Los Yankees de Nueva York viven uno de los peores arranques de los últimos años en las Grandes Ligas, al terminar últimos el mes de abril, con solo un triunfo más que las derrotas que suman, lo cual los coloca últimos de la División del Este de la Liga Americana, que dominan con Claridad los Rays de Tampa Bay con 23 éxitos en 29 partidos.
Los Mulos del Bronx apenas ganaron tres de sus últimos 10 partidos y llevan tres derrotas en línea recta, sobre todo porque su pitcheo abridor no ha estado a la altura, y tampoco el de relevo, sin excluir la ausencia en la alineación de sus dos piezas fundamentales, Giancarlo Stanton y Aaron Judge, ambos por problemas físicos.
Stanton lleva dos semanas en la lista de lesionados, a donde llegó después de un arranque de campaña satisfactorio, con cuatro cuadrangulares, 11 carreras impulsadas y average de bateo de .269, generalmente como bateador designado, aunque el manager Aaron Boone también lo utilizó en el jardín derecho en alguna ocasión, después de mover a Judge al central.
LA DOLOROSA AUSENCIA DEL JUEZ
En la pasada temporada baja Aaron Judge firmó un jugoso contrato con los Yankees. El estelar jardinero, dueño del récord de más cuadrangulares en una temporada en la Liga Americana, cobrará por los próximos nueve años a razón de 40 millones de dólares al año, los cuales estarían muy bien pagados si el espigado jardinero jugara la misma cantidad de partidos que la campaña anterior.
Pero eso es un poco hipotético, porque El Juez suele pasar una buena cantidad de juegos en la lista de lesionados cada año, y en esta ocasión arrancó temprano, porque a finales del primer mes presentó los primeros problemas físicos y Boone lo mandó al banquillo con la esperanza de que se recupere lo antes posible y pueda volver a ser útil a un equipo que pierde mucho en su ausencia.
El primer turno al bate del nuevo capitán de los Yankees en la presente temporada lo resolvió con un cuadrangular, sin embargo, en los 25 juegos posteriores solo logró sacar otras cinco pelotas del parque, lo cual no está nada mal, pero tampoco es lo que la gerencia del equipo neoyorquino espera de su jugador insignia, por el cual hicieron el desembolso más grande de la historia, en términos anuales.
Ahora mismo, luego de 26 partidos, el Juez visitó la caja de bateo en 96 veces oficiales, con 18 carreras anotadas, 24 hits, cinco dobletes y 14 impulsadas, menos de la mitad de las que exhibe el líder de la Liga Americana y de todas las Grandes Ligas, el cubano Adolis García, quien ya anda por 30, defendiendo los colores de los Rangers de Texas. A Judge la afición le pide más y también los que desembolsaron los millones por él.
Sin Judge o Stanton en la alineación, la ofensiva pierde fuelle y los lanzadores contrarios trabajan con más comodidad, porque no es lo mismo enfrentar a El Juez, Anthony Rizzo y Stanton en línea, que medirse a la formación que utilizó Boone en sus últimos partidos contra los Rangers de Texas, llena de bateadores que, en un principio, no contaban como titulares.
SIN JARDINEROS Y CON PROBLEMAS CON EL PITCHEO
Si a Aaron Boone le dicen antes de arrancar la temporada que usaría en alguna ocasión a Franchy Cordero en el jardín derecho, a Isiah Kiner-Falefa en el central y a Oswaldo Carera en el izquierdo, no se lo iba a creer, al menos que fuera por una decisión voluntaria, para que descansara alguna de sus estrellas. Pero esa formación se ha vuelto habitual en los últimos días y, al parecer, con ella tendrá que seguir trabajando.
A Romero lo dejaron libre los Orioles de Baltimore tras la pretemporada y los Yankees, que sabían que podían tener problemas, le echaron mano. Y Kiner-Falefa, que llegó al equipo como torpedero para la temporada pasada, es ahora el tercero para esa posición tras Anthony Volpe y el propio Cabrera. Incluso, los Yankees no tuvieron más opción que usar a Willie Calhoun como designado, tras la salida de escena de Staton, a pesar de que este ha pasado sin penas ni glorias por las Grandes Ligas, luego de cinco años con Texas y uno compartido entre los Rangers y los Giants.
Al mismo tiempo, el pitcheo, salvo la excepción de Gerrit Cole, ha estado desastroso. La mayoría de los abridores no han hecho el trabajo y el bullpen mucho menos. Entre todos los encargados de abrir, en 29 partidos, solo han tenido ocho salidas de calidad, cinco de ellas a la cuenta de Cole y dos para Néstor Cortés, castigado en la paliza de este domingo ante los Rangers, en cuyo juego abandonó sin terminar cinco innings y con siete carreras en cuenta.
De los que abrieron partidos, salvo Cole -como siempre, todos lanzan para efectividad superior a 4.90, demasiado alto para un equipo que lidia en la misma división de los Rays, los Medias Rojas de Boston, los Azulejos de Toronto y hasta los Orioles, todos ahora mismo por delante de los Yankees, que necesitan reencontrar su buen juego lo antes posible.
El cerrador estrella del equipo, Clay Holmes, ha salvado cuatro partidos, pero no ha estado a la altura y su efectividad de 3.72 lo demuestra, y el resto de los relevistas tampoco anda nada bien, en tanto Boone espera por el retorno a la rotación de algunos de sus lesionados, pero, sobre todo, le preocupa más que regresen a la alineación el Juez y Stanton, para por lo menos tener opciones de hacer carreras.