Hace algunas semanas, en este mismo espacio, comentamos que el equipo de nado artístico mexicano tuvo que recurrir a la venta de trajes de baño para solventar sus gastos de cara a la Copa del Mundo de la especialidad celebrado en Egipto. ¿El resultado? Se obtuvo el primer sitio.
Este resultado sin duda es motivo de alegría para un deporte mexicano sumido en la mediocridad, en la lucha de intereses, en la nula importancia que las autoridades encargadas del deporte dan a sus atletas. De ahí no se pregunte por qué México nunca destaca en Juegos Olímpicos, o por qué el historial de tan pocas medallas obtenidas en esta justa, y no, no es culpa ni de los atletas ni de los entrenadores, es culpa de los de traje y corbata quienes tienen la obligación de apoyarlos.
Y es sumamente triste que en lugar de destacar el triunfo de las mexicanas, hoy, la prensa de este país esté enfocada en que el Gobierno de México, por medio de un tweet, se pronunció feliz por el resultado obtenido por las nadadoras, cuando no recibieron ni un solo peso por parte de ellos.
Entonces ¿cómo llegaron a costear su viaje a Egipto? No fue el gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, tampoco la CONADE (Comisión Nacional de Deporte), ni la titular de esta, Ana Gabriela Guevara, quien dicho sea de paso es una de las deportistas más importantes en la historia de México, pero que como funcionaria ha dejado mucho qué desear. Tampoco fue la SEDENA (Secretaría de la Defensa Nacional), institución que alberga a atletas y los apoya con una beca.
En el programa de la periodista Adela Micha, la nadadora Pamela Sobrino, mencionó que fue Carlos Slim, el empresario más importante de México, y en su momento uno de los hombres más ricos del mundo, así como Arturo Elías, su yerno, quienes solventaron los gastos de viaje para el equipo mexicano.
De la misma forma, Sobrino explotó en contra de Andrés Manuel López Obrador, pues este afirmó que su gobierno desembolsó dinero para que el equipo pudiera viajar a Egipto, y que también les dio “viáticos” para sus gastos personales, algo que la nadadora desmintió de manera tajante.
Y es que la administración de Ana Guevara ha estado alejada de lo que es buscar un beneficio para el deporte mexicano, al contrario, se habla de desvío de recursos y otros temas de gravedad.
Hoy México es campeón del mundo, y como no es fútbol, los medios de comunicación no hablan de ello. Las atletas no son portada, pues además estamos en Liguilla de la Liga MX y en una agenda deportiva como la mexicana, nada, ni un campeonato del mundo en nado artístico es más importante como la próxima ronda de semifinales entre Tigres y Monterrey así como América contra Chivas.
Mientras tanto, la llamada 4T o Cuarta Transformación como se autodenomina el gobierno mexicano, se seguirá colgando medallas que no le pertenecen, algo que sin duda ha ocurrido en otros sexenios y que siguen realizándolo de forma descarada.