Cuando se publiquen estas líneas, sólo habrá un equipo seguro en la Serie de Campeonato, los Mets de Nueva York, que hicieron su trabajo antes que el resto y lograron alcanzar la antesala de la Serie Mundial, el gran objetivo de cada uno de los clubes cuando arranca la extensa temporada de las Grandes Ligas, de 162 partidos de calendario regular y un mes de play off.
Incluso, puede que pase un día más sin que haya otro clasificado. Por la Liga Americana pueden certificar su pase este jueves los Tigres de Detroit o los Yankees de Nueva York. Hasta podrían hacerlo los dos, o ninguno, en dependencia del resultado de sus partidos antes los Guardians de Cleveland y los Royals de Kansas City. Si tigres y Yankees ganan, también jugarán la Serie de Campeonato.
Si pierden, será necesario jugar el quinto partido de ambas series, y entonces avanzará el que consiga el triunfo en el quinto juego. Justo ese quinto partido jugarán este viernes en el Dodgers Stadium los Padres de San Diego y los Dodgers de Los Ángeles, y el ganador será el rival de los Mets, quienes se impusieron a los Cerveceros de Milwaukee en la Serie de Comodines, y a los Phillies en la Serie Divisional.
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José Iglesias
EL DURO CAMINO DE LA TEMPORADA
Los Mets se clasificaron a la postemporada el último día del campeonato regular. Tenían dos partidos pendientes con los Bravos de Atlanta y si uno de los dos caía en ambos, se quedaba fuera y entraban en su lugar los Diamondbacks de Arizona. En ese penúltimo juego, en el Truist Park, el equipo de Nueva York perdía por una carrera y salió a aprovechar su última oportunidad ofensiva.
Francisco Lindor se paró en home con Starling Marte en la inicial, y enganchó un lanzamiento de Pierce Johnson y le dio la vuelta al marcador. Los Mets habían asegurado estar en la postemporada y Lindor no jugó el segundo partido para reservar energías. Los Bravos ganaron también y dejaron fuera a los Diamondbacks. Con 89 victorias, ambos equipos solo tuvieron más éxitos que los Tigres de Detroit y los Royals de Kansas City.
Lindor, sobre quien hubo dudas el año anterior, en medio de una campaña negativa sobre los defensores puertorriqueños del campo corto, fue el hombre grande de los Mets durante toda la temporada. Él, desde el primer turno y el inicialista Pete Alonso desde el centro de la alineación, se convirtieron en los puntales del equipo en el complicado empeño de jugar en octubre.
LIndor bateó 33 jonrones, uno menos que Alonso, pero empujó más carreras, conectó más hits, anotó más, y tuvo ese liderazgo que se necesita en los deportes de equipo para arrastrar al resto en busca de un objetivo común. Hay quien habla del paracortos como candidato a ganar el premio de Jugador Más Valioso (MVP), pero el japonés de los Dodgers Shohei Ohtani y el jardinero de los Bravos Pablo Ozuna parecen estar por delante.
Una lesión de Lindor, casi al final, permitió ver en acción a Luis Ángel Acuña, hermano de Ronald, pero la dirección y los aficionados se halaban los pelos, porque sabían que de la presencia del boricua en el campo dependía mucho el hasta donde pudiera llegar el equipo de Queens. Por suerte, Lindor regresó, y entre él y Alonso los Mets parecen leones en la postemporada.
A GOLPE DE REMONTADA
Antes de comenzar la Serie de Comodines, una estadística llamaba la atención: en los últimos 20 pareos, el equipo que ganó el primer juego, logró a avanzar a la fase siguiente. Los Mets ganaron el primero ante los Cerveceros, y a pesar de que los dos restantes también se iban a jugar en campo del rival, tenían fe en alcanzar la Serie Divisional. Sin embargo, los Cerveceros ganaron el segundo y Lindor llevaba seis turnos sin dar hit.
El jueves 3 de octubre, los Mets llegaron a la parte alta del noveno perdiendo por 2-0. Milwaukee solo necesitaba tres outs para eliminarlos. Lindoor, que había pegado un par de hits, tuvo el mejor turno al bate de la serie, y consiguió un boleto. Brandon Nimmo, que estaba casi ponchado, conectó de hit, y Alonso sentenció el juego y la clasificación con cuadrangular a la banda derecha. Los Mets los habían vuelto a hacer.
Y entonces llegaron los Phillies, campeones de la División del Este, que no jugaron la fase anterior, y favoritos. En el primer partido, los de Filadelfia mandaron al box a su as Zach Wheeler, quien tuvo a los Mets en un hit, sin carreras y con nueve ponches por siete capítulos. Tocaba remontar en el octavo y lo hicieron a lo grande: racimo de cinco y primer paso a la Serie de Campeonato, siempre jugando fuera.
En el segundo juego, luego de llegar debajo por diferencia d dos carreras, los Mets intentaron remontar, pero un jonrón de Mark Vientos solo le dio para empatar. Y el rival los dejó al campo. La serie, sin embargo, se iba a casa. Los Mets jugarían por primera vez en postemporada ante su afición en el City Field. Primero triunfo cómodo por 7-2 y luego victoria sensacional, con grand slam de Lindor para ganar por 4-1.
Y ahora a esperar rival. Otra vez el rival saldrá como favorito, pero el que eliminó a Cerveceros y Phillies, campeones de las decisiones del Centro y Este, ya llegan a estas instancias sin complejos, dispuestos a jugar su primera Serie Mundial desde 2015, con una fabulosa habilidad para venir de abajo, no solo en los partidos, sino en el torneo, porque de los primeros 59 juegos solo ganaron 24 y aún así se hicieron de un boleto a la postemporada.