Los Rays de Tampa Bay van a perder en cualquier momento. Esa racha ganadora que llevan en el arranque de las Grandes Ligas no es sostenible por mucho tiempo más, aunque sus números sean estratosféricos, porque se trata de un deporte de nivel muy parejo, en el que, además, no hay enemigo pequeño, y lo más normal es que después de la primera semana de competencias no queden invictos.
Sin embargo, los Rays no solo sobrepasaron la primera semana, sino que llegaron a la segunda y hasta ahora no mostraron flaquezas que hagan pensar en una estrepitosa caída, de pronto, aunque está claro que en cualquier momento tomarán el paso normal de un equipo de Grandes Ligas y ganarán y perderán como cualquier otro elenco en la competición.
Antes del partido de este viernes, ante los Blue Jays, en Toronto, los líderes de la División del Este de la Liga Americana acumulan 13 éxitos desde que se dio la voz de A Jugar, algo que no ocurrió nunca en la historia de un deporte que ya supera el siglo y medio de vida. Es como para asombrarse con la actuación de la novena de Tampa, que no es de las que más dinero invirtió en formar a su equipo.
CONTRA TODO PRONÓSTICO INVICTOS
Desde hace días, nada más rebasar la media docena de victorias, algunos analistas y comentaristas auguraron que la racha de partidos invicto del equipo que dirige el otrora receptor Kevin Cash, estaba al finalizar. Seis éxitos sin perder parecía mucho, entonces volvieron sobre lo mismo cuando alcanzaron 10 sonrisas consecutivas. Aunque ya algunos no se lo podían creer, sobre todo porque el equipo ganaba con demasiado solvencia.
Parecía que los Rays jugaban en una categoría y sus acompañantes lo hacían en una inferior, y que sólo había que contar sus apariciones al diamante en victoria, mientras sus perseguidores en la División del Este, habitualmente una de las más duras y parejas de todo el béisbol, parecían unos convidados de piedra, en espera del primer traspiés para soñar con la posibilidad de darles alcance.
Incluso, hubo por ahí quien dijo que el número 13 sería el complicado, el partido que lo echaría todo a perder, pero ni en esos creyeron Randy Arozarena y Brandon Lowe, quienes se encargaron de colocar todo en orden, en un partido que iban perdiendo por 3-1 hasta la parte final del quinto capítulo, cuando anotaron en siete ocasiones. Los que apostaron al, supuestamente, fatídico número 13, tendrán que buscar otra cábala.
Ahora mismo, la mayoría de los bateadores de Tampa Bay parecen sumamente ajustados, y cuando algunas vez no lucen tan bien, producen a la hora buena, que en el béisbol es muy importante. Además, salen a la cancha a disfrutar cada juego, con un Arozarena que cada día se gana más al público y a sus compañeros, con electrizantes jugadas en los jardines y un juego muy vivaz a la ofensiva.
Ahora mismo, los Rays suman cuatro victorias más que cualquier otro equipo en las Grandes Ligas. Solo los Minnesota Twins, Los Atlanta Braves y los Milwaukee Brewers han podido ganar en nueve ocasiones, y en u propia división, tienen como escoltas a los Toronto Blue Jays y a los Yankees de Nueva York, este último luego de perder la víspera por abultado marcador ante el equipo de Minneapolis.
UNA SERIE CRUCIAL ANTE TORONTO
Desde este viernes y durante tres días, los Rays se medirán a uno de los favoritos para llegar a la postemporada por la División del Este, incluso para ganarla, los Blue Jays, un equipo con un gran poderío ofensivo y un madero prodigioso en Vladimir Guerrero Junior, un pelotero capaz de cambiar la configuración de los juegos por el poderío de sus conexiones.
El primer escollo será el derecho puertorriqueño José Berrios, quien ha sido apaleado en sus dos primeras presentaciones en la presente temporada, al extremo de permitir 12 carreras limpias en su primeras 9.2 entradas de trabajo. El boricua intentará, por todos los medios, no ser el responsable del decimocuarto éxito de los Rays y, de paso, hacer su primera rayita en el casillero de las victorias.
Mucho tendrá que cuidarse, porque el Tampa anota más carreras que nadie: 101 hasta este momento, bastante lejos de las 79 de Los Dodgers de Los Angeles y las 78 de los Orioles de Baltimore. Incluso, es el equipo que menos permite, con apenas 30, cuatro menos que los Minnesota Twins y siete de diferencia con los Milwaukee Brewers, que constituyen números muy significativos.
Incluso, la diferencia entre anotadas y permitidas, le da un rango de 71 carreras a favor a los de Kevin Cash, seguidos por los Brewers (+25) y los Twin y Los Dodgers (+24). Y por si fuera poco, lideran a la ofensiva con .287 de average, tres puntos más que Toronto, y son primeros en cuadrangulares con 32, ocho por encima de Los Dodgers. Y también comandan en impulsadas (99).
En el pitcheo comandan en ganados y efectividad con 13 y 2.23, respectivamente, pero andan lejos en salvamentos, porque han ganado con tanta facilidad sus partidos que no han necesitado apelar a su cerrador estrella, Pete Fairbanks, quien solo ha visto acción en dos ocasiones en las primeras dos semanas de competencia. Aunque tal vez desde la noche de este viernes, lo necesiten más, aunque depende de los Blue Jays.