Uno de los puestos de trabajo más inestables del mundo es el de entrenador de fútbol. Preparar a un equipo de para una competición y luego llevarlo al éxito, o a las metas previstas, parece sencillo pero no lo es, y muchas veces termina con el técnico cesado y acusado de responsable de la derrota, aunque no se le hayan dado las herramientas necesarias para conseguir sus propósitos.
La Liga Española no es la excepción, y ya sea por los resultados en el torneo local, por decisión propia o por una pésima actuación en la Liga de Campeones, tres entrenadores ya dijeron adiós y un par de ellos está sobre el alambre, lo que corrobora que no es fácil colocarse frente a un banquillo, por más que te paguen sumas millonarias y tengas esas y otras motivaciones.
Sevilla, Villarreal y Celta de Vigo ya no cuentan con los entrenadores que arrancaron la lid. Y en los dos primeros casos se trata de técnicos que dieron a sus respectivos equipos y clubes un poco de gloria, y en el Villarreal, por ejemplo, el primer gran trofeo de su historia, al llevarlo a ganar una UEFA Europa League, con triunfo incluido ante el Manchester United en el partido decisivo.
Pero son cosas que pasan. La suerte del entrenador depende de cuánto éxito tenga en su gestión, y siempre será la parte más vulnerable del organigrama de poder. Las juntas directivas no se van a echar ellas por no gestionar bien las plantillas, por no cubrir los puestos con los jugadores idóneos, y menos podrán sacar a los jugadores, sobre todo si no hay abiertas ventanas de mercado.
Y por si eso fuera poco, la eliminación del Atlético de Madrid de competiciones europeas y del Barcelona de la UEFA Champions League, ha dejado muy tocados a los adiestradores de ambos equipos. En el club madrileño, el argentino Diego Simeone parece tener los días, o los meses, contados. Incluso, se habla de sustitutos, por casualidad, el mismo nombre que aparece como candidato para sustituir a Xavi Hernández en el Barcelona.
MALA GESTIÓN DEL SEVILLA CONDENA A LOPETEGUI
Julen Lopetegui es un gran entrenador. Y en Sevilla lo sabían, por eso lo contrataron una vez que el Real Madrid lo cesó, allá por 2018, pero el equipo arrancó la temporada muy mal y ante la posibilidad de quedar fuera de la UEFA Europa League y rondar los puestos de descenso en La Liga, la directiva que encabeza Pepe Castro optó por lo más fácil: despedirlo.
Ya desde finales de la temporada anterior se hablaba de fin de ciclo, porque el equipo se cayó en los últimos meses y a duras penas consiguió entrar en Champions, a pesar de que durante muchas semanas persiguió muy de cerca al Real Madrid. Para algunos era el momento de finiquitar el contrato de uno de los entrenadores que le dio un título europeo al Sevilla, y esas son cosas que tienen mucho peso.
Lopetegui perdió, de golpe y porrazo, a sus dos centrales titulares en el mercado de verano, el brasileño Diego Carlos y el francés Jules Koundé, y si esto hubiera sido poco, también se fue una de sus referencias en ataque, el argentino Lucas Ocampo. Estas decisiones, a pesar de la llegada de Isco Alarcón, hicieron mucho más débil a un equipo que no solo fue incapaz de plantar cara al Manchester City y al Borussia Dortmund en Champions, sino que tampoco arrancó bien en la Liga.
Y entonces, pagó el más débil, el entrenador, que recogió sus maletas y dejó el puesto al argentino Jorge Sampaoli, que logró un tercer puesto en su grupo de Champions, lo cual le permitirá jugar Europa League, pero que sigue de mal en peor en el torneo doméstico, en el cual no acaba de arrancar, y donde ocupa, ahora mismo, uno de los tres puestos de descenso.
EMERY DEJA AL VILLARREAL, EL CELTA CESA A COUDET
Mientras eso pasaba con Lopetegui, Unai Emery fraguaba su salida del Villarreal, camino al Aston Villa, uno de los históricos de la Liga Premier de Inglaterra, venido a menos en los últimos años, y que había cesado a su anterior entrenador, el exinternacional inglés Steven Gerrard. Fue una salida de mutuo acuerdo, porque el submarino amarillo estaba muy contento con su técnico, pero este prefirió irse.
Además de darle un título de Europa League al Villarreal, Emery llegó a su equipo el año anterior hasta las semifinales de Champions, luego de eliminar al poderoso Bayern Múnich, pero allí se tropezó con el Liverpool y ya no pudo con el poderoso once inglés, que luego disputó la final de la lid europea con el Real Madrid. Además, se clasificó para la presente Conference League, donde iba muy bien.
En fin, son cosas que pasan en el fútbol, y la directiva del Villarreal apeló a un viejo conocido de La Liga para sustituirlo, el otrora técnico del Real Betis y el Barcelona Quique Setién, que parecía ser el último entrenador en llegar antes del parón por la Copa Mundial, pero no fue así, porque en la última noche el Celta de Vigo despidió al argentino Eduardo Coudet y ya tiene nuevo míster.
El Celta ha ganado solo tres partidos y ha perdido siete en sus 12 apariciones en La Liga, y está solo un punto por encima del descenso, motivo por el cual la directiva, con Luís Campos -el mismo del PSG- a la cabeza como director deportivo, optó por un nuevo entrenador y decidió que fuera el portugués Carlos Carvalhal, quien ha pasado por una veintena de equipos en su andar por los banquillos.
SIMEONE Y XAVI EN EL CANDELERO
A Xavi Hernández, llegado a finales de 2021 al Barcelona en sustitución de Ronald Koeman, le hicieron un equipo a su medida. Todo lo que pidió el otrora centrocampista se lo dieron, incluyendo un goleador de raza como el polaco Robert Lewandowski, y jugadores contrastados para doblar cada una de las posiciones del campo. Todo con la intención de que el equipo culé volviera a la élite europea.
El danés Andreas Christensen y el francés Jules Koundé llegaron para el centro de la defensa, así como los laterales Héctor Bellerín y Marcos Alonso, más el centrocampista marfileño Frank Kessié y el atacante brasileño Raphinha. Incluso, el club renovó a Ousmane Dembele, y entonces la directiva y el técnico comenzaron a hablar de "todos los títulos", pero resultó que a las primeras de cambio los echaron de la Champions.
Por segundo año consecutivo, ambas con Xavi en el puesto de mando, el Barcelona va a jugar Uefa Europa League, y esto terminó por molestar a alguno de los directivos, que ya habla de Luis Enrique como posible sustituto de Hernández, quien se agarra cada vez más al supuesto ADN, a lo importante de jugar bien y olvida que en el fútbol, como en todos los deportes, lo importantes es ganar.
El nombre de Luis Enrique revolotea también sobre la cabeza de Diego Simeone, quien, a pesar de tener una plantilla equilibrada y de sobrada calidad, quedó último de un grupo de Champions donde estaban el Porto, Brujas y el Bayer de Leverkussen, en una de las peores actuaciones del Atlético de Madrid en más de una década, el tiempo que lleva el argentino al frente del equipo.
El Cholo se ha ganado por años el respeto de la afición atlética, a quien le dio títulos de Europa League y llevó al equipo a dos finales de Champions, que perdió ante el Real Madrid en ambos casos, pero al parecer su ciclo como entrenador del Atlético llega a su fin, y ahora la directiva tiene el gran problema de si lo cesa ahora o espera al final de la temporada, con la condicionante de que se trata del técnico mejor pagado del mundo.
De cualquier manera, parece sentenciado. Solo lo salvaría la paciencia de Miguel Ángel Gil Marín, Enrique Cerezo y la afición, y tal vez un título de Liga o de Copa del Rey, que parecen muy distantes, sobre todo por el juego del equipo. De cualquier manera, si alguno de estos pierde su puesto, no hay por qué preocuparse, porque solo del finiquito podrán vivir muchos años y ya aparecerá quien vuelva a ofrecerles contratos millonarios.