Con Jannik Sinner no valen medias tintas, y el Abierto de Estados Unidos, que finalizó hace unas horas en Flushing Meadows, en la ciudad de Nueva York, le dio la posibilidad de reivindicarse como número uno del mundo, justo unas semanas después de que su nombre estuviera en boca de todos por un caso de dopaje que su equipo y sus médicos lograron justificar sin ir a mayores.
El clostebol, la sustancia que encontraron en la orina del italiano, número uno del mundo y primer sembrado en el US Open, supuestamente entró en su cuerpo como resultado del trabajo de un fisioterapeuta, que se la había puesto en la piel para tratar una herida. El aerosol se lo dio entre el cinco y el 13 de marzo pasado y todo se trató después como un caso de contaminación epidérmica, sin llegar a más.
Sin embargo, el caso de dopaje despertó suspicacias en el mundo del tenis, incluso entre algunos integrantes del circuito profesional, y de algunos que ya no están, pero que se atrevieron a dar su opinión. El italiano tuvo críticos, como ocurre siempre, y también personas que lo apoyaron, tal vez no por él sino porque confían en los mecanismos de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) para estos casos.
Apuestas en el Tenis con Bet365Es ridículo, ya sea accidental o planeado. Te hacen dos pruebas con una sustancia prohibida (esteroides). Deberías estar fuera -del circuito- durante dos años. Tu rendimiento mejoró.
Nick Kyrgios
EN MEDIO DEL ESCÁNDALO, EL US OPEN
Cuando el supuesto escándalo de dopaje llegaba a su clímax, sobre todo por unas declaraciones del australiano Nick Kyrgios, exnovio de la novia actual de Sinner, llegó el Abierto de Estados Unidos, y el italiano salió decidido a demostrar que ahora mismo es el jugador más en forma del mundo, y su cartel de favorito no se lo puede quitar nadie ni emborronarlo lo que diga otro.
Pero dejemos detrás el caso de dopaje, explicado al detalle en varias publicaciones, que describen cómo el fisio del tenista, trató unas afecciones cutáneas luego de haberse aplicado la sustancia, una de las razones por las cuales se le detectó. Lo cierto es que desembarcó en Nueya York como un torrente más poderoso que el que cae por las cataratas del Niágara, y en todo el torneo solo perdió un set.
Apuestas en el Tenis con Bet365Muchos jugadores tuvieron casos similares y no obtuvieron el mismo resultado...Hay algo detrás de todo esto que mucha gente no sabe seguramente, incluso yo no lo sé...
Novak Djokovic sobre el dopaje de Sinner
El único jugador que le arrancó un set fue el ruso Daniil Medvedev en cuartos de final, quien, en la pista Arthur Arshe, luego de perder ante Sinner el primer parcial por 6-2, le endosó un 6-1 que puso a pensar a los asistentes en la posibilidad de que el moscovita logrará quitarse de encima su principal escollo camino a la final y a su segundo título en Flushing Meadows, pero todo fue una ilusión pasajera. El italiano no permitió más libertades.
Por si eso fuera poco, el resto de sus rivales de más consideración, como el superveterano serbio Novak Djokovic y el español Carlos Alcaraz, caían por el camino y le dejaban vía libre para ir a por el título ante un tenista sin experiencia en estos partidos que deciden trofeos y ponen millones de euros en juego, como los tres millones 600 mil que se llevó por ganar.
Al final, le tocó el local Taylor Fritz, un espigado tenista de 1.96 de estatura con un saque poderoso, pero sin la movilidad que se necesita en la pista para doblegar al italiano, que estaba en estado de gracia. Dos sets dominó Sinner con tranquilidad y en el tercero, cuando iba 3-5 debajo, se negó a dar más oportunidades al contrario y terminó por doblegarlo con un 7-5 trabajado, pero justo.
¿HAY CAMBIO GENERACIONAL EN EL TENIS?
La victoria de Jannik Sinner en Nueva York, corta una racha enorme de 21 temporadas en las cuales al menos uno de los tres más grandes tenistas de la historia -léase Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic- no ganaban al menos un torneo, y ya eso es bastante significativo y habla de un cambio total en el mundo del tenis, porque 2024 puede ser el primer año, o 2023 el último con hegemonía del llamado Big Three.
El dominio de la generación anterior comenzó en Wimbledon 2003 con una victoria del suizo Federer, y hubo momentos desde entonces que el control sobre el resto fue tan imponente que entre los tres se repartieron todos los trofeos de Grand Slam. Solo esporádicamente algún intruso se coló en la ecuación y logró llevarse un gran premio, hasta que los años comenzaron a hacer mella en el físico de algunos.
Primero se fue Roger, cansado de vagar por el circuito sin opciones. Nadal no se ha ido, pero se espera que lo haga de un momento a otro, porque su físico no da para más, y Djokovic se fue en blanco en los cuatro grandes en 2024, aunque se apuntó con toda la clase del mundo el título en los Juegos Olímpicos de París 2024, una razón de peso para tenerlo en cuenta aún.
Las bajas de uno, coincidieron con el Alza de otros. Sinner ganó el Abierto de Australia al imponerse en la final al ruso Medvedev, y luego en Roland Garros, el vencedor fue el español Carlos Alcaraz, verdugo del alemán Alexander Zverev, y el propio ibérico se impuso con claridad absoluta a Djokovic en las pistas de hierba de Wimbledon. El serbio llegó hasta allí a pesar de haber sido operado de la rodilla un mes antes.
Apuestas en el Tenis con Bet365Yo al final confío en la buena fe de la gente y no creo en ningún caso que Sinner se haya querido dopar. Tampoco creo que la justicia nos tenga que gustar sólo cuando se resuelve de la manera que nosotros pensamos...Confío en los órganos que tienen que tomar decisiones y pienso que realmente las toman en base a lo que ellos creen que es lo correcto. Por eso confío totalmente que si no le han sancionado es porque los que han tenido que juzgar este caso han visto de una manera muy clara que lo que había no era sancionable
Por último, volvió el tiempo de Sinner. Djokovic no fue contendiente, porque en tercera ronda cayó ante el australiano Alexei Popyrin, para certificar que el tiempo de aquello tenistas invencibles está tocando a su fin, y que una nueva hornada de jugadores se abre paso de manera arrolladora, con Alcaraz y Sinner como los de futuro -y presente- más promisorios, al menos por lo visto en los tres últimos años.