Futbolistas que tropezaron a causa del alcohol

A pesar de la creencia generalizada de que los deportistas son personas sanas sin vicios, la realidad muchas veces nos convence de lo contrario, y poco a poco escuchamos que, digamos, un futbolista acabó con su carrera porque no consiguió afrontar el problema del alcohol. El alcoholismo también es un problema de algunos de los mejores atletas de la actualidad, y aquí hay algunos que han luchado públicamente contra este vicio durante años. Algunos de ellos eran médicos de este juego, otros amenazaban con convertirse en los mejores de la historia, ¡pero un vaso de bebida les costó caro!

En Brasil, su tierra natal, a menudo se le mencionaba como el mejor jugador de fútbol de la historia, antes de su compatriota Pelé. Garrincha, quien ganó la Copa del Mundo con Brasil en 1958 y 1962, dedicó la mayor parte de su vida al alcohol y a las mujeres. Tuvo numerosos accidentes en estado de ebriedad. Murió en 1983 de una enfermedad hepática mientras estaba en coma alcohólico, dejando 14 niños.

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Esta estrella de Irlanda del Norte pasó sus mejores años como un talentoso delantero en el Manchester United, con quien ganó la entonces Liga de Campeones en 1968. Best, por otro lado, también era conocido por adorar la vida nocturna de Manchester. Su ansia por el alcohol y las mujeres le dio el estatus de una estrella de rock. Incluso tuvo un trasplante de hígado en 2002 y aún así bebía. En 2005, Best murió tras las consecuencias de numerosas complicaciones de salud.

Uno de los futbolistas ingleses más talentosos, pero también uno de los más polémicos. Permitió que los vicios, especialmente el alcohol, arruinaran su brillante carrera. Aparte de la magia que mostró en el campo a finales de los 80 y principios de los 90, Gascoigne es aún más famoso por el hecho de que no pudo resistir casi ningún vicio. Disfrutaba de la comida, el juego, las drogas y, sobre todo, el alcohol. Por todo eso, tuvo numerosos incidentes e incluso trató de suicidarse.

A este brasileño también le gustaba disfrutar de la vida, pero eso le costó su vida. También tuvo un trasplante de hígado en 2011, pero ni siquiera eso pudo resolver los problemas que tenía debido al abuso del alcohol. Murió más tarde ese año. El público todavía lo recuerda como un jugador brillante porque anotó 22 goles en 60 partidos. Sin embargo, todo eso cayó en picada porque la vida de Sócrates simplemente fue arruinada por el alcohol. Para empeorar las cosas, era médico de profesión.

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Se dice que Maradona es probablemente el mejor futbolista de todos los tiempos. Sin embargo, parece que el gran Diego es más conocido en el mundo por su adicción a la cocaína y el alcoholismo que por el fútbol. En su biografía, habló abiertamente sobre cuánto bebía, así como que podría haber estado mucho mejor si no hubiera bebido una botella de whisky todas las noches. Este chico dorado, como lo llamaban, se convirtió en su sombra por culpa del vicio. Vivió al extremo casi hasta el final. Maradona murió en noviembre del año pasado. Oficialmente, no se encontraron opiáceos en su cuerpo, pero eso fue lo primero que todos se preguntaron cuando escucharon la mala noticia, lo cual dice mucho.

Un ejemplo más reciente en el mar de los alcohólicos del fútbol. El legendario Adriano no llegó alcanzar su máximo potencial. Tenía fuerza, velocidad, una pierna izquierda fuerte que te transportaba a tu infancia cuando la pelota te golpeaba en la cabeza. El exfutbolista del Inter era poderoso, y con sus compañeros de la selección brasileña en ese momento eran un equipo completo. Todo estaba planeado para que él hiciera una carrera que lo pusiera en lo más alto de los mejores. Sin embargo, aprendió los encantos de la vida nocturna muy rápidamente, y cuando se agrega fama, dinero y poder a eso, no se necesitan cálculos matemáticos para comprender la caída del futbolista.

El brasileño estuvo muchas veces deprimido y con problemas de peso, el alcohol era su forma de evitar problemas hasta que se acumulaban.

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