En dos días arranca la Serie Mundial de las Grandes Ligas. Rangers de Texas y Diamondbacks de Arizona se medirán por el título más ansiado del béisbol. Ambos llegan a la instancia máxima luego de dejar en el camino a otros equipos con más favoritismo y, sobre todo, tras cortar las ilusiones de los Astros de Houston y los Phillies de Filadelfia, los protagonistas de la edición anterior.
Ninguno de los dos ganó su división durante la temporada regular. Cierto que los Rangers terminaron con la misma cantidad de triunfos y derrotas de los Astros en la zona del Oeste de la Liga Americana, pero habían perdido ante ellos la serie particular, y mientras los de Houston evitaban la serie de comodines, ellos tuvieron que jugarla, aunque apenas necesitaron dos partidos para entrar en la fase siguiente.
Los de Arizona, por su parte, entraron como comodín, lo mismo que los de Philadelphia, pero ambos avanzaron a la siguiente ronda al deshacerse de los Cerveceros de Milwaukee y los Marlins de Miami, por ese orden, en tanto aguardaban para entrar en acción dos equipos que ganaron más de un centenar de juegos, los Dodgers de Los Ángeles y los Bravos de Atlanta.
LOS RANGERS FUERON UNA APISONADORA
En la serie de comodines, a los Rangers les tocó debutar con los Rays de Tampa, un club con un arranque de temporada espectacular, pero que se fue desinflando poco a poco, con el paso de los meses, sobre todo después de la salida por sanción de su torpedero titular, Wander Franco, por relaciones con una menor de edad. Y a pesar de jugar en el Tropicana Field de San Petersburgo, los de Texas se llevaron ambos partidos.
Jordan Montgomery y Nathan Eovaldi se apuntaron los dos triunfos. Solo una carrera pudieron marcar los Rays ante ellos y el bullpen, y en el segundo juego, el cubano Adolis García pegó un jonrón solitario e impulsó su primera carrera de la postemporada. Luego, ante los Orioles de Baltimore, ambos serpentineros se anotaron otro par de victorias, de las tres que necesita el equipo para llegar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
En los primeros dos juegos, García apenas remolcó una carrera y se ponchó en cinco ocasiones, pero en el tercero y definitivo explotó con el bate, con cuadrangular y tres carreras remolcadas. Era apenas el preámbulo de lo que haría ante los Astros de Houston en la fase siguiente, la previa a la Serie Mundial, que arrancó con dos desafíos y dos triunfos en el Minute Maid Park.
Luego, en el Globe Life Field de Arlington, fueron los Astros los que ganaron los tres partidos y pusieron la serie a punto de mate. Los de Houston volvían a casa con la necesidad de ganar uno solo de los partidos. Era lo menos que se le pedía a un equipo que juega en casa, pero de nuevo Eovaldi y Montgomery les estropearon los planes, y sobre todo García, que bateó tres cuadrangulares en ambos juegos y remolcó nueve carreras, para llegar a 20 en la postemporada y colocarse a una del récord, en poder de David Freese desde 2011.
Los Rangers, además de la forma de Eovaldi y Montgomery, tendrán en mejor forma a su as del box, Max Scherzer, y contarán con la experiencia de su manager, Bruce Bochy, quien conoce al dedillo los vericuetos de la Serie Mundial, la cual ganó en cuatro ocasiones, cuando dirigía a los Gigantes de San Francisco. Con estos hombres, el equipo texano me parece favorito para levantar el Trofeo del Comisionado, pero no siempre gana el que parece más poderoso.
DIAMONDBACKS, UNA SORPRESA EN LA SERIE MUNDIAL
Si pocos creyeron en los Rangers cuando se terminó la temporada regular, menos apostaron porque los de Arizona llegarían a la Serie Mundial. Tal vez era el segundo equipo al que menos opciones les daban algunos, solo por delante de los Marlins de Miami, que habían sufrido la pérdida de su principal lanzador poco antes. Pero el béisbol es así y es en el terreno donde se decide quién avanza y quién no.
Para colmo de males, les tocó medirse a los Dodgers en la ronda siguiente. No era un equipo cualquiera, sino un rival que les había sacado 16 juegos de ventaja en la temporada regular en la División del Este de la Liga Nacional. Pero la postemporada es otra cosa y no es poco común que un equipo que entra a octubre como segundón termina por llevarse los honores.
Mientras ellos se deshacían del equipo angelino, los Phillies hicieron lo mismo con los otros grandes favoritos, los Bravos de Atlanta, máximos ganadores de la contienda regular en ambos circuitos, y poseedores de la ofensiva más poderosa de las Grandes Ligas. Diamondbacks y Phillies se allanaron el camino mutuamente, pensando en el Clásico de Octubre, como llaman a la Serie Mundial.
Los Phillies dieron primero, y dos veces, en el Citizens Bank Park, pero en el Chase Field los de Arizona ganaron dos partidos y sentenciaron en la vuelta a Filadelfia. Parecía imposible, pero lo consiguieron. Su pitcheo funcionó a las mil maravillas, el bateo estuvo oportuno y cuando estuvieron debajo no se achicaron ante el rival. Sin embargo, todavía falta la parte más completa del camino, la discusión del título.
Si no ganan, su hazaña no será recordada y hasta los seguidores olvidarán en unos años que en 2023 vencieron a rivales poderosos para pelear por el título. La historia recuerda a los ganadores, sobre todo en el deporte. Y aunque para mí, los Rangers son los favoritos, la escuadra de Arizona no es una convidada de piedra. Depende de cómo se manejen sus jugadores, de cómo soporten la presión. Eso sí, el pareo será interesante. ¿Cuál es tu favorito?