El Mundo del béisbol profesional estadounidense tiene la vista puesta en la postemporada, en conocer cuáles serán los equipos que avanzarán más allá del calendario regular, tanto en la Liga Americana como en la Nacional y, si acaso, los analistas se enrolan en diatribas sobre quién merece ser el Jugador Más Valioso (MVP) en cada circuito, pero hay un hecho que pasa inadvertido hasta ahora: el paso del venezolano Luis Arráez.
Para el segunda base de los Padres de San Diego, la temporada de 2024 ha sido complicada y muy difícil, pero puede terminar de la mejor manera posible, con un título de bateo, el tercero consecutivo, con la singularidad de que lo lograría con tres equipos diferentes, algo que nunca ha ocurrido en el llamado mejor béisbol del mundo, y que le permitirá entrar en la historia.
A falta de una docena de juegos para que finalice el torneo regular, los Padres de San Diego, que perdieron a su mejor jugador de la temporada pasada a esta, en referencia a Juan Soto, que fue canjeado a los Yankees de Nueva York, tienen casi seguro un puesto en los play off, y Arráez, salvo imponderables de última hora, es casi seguro líder de los bateadores, porque le saca 18 puntos al dominicano Marcell Ozuna.
Apuestas en la MLB con Bet365La única forma de poder apreciar lo que Luis Arráez hace en el terreno de juego es estando ahí, viendo su rutina y jugando con él. Me explico, cuando tú miras a una persona y no solo Luis Arráez, estoy hablando en analítica general, tú dices: tiene el SLG bien bajito, no da jonrones, eso fue que tuvo un año de suerte. Arráez trabaja en las prácticas, si el campo corto le juega para un área, el batea 10 para la otra banda
Carlos Correa
UN TROTAMUNDO DEL HIT
Arráez es un recio bateador, pero no un toletero al estilo Aaron Judge o Shohei Ohtani, es un bateador de contacto, con una precisión tremenda a la hora de golpear la pelota y dirigirla a un lado del campo u otro, y con una vista de águila para seleccionar los lanzamientos buenos, sin importar la región del home play a la que los haya enviado el lanzador contrario.
Eso lo demostró hace tres años con los Twins de Minnesota, con los cuales ganó la primera de sus tres coronas de bateo. Entonces jugaba en la Liga Americana y cuando los Mellizos lo cambiaron a los Marlins de Miami, no le importó mucho. En un momento, dado el gran paso que llevó durante la primera mitad de la campaña de 2023, se pensó que podía ser el primer en más de medio siglo en batear sobre .400.
Al final, la cantidad de partidos, la extenuante campaña, el paso perdedor de los Marlins, y tal vez, hasta la presión, conspiraron contra él y cayó hasta el nada despreciable .354, que le valió para ser puntero en ataque en la Liga Nacional. Y con los Marlins arrancó la presente temporada, pero entre rumores de cambio a Nueva York u otro destino, terminó por recalar en San Diego, con los Padres.
Si bien es cierto que no tuvo un buen arranque de temporada y que, incluso, su promedio ofensivo se cayó en algún momento de los .300, en las últimas semanas su bate se ha calentado y eso le ha servido para dejar atrás a Ozuna, que en algún momento pareció que iba a ganar la triple corona de bateo y se puede quedar sin los tres premios, porque Ohtani manda en jonrones, Willy Adames en impulsadas y Arráez en promedio.
Apuestas en la MLB con Bet365Cuando yo estaba en el círculo de espera él me decía: me está jugando detrás del pitcher el campo corto, le voy a dar para allá. No importa si el lanzamiento era pegado, afuera, alto, bajito, él le pegaba para allá. Me decía: el left field me está jugando cargado a la línea, le voy a dar entre el izquierdo y central. Sacaba un doble de línea por allá. ¿Qué te dice eso? El hombre está sacrificando un poquito de poder para poder controlar su bate mejor. Le da a la bola para donde el quiere y eso es lo que lo hace especial... Si tú miras los números y no conoces el nombre, dices: no no, eso fue que tuvo suerte. Cuando esas bolas no piquen ya no va a poder batear. Él (Luis Arráez) no es así, él decide para donde quiere que salga la bola. Eso es algo especial, un talento que no lo tiene más nadie. Al único que se lo he visto hacer es a él y el único que lo va hacer en la historia es él
Si, al final, la diferencia de 18 puntos sobre Ozuna, termina por validarse, sería el primer caso de un bateador que gane el título de bateo tres veces consecutivas, con tres equipos diferentes. Lo de hacerlo tres veces en línea no es tan llamativo, pero sí haberlo logrado luego de cambiar en otras tantas ocasiones de casaca, como ha pasado con Arráez, un hombre ideal para batear arriba en la alineación.
LARGAS CADENAS DE TÍTULOS DE BATEO
En toda la historia de las Grandes Ligas, jamás un bateador ganó una terna de títulos de bateo de forma consecutiva con equipos diferentes, de hecho cada vez es más difícil que alguien consiga tres coronas en línea. El último de ellos en hacerlo fue otro venezolano, Miguel Cabrera, quien, con el uniforme de los Tigres de Detroit, fue puntero desde 2011 a 2013 con .344, .330 y .348.
Cabrera, que se retiró el año anterior, es claro candidato a entrar en el Salón de la Fama de Cooperstown cuando se cumplan los cinco años obligatorios para entrar en las boletas. Antes que el venezolano, hay que remontarse a otro jugador de los Padres, Tony Gwynn, quien lo hizo tres veces entre 1994 y 1996, y otras tres antes, entre 1987 y 1989, Mientras Wade Boggs ganó en cuatro ocasiones, de 1985 a 1988, con los Medias Rojas de Boston.
Apuestas en la MLB con Bet365Cuando comienza el juego, te espera una batalla, desde el principio y cada vez que aparece. Son turnos al bate implacables. Son turnos al bate difíciles y competitivos. Y Luis marca la pauta para todos. Tiene un talento tremendo
Mike Shildt, manager de San Diego
Cuatro veces lo logró también el panameño Rod Carew, de 1972 a 1975, con la franela de los Mellizos de Minnesota. En tanto, Roger Hornsby ganó seis veces, de 1920 a 1925, cuando era jugador de los Cardenales de San Luis, en tanto, más atrás, el fenomenal Ty Cobb hiló una cadena de nueve títulos en línea de 1907 a 1915, siempre con los Tigres de Detroit, el equipo con el que jugó durante 22 temporadas.
Cobb hizo un paréntesis en 1916, a pesar de que bateó .370, para que el premio se lo llevará Tris Speaker, y luego se agenció otras tres coronas de bateo, con promedio de .383, .382 y .384. Antes de eso, había bateado dos veces sobre los .400, y solo una vez en su carrera, en el año de su debut, el muy lejano 1905, no estuvo sobre la cifra mágica de los .300, de la cual no se bajó más, ni cuando era todo un veterano.
En sus últimos tres años, lastrado físicamente, el primero con los Tigres y los dos siguientes con el Philadelphia bateo para .339, .357 y .323. En la temporada de su despedida ya no era el mismo, al extremo de que por primera vez en su carrera lo atraparon robando más veces de las que lo capturaron, porque salió en 14 ocasiones y solo llegó seis, como señal de que su tiempo había pasado.