El inicio de la temporada de las Grandes Ligas está al doblar de la esquina. Y varios de los equipos candidatos a pelear por la postemporada no podrán contar con sus principales lanzadores, en medio de una fiebre de lesiones que a veces parecen inexplicables y que algunos creen que se debe a la utilización de un reloj para medir el tiempo entre un lanzamiento y otro, algo que ya comenzó a utilizarse desde la temporada anterior.
Los Yankees de Nueva York, que han reforzado su equipo de cara a la próxima campaña, luego de ser excluidos de la pasada postemporada, perdieron a su principal lanzador, el derecho Gerrit Cole, ganador del premio Cy Young por la Liga Americana el año anterior, y ahora, sin él, tendrán que mover piezas al menos por cuatro semanas, que serán las que se perderá el as de la rotación, por problemas en el codo.
Como Cole no estará en todo el mes de abril, y tampoco en el Día Inaugural, el manager Aaron Boone designó para esas funciones al zurdo Néstor Cortés, quien el año anterior apenas tuvo participación, por problemas en el manguito rotatorio de su brazo de lanzar. El lanzador, de origen cubano, manifestó su satisfacción por la posibilidad de abrir por su equipo en el partido inicial, pero las condiciones por las cuales lo hace, le preocupan a él y a toda la directiva de los Mulos del Bronx.
PLAGA DE LESIONES EN EL PITCHEO DE LOS DODGERS
Algunos equipos saben que no pueden contar con pitchers en todo el año, porque fueron sometidos a cirugía desde la temporada baja. Uno de esos casos es el del fenomenal japonés Shohei Ohtani, recién adquirido por los Dodgers de Los Ángeles y quien solo actuará como bateador, porque su brazo se recupera de una operación Tommy John, que lo mantendrá fuera del montículo de lanzar durante todo el año.
Aún así, Ohtani será importante para el equipo angelino, porque su aporte con el bate no es menos importante, sin embargo, el manager Dave Roberts sabe que, de haberlo tenido listo, su equipo fuera mucho más fuerte. Mientras, tendrá que improvisar y buscar un sustituto de garantías, sobre todo porque el otro japonés que llegó al equipo, Yoshinobu Yamamoto, no ha puesto los pies en la pretemporada y cada vez que sale recibe una paliza.
Ambas son malas noticias para Roberts, quien no solo enfrenta esos dos problemas, sino la ausencia de quien ha sido su mejor pitcher durante una década, Clayton Kershaw, quien también tiene problemas en el hombro y que, presumiblemente, no volverá a ver acción hasta el mes de julio, que no es poca cosa, aunque todos sabemos, Roberts entre ellos que los mejores años del zurdo ganador de Cy Young ya forman parte del pasado y que nunca volverá a ser el de antes.
Pero hay más. El polémico Walker Buehler, también tiene problemas con el codo. Y los más optimistas creen que volverá a finales de mayo, pero dentro del equipo piensan que solo estará listo, con buen tiempo, para la primera mitad del mes de junio, lo cual quiere decir que se perderá, al menos, unos 60 partidos y una docena de aperturas. Esos números generan desconcierto, porque con esa cantidad de bajas, cómo a resolver el manager para llegar hasta junio.
De todas formas, los Dodgers cuentan con una de las mejores nóminas de todas las Grandes Ligas y el poderío ofensivo puede compensar lagunas del staff y mantenerlos en carrera en espera del regreso de Kershaw y de Buehler, y a cruzar los dedos para que Yamamoto sea al menos tres cuartas partes de lo dominante que fue en la liga de su país, previo a que desde Los Ángeles se rascaran duro la billetera para unirlo con Ohtani y poner a soñar a la afición.
OTROS EQUIPOS EN PROBLEMAS Y BLAKE SNELL SIN CONTRATO
Muchos otros equipos tienen problemas con sus lanzadores. Los Astros de Houston, por ejemplo, no podrán contar con su veterano as, Justin Verlander, hasta dos o tres semanas después de iniciarse la temporada. El derecho, que se fue a los Mets para la campaña pasada y que regresó a Houston antes del cierre de las fechas de cambio, arrastra problemas en su hombro de lanzar, mucho más preocupantes, si tenemos en cuenta la edad. Verlander es ya un cuarentón.
Por problemas en el hombro no podrán contar los Mets de Nueva York con el japonés Kodai Senga hasta mayo, y los Medias Rojas de Boston, tal vez más necesitados que todos de que sus pitchers tengan salud, tendrán que esperar a la temporada de 2025 para volver a ver en el box a Lucas Giolito. Y los Orioles tampoco tendrán desde el principio a John Means y Kyle Bradish. Uno vuelve a mitad de abril y otro en mayo, porque ambos han tenido molestias en el codo.
Por operaciones Tommy John, los maltrechos Marlins de Miami no tendrá a su mejor lanzador en todo 2024, y en igual situación se encuentran los Piratas de Pittsburgh con el cubano Johan Oviedo, de gran actuación durante la temporada pasada, aunque tuvo números negativos. El primero es ya un lanzador consagrado y cualquier club hubiera querido tenerlo en su rotación, y el segundo tenía los ojos de varios equipos encima por su potencial.
Hay más lastimados en la lista, en medio de rumores de que el reloj de tiempo, que impone límites a la demora entre lanzamiento y lanzamiento, puede tener responsabilidad, algo que nadie ha podido probar, pero que cobra cada vez más fuerza. Y mientras todo eso ocurre, aún no tiene contrato el ganador del premio Cy Young al mejor pitcher de la Liga Nacional en la temporada anterior, el zurdo ex de Tampa Bay y los Padres de San Diego Blake Snell.
Hay quien cree que el zurdo y los Yankees de Nueva York terminarán llegando a un acuerdo, aunque al parecer los rumores lo acercan cada vez más a Los Angelinos, aunque estos últimos no son un equipo para pelear por nada, sobre todo porque perdieron a una de sus dos grandes estrellas, Ohtani, y la otra, Mike Trout, no acaba de hilvanar una temporada con salud desde hace un par de años.