Los Yankees de Nueva York no quieren quedarse otro año fuera de la postemporada, ni quieren alargar la cadena de años sin conseguir una Serie Mundial. Intentan, por todos los medios, que el equipo vuelva a ser competitivo y ganador y aprovechan la temporada baja y las reuniones invernales para darle forma al equipo de cara a la campaña que arrancará en abril de 2024 y lo hacen con Juan Soto.
El dominicano, de 25 años de edad, entraba en el último año de su contrato con los Padres de San Diego pero, como el equipo californiano no tenía la intención de ofrecerle un gran contrato para retenerlo y quería, a su vez, rebajar su nómina, que, con la presencia de varias estrellas, había superado los 250 millones de dólares, se abrieron a negociar con los Yankees, dispuestos a ofrecer a varios prospectos, y algunos no tanto, por el quisqueyano.
Soto rechazó hace un par de años una oferta de 440 millones por 10 años para seguir en los Washington Nationals, a los cuales ayudó a ganar una Serie Mundial. El jugador sabe que tiene un potencial enorme y pensó que su salida a San Diego podía representar un pacto más jugoso, por más tiempo, pero una de las metas del jugador y del equipo, la de ganar una Serie Mundial, siguió siendo un sueño dos años después.
DOS JARDINEROS PARA YENKEES
Soto es uno de los mejores bateadores de la actualidad. Tal vez no sea el que más hits conecta, el de más jonrones o más impulsadas, pero sí es el de mejor correlación entre ponches y bases por bolas entre los hombres de poder en los últimos años, con varias temporadas con números sorprendentes en la correlación ponches-bases por bolas, por ejemplo, en tiempos de lanzadores con dominio espectacular.
Según la prensa de Nueva York, en el canje, los Yankees no solo se hicieron con los servicio de Soto, sino que agregaron al también jardinero Trent Grisham, para completar una terna de guardabosques nuevos, tras el acuerdo con los Medias Rojas de Boston, unas horas antes, para hacerse con el mexicano Alex Verdugo, zurdo, como estaba buscando Aaron Boone y como quería Brian Cashman para reforzar el roster neoyorkino.
Los Yankees incorporaron a Soto y Grisham, y ofrecieron a cambio a Michael King, Drew Thorpe, Randy Vázquez, Johny Brito y el veterano receptor Kyle Higashioka. Al principio, los del Bronx se negaban a incluir en la negociación a King, un derecho que inició la temporada pasada en el bullpen, pero que asumió como abridor cuando Boone lo necesitó, por el exceso de lesiones, y lo hizo muy bien.
Al parecer, desde San Diego insistieron en el lanzador y los Yankees lo condicionaron con la inclusión en el paquete de Grisham, un patrullero de 27 años, que debutó con los Cerveceros de Milwaukee en 2019, donde jugó solo una temporada, y que ha pasado el resto de su carrera en San Diego, donde el último año jugó 153 partidos, con 13 cuadrangulares y 50 carreras impulsadas, don dos ponches por cada boleto, todo lo contrario a Soto.
Grisham es zurdo y es un habitual del jardín central, pero la presencia de Alex Verdugo, Juan Soto y Aaron Judge en la nómina, hará que uno de los dos últimos tenga que patrullar el campo del medio, una posición que no es ajena al capitán de los Yankees, quien la conoce, aunque prefiere el campo derecho, el mismo en el que también se desenvuelve Giancarlo Stanton cuando no actúa como bateador designado.
LOS YANKEES VAN TOMANDO FORMA
Los jardines eran el área donde la plantilla de los Yankees necesitaba los mayores retoques, además del cuerpo de lanzadores, y una vez llegados Verdugo, Grisham y Soto, con Judge y Stanton, las preocupaciones de Cashman pasan ahora por el cuerpo de lanzadores, toda vez que el campo interior tendrá a los habituales Anthony Rizzo, Gleyber Torres, Anthony Volpe y DJ LeMahieu, además de algún otro comodín, por si acaso.
La salida de Higashioka se veía venir, a pesar de que el catcher, que solo ha defendido los colores de los Yankees desde su debut en Grandes Ligas en 2017, era considerado un hombre importante en la nómina, aunque en 2023, como en los dos años anteriores, no pasó de los 10 jonrones e impulsó solo 34 carreras en 92 partidos, con 74 ponches y solo 14 boletos recibidos. Acá, Boone cuenta con el novato Austin Wells y José Treviño.
Treviño, de 31 años, debutó en 2018 y luego de cuatro años con los Rangers, se mudo al Yankee Stadium, donde, en la última temporada, solo pudo estar listo en 55 partidos, con cuatro jonrones y 15 carreras impulsadas, antes de perderse el resto de la campaña por problemas físicos, lo cual convirtió en titular a Higashioka y dio opciones al novato Austin Wells, a quien Aaron Boone colocó incluso, como cuarto en el line up.
Wells tiene 24 años y vio acción por primera vez la campaña pasada, en un total de 19 juegos, con seis dobles, cuatro cuadrangulares y 13 carreras impulsadas, todo eso en 70 veces al bate. Los números no son impresionantes, pero el joven catcher cuenta con el respaldo total del manager y de no ocurrir un cambio de última hora, pudiera ser el titular, o alternar -como intentó hacer el año anterior con Higashioka y Treviño- con Trevino.
Componer el cuerpo de lanzadores puede ser la tarea más complicada de los Yankees, con un staff de abridores en el que no estarán ya ni Luis Severino ni Domingo Germán, y que necesitará de la recuperación de Carlos Rodón, tal vez la vuelta del cubano Néstor Cortéz, aquejado de lesiones en 2023, y la previsible llegada del fenómeno japonés Yoshinobu Yamamoto, todos esos como acompañantes del último ganador del Cy Young, Gerrit Cole.