo y su compañero Thibaut Courtois dijo después que se habría ido con él. Pero, al final, Ancelotti lo convenció para que siguiera en la cancha, sus compañeros lo arroparon, aunque lo de la roja lo dinamitó todo poco después. Lo que ocurrió en Mestalla, sin embargo, dejó secuelas y un día después redes y medios arden con todo lo ocurrido.
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Río Ferdinand
APOYO A VINICIUS
La condena a lo ocurrido en Mestalla ha sido casi unánime, salvo por algún jugador del equipo valencianista, alguien del cuerpo técnico o algunos periodistas afines al referido equipo, como el que le preguntó al brasileño si no iba a pedir disculpas a la afición mientras este firmaba autógrafos a algunos aficionados, o el que intentó que Ancelotti rectificara, en conferencia de prensa, sobre aquello de que su jugador era víctima.
Unas horas después, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, preocupado por todo lo que se ha formado alrededor de Vinicius, fue hasta la ciudad deportiva a entrevistarse con su jugador, a transmitirle todo su apoyo, mientras el club emitía un contundente comunicado, en el que advertía que lo ocurrido en Mestalla sería llevado ante la Fiscalía.
El Valencia también emitió un comunicado oficial para dejar claro que como club está en contra de cualquier actitud racista y que trabaja en la identificación de los culpables para expulsarlos del campo y dar un ejemplo, mientras el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, increpaba a Javier Tebas, el presidente de La Liga, quien se ensarzó en redes con Vinicius Junior.
Al final, más allá de comunicados, de declaraciones cruzadas, insultos racistas, tarjetas mostradas por los árbitros o agresiones en el campo, el fútbol español ha mostrado su peor cara durante buena parte de la temporada, y no solo este domingo en Mestalla, y casi siempre con Vinicius como protagonista, y no porque este sea un provocador, sino porque es un crack y juega para el Madrid.
Situaciones similares ocurrieron con Cristiano Ronaldo en su momento, y al final pararon, porque el luso los callba con goles, lo mismo que empieza a hacer el brasileño, quien cuando debutó no acertaba uno y no lo tenían en cuenta, pero cuando empieza a ser determinante, la emprenden con él. Toca a los árbitros, dirigentes de la Liga y la Federación terminar con todo este barullo. Es la hora.
Apuestas en el Fútbol con Bet365En general, por desgracia, ha habido casos de racismo en el fútbol siempre y es una pena que esto pase en 2023. Hay que condenar cualquier acto de racismo. Aquí no hay escudos, son personas, y hay que condenar actos de racismo como el de Vinicius en Mestalla.
Havi Hernández