En Abril de 2021, el presidente del Real Madrid anunciaba la creación de la Superliga del fútbol europeo, un torneo en el que estarían por derecho propio la mayoría de los grandes clubes del continente. La intención, según dijo, era salvar de la debacle al más universal, muy afectado por toda la pandemia del coronavirus, aunque dejó abierta la posibilidad de que no se pudiera continuar adelante.
El nuevo proyecto se enfrentó a una gran campaña en contra. Gobiernos nacionales, la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) y la Unión Europea del referido deporte (UEFA) iniciaron una cruzada contra el proyecto, que terminó por espantar a muchos de los clubes enrolados desde el inicio y que terminó por poner en jaque al torneo aún antes de nacer. Pero Pérez no se dio por vencido.
Al final, quedaron solo tres clubes involucrados en aquella aventura: Real Madrid, Barcelona y Juventus de Turín, en tanto se emprendían acciones judiciales de un lado y de otro, pero sin que se cumplieran las amenazas de las instituciones rectoras del más universal, sobre todo porque así lo dictaminó un tribunal de Madrid, a donde los equipos enrolados aún presentaron sus querellas.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Para resolver un problema, hay que empezar necesariamente por reconocerlo, sólo así podremos buscar soluciones: el grave problema es que el fútbol está enfermo en la vieja Europa, la Unión Europea y España, está perdiendo su liderazgo como los parámetros y los datos confirman
Florentino Pérez
LA IDEA ORIGINAL
El proyecto original del torneo era el de un campeonato cerrado, en el que participaran los grandes de Europa, al estilo de la Euroliga de baloncesto, con la intención de permitirle a los clubes normales competir en igualdad de condiciones con los llamados clubes-Estado, aquellos que recibían fondos provenientes de países con grandes recursos petroleros, al estilo del PSG o el Manchester City, por solo mencionar un par de ejemplos.
En primera instancia, el mandamás del Real Madrid insistió en la necesidad de iniciar el proyecto a la mayor brevedad, incluso habló de agosto de ese año, y cuando alguien le preguntó por los equipos que no entrarían en el torneo, dijo que podían hacer una segunda liga para mantener la competencia. Incluso, admitió que iba a negociar con la UEFA antes que todo.
Pero todos los cañones se voltearon contra la Superliga y los involucrados se fueron descolgando poco a poco, y aunque luego los clubes que quedaron intentaron enmendar un poco el proyecto, no encontraron adeptos y todo terminó en un juicio en el tribunal europeo, en el que los organizadores de la nueva lid acusan a la UEFA de prácticas monopólicas, algo que está prohibido por los estatutos de la Unión Europea.
En unas semanas estará listo el veredicto del referido tribunal, y los organizadores de la Superliga sabrán si pueden seguir adelante o llegó la ahora de aplazar por un tiempo el proyecto. Ya el tribunal advirtió que la UEFA no incurre en prácticas monopólicas, pero recordó que no le puede impedir a nadie la posibilidad de enrolarse en otros campeonatos, y mucho menos aplicar sanciones.
La situación, al parecer, beneficia a los involucrados en sacar adelante la nueva competición, que nombraron a un representante especial para que se encargara de explicar en cuanto lugar fuera posible las nuevas características de la lid, muy alejada de la idea original, aunque, aún así, sigue teniendo muchos detractores, incluso en la propia Liga Española, cuyo presidente, Javier Tebas, se opone abiertamente.
Apuestas en el Fútbol con Bet365El pasado mes de octubre iniciamos un proceso abierto de diálogo sobre el futuro del fútbol europeo. Desde entonces hemos hablado con casi 50 clubes y otros actores del sector y la conclusión compartida por casi todos ellos es que la base sobre la que se cimenta el fútbol europeo está seriamente amenazada. Ha llegado el momento de hacer cambios
Bernd Reichart, CEO de la Superliga
LA NUEVA SUPERLIGA
La creación de la A22 Sportsmanagent, la empresa encargada de gestionar la Superliga anunció en un comunicado hace unas horas que ha reformulado el proyecto totalmente y que, entre otras cosas, ya no será una competición cerrada a la que entrarán equipos por méritos históricos o señalados a dedo, sino por sus propio accionar deportivo, que fue una de las cosas que se criticaron al proyecto inicial.
Ahora, en lugar de los 20 equipos que podían lidiar inicialmente, el torneo se abre hasta los 80 clubes, que divididos en categorías, se pueden asegurar, como mínimo, unos 14 partidos al año, lo cual representará mucho en el apartado económico para cada uno de los clubes involucrados, en momentos en los cuales el reparto del dinero en el fútbol está cada vez más polarizado.
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, mano derecha de Florentino Pérez en este apartado, aboga porque no se les quite la posibilidad de negociar nuevos torneos, porque no se les cierre la puerta a la Superliga, y pide a la UEFA que sea flexible y no entre directamente en la conflagración, porque al final, los clubes involucrados en la Superliga tendrán que continuar jugando sus torneos nacionales.
Entre otras cosas, la Superliga aboga por cuidar, sobre todo, la salud de los jugadores, por aflojar un poco el ya apretado calendario del fútbol mundial, y garantizar que sean los clubes los que gobiernen las competiciones con normas sostenibles, además de ser competencia directa de la UEFA Champions League, que lleva la voz cantante hasta ahora, cuando de estos torneos se trata.
El nuevo proyecto, otra vez en ciernes, no ha encontrado la resistencia furibunda del anterior, pero eso no quiere decir que vaya a salir adelante o que no. Solo que es nuevo, inclusivo, puede que hasta más democrático y poco más. Eso sí, la posibilidad de ver frente a frente a los grandes de Europa de manera más seguida es algo que a nadie le gustaría perderse. Yo creo que al final habrá Superliga, sobre todo porque Florentino Pérez suele conseguir todo lo que se propone en esto del fútbol. ¿Qué tú crees?