Todo lo que sucede con el real Madrid se lleva a límites insospechados, sobre todo cuando, por esas cosas que suceden habitualmente en el deporte, el equipo de la capital española no logra sumar los tres puntos en un partido, o cae ante un rival inferior, que son todos, porque el mejor equipo del mundo no tiene a nadie por encima. Los fanáticos y los analistas creen que es obligado ganar y eso es imposible.
En el último partido de la Liga Española, ante el Rayo Vallecano, jugado este domingo en el Santiago Bernabéu, el equipo blanco no consiguió la victoria. No hubo forma de que el balón llegara a las redes contrarias y por más que su arco estuvo siempre a resguardo, de que los jugadores lo intentaron una y otra vez, al final el marcador reflejó un 0-0 que deja al Girona como sorprendente líder del torneo, y al Real Madrid como escolta a dos puntos.
Lo del Girona era impensable en agosto, a principios de septiembre, en octubre y lo seguirá siendo por todo el tiempo que dure la competición, porque nadie cree que le vaya a aguantar el ritmo a los grandes clubes de España, por más que su mayor accionista sea el City Group, el mismo que lleva los destinos del Manchester City, por ejemplo. Pero al aficionado blanco y sobre todo a lo agoreros de las redes no les interesa el Girona, sino el Barcelona y el Atlético.
UN TRONO DE TRES
Desde la temporada 2003-204, que ganó el Valencia, ningún otro equipo, que no haya sido el Barcelona, el Atlético de Madrid o el Real Madrid, han logrado levantar el trofeo de La Liga, y nadie cree que ningún otro pueda volver a hacerlo. Incluso, hay quienes consideran que la temporada 2023-2024 lo del título es cosa de dos: los de Xavi Hernández y los de Carlo Ancelotti, y que el Girona es solo un intruso en la cima de la competición, al menos hasta el momento.
Sin embargo, aunque el Girona no tiene la plantilla con la que se proclamó el Valencia de Rafa Benítez (Cañizares, el Ratón Ayala, Amedeo Carboni, Fábio Aurelio, Carlos Marchena, Mauricio Pellegrino, Pablo Aymar, David Albelda, Rubén Baraja, Vicente, Mista o Ricardo Oliveira, entre otros) en la mente del madridismo está el triunfo del Leicester City, sorprendente campeón de la Liga Premier en la temporada 2015-2016.
Es algo así como que se puede permitir no ganar y que lo haga el Barcelona, aunque duela, pero no aceptar que el Girona vaya por delante a estas alturas del torneo, sobre todo porque se dejó dos puntos, permitió que el Barcelona se los recortara y perdió la posibilidad de ampliar la diferencia sobre el Atlético de Madrid. Así funciona la mente del seguidor del Real Madrid, con esas inconformidades de siempre, con esas ansias de ganar siempre.
Por ese motivo, duele el empate en casa ante el Rayo Vallecano por la duodécima fecha de La Liga, que, por cierto, estuvo marcada por decisiones arbitrales increíbles, lo mismo de los oficiales actuantes en el campo, que los de la Sala de Videoarbitraje (VAR), que han puesto en una situación muy complicado la labor de los encargados de impartir justicia, por decisiones erráticas, un día sí y otro también, pero que dejaremos para analizarlo en otro momento.
Ahora toca el Real Madrid versus Rayo Vallecano, y la alharaca que se ha armado alrededor y que se pudo resolver con un solo gol. Si el Madrid manda a las redes una sola de las ocasiones que tuvo, todo el revuelo provocado por el empate no existiera, porque habría tres puntos más en la bolsa, fueran líderes, y los errores de uno u otro jugador se habrían minimizado. Pero no ocurrió así y toca hacer leña, sin piedad, desde los medios y las redes, no menos influyentes.
TODOS CULPABLES, DESDE ANCELOTTI
Al terminar el partido, con el cuerpo aún caliente y tal vez sin poder hacer un análisis más detallado y con la intención de quitarle hierro al tema del empate, porque el Real Madrid recibe este miércoles al Braga portugués por la Champions, el entrenador del equipo blanco dijo a la prensa que había sido un buen partido, que habían tenido el control del mismo y que solo faltó un poco de acierto. Medios e influencers la emprendieron con el entrenador y más de uno consideró que había llegado el fin de su segundo ciclo de blanco.
Ancelotti no deja de tener un poco de razón. El partido nunca estuvo bajo riesgo de perderlo, y el Madrid solo necesito un gol. El uruguayo Fede Valverde desaprovechó una oportunidad clarísima al inicio. Fue la mejor de todo el partido. Y también tuvieron opciones claras Joselu, Vinicius, y Rodrigo en dos ocasiones cada uno. Incluso, Bellingham en una oportunidad, pero al final la pelota no quiso ir dentro de la portería.
Eso sí, es cierto que el Real Madrid necesita un nueve de clase mundial, un delantero dentro que meta miedo a las defensas rivales, que anote 30 goles o más por temporada, porque acaba de perder a Karim Benzema, que viene de años majestuosos, pero la directiva prefirió esperar un año por esa gran estrella y darle galones a los jóvenes y al cedido Joselu, por si aparece la oportunidad de fichar a Kylian Mbappé o Erling Haaland al final de la presente temporada.
Eso sí, es cierto que el Real Madrid necesita un nueve de clase mundial, un delantero dentro que meta miedo a las defensas rivales, que anote 30 goles o más por temporada, porque acaba de perder a Karim Benzema, que viene de años majestuosos, pero la directiva prefirió esperar un año por esa gran estrella y darle galones a los jóvenes y al cedido Joselu, por si aparece la oportunidad de fichar a Kylian Mbappé o Erling Haaland al final de la presente temporada.
Ya sé que los medios y las redes necesitan temas, y que las polémicas halan a más lectores, televidentes y seguidores, por eso todo lo que se ha armado con el empate, pero no hay nada en el fútbol que cambie más las sensaciones que un buen partido. Si ante el Braga el Madrid gana, marca al menos un par de goles, se clasifica a octavos como primero de grupo, todos volverán a estar en sintonía con el técnico y los jugadores. Son cosas del fútbol.