Luego de las primeras 11 fechas de la Liga Española de Fútbol, el Girona Fútbol Club está ahí, igualado en puntos con el Real Madrid, después de haber ganado nueve partidos, empatar uno y perder otro, precisamente ante el equipo blanco, en campo propio, para cumplir una de las actuaciones más sorprendentes del equipo en toda su historia, aunque todo tenga sus justificación.
Con sede en la ciudad española de Gerona, el club, fundado el 23 de junio de 1930, vive casi un siglo después sus mejores actuaciones en la competición doméstica, y se ha hecho tan fuerte fuerte fuera de casa como en los partidos que juega en casa, en el Estadio Municipal de Montilivi, su cuartel general, y a donde los rivales ya no van tan convencidos de que puedan sumar, porque en sus predios marcan más goles que nadie.
Ahora mismo, el Blanc-i-Vermells, como lo llaman, no es de esos clubes cuyos aficionados, directivos y jugadores miran constantemente la zona de descenso, sino que apuestan arriba. Sus referencias no son los que bajan, sino los que luchan por puestos europeos, una condición que puede cambiar con el tiempo, pero que ahora mismo ilusiona a unos y otros, luego de un arranque espectacular.
QUÉ COMIENZO, MADRE MÍA
El Girona comenzó la temporada como visitante en el estadio Reale Arena (Antiguo Anoeta, ante la real Sociedad, uno de los favoritos para colocarse entre los primeros en la máxima categoría del fútbol español y aunque arrancaron debajo por gol en el minuto cuatro del japonés Takefusa Kuba, lograron igualar en el 90 por intermedio del ucraniano Artem Dovbyk. Se dejaron dos puntos, pero al menos salvaron uno ante un rival poderoso.
Luego toco en casa el rocoso Getafe, entrenado por un José Bordalás que no regala nada, y que exige a sus jugadores concentración máxima y un juego al límite durante los 90 minutos, sin embargo los de Miguel Ángel Sánchez Muñoz (Míchel) cautivaron con su juego y saldaron el estreno con goleada de 3-0, en un partido en que marcó dos goles el veterano uruguayo Cristhian Stuani.
El primer mensaje de lo que podría venir llegó en la tercera fecha, cuando se impusieron por 1-2 al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán, con goles de Yangel Herrera y Aleix García, antes de dominar en casa por 1-0 a Las Palmas en la cuarta jornada, con un gol agónico de Portu en el minuto 87. Luego, en la quinta jornada golearon por 4-2 al Granada en Los Cármenes y ya nadie tenía dudas de que iban en serio.
Los goles empezaban a caérsele al equipo de Michel, que marcó una manita ante el Mallorca en la jornada seis y en el que tenía desventaja de un gol desde el minuto seis por un penal en contra. Una fecha más tarde, ante el siempre complicado Villarreal, en La Cerámica, volvió a remmontar con goles de Artem Dovbyk y Eric García, el zaguero cedido por el Fútbol Club Barcelona.
Eso sí, en la jornada ocho, cuando eran líderes, se apareció el Real Madrid y los bajó de las nubes en el propio Montilivi, al imponerse por 3-0, en un partido en el cual los blancos terminaron con 10 por la expulsión de Nacho, por una entrada fuerte contra Portu, que no fue a más y que le permitió jugar en el partido siguiente. Desde entonces, en las tres fechas posteriores, el Girona sumo de a tres.
UN POCO DE HISTORIA
El Municipal de Montilivi, con capacidad para 14 mil espectadores, es propiedad del municipio de Gerona, aunque el club tiene derecho de explotación hasta 2068, según la página web de la institución, una de las más pequeñas del fútbol profesional español, aunque recibió recientemente una fuerte inyección de capital del City Football Group Limited, una sociedad que tiene participación en clubes de fútbol de varios lugares del mundo, entre ellas el Manchester City inglés.
La referida sociedad, con un 78 por ciento del capital propiedad de Abu Dhabi, un 10 por ciento de la estadounidense Silver Lake, y un 12 conjunto entre China Media Capital y CITIC Group, tiene el 47 por ciento del capital del Girona, cuyo capital lo forman, además, otros socios minoritarios, como Marcelo Claure (35 por ciento) y Girona FG (16 por ciento).
Desde el 9 de julio de 2015 preside el Girona Delfí Geli, a quien muchos recordarán por aquella final de la UEFA en 2001, cuando marcó un gol en propia puerta ante el Liverpool, apenas a tres minutos de que el árbitro marcara el fin del tiempo definitivo y mandara a ambos clubes a decidir el ganador en la tanda de penales. Con Geli, el club ha vivido sus mejores momentos, incluyendo el ascenso a la primera categoría del fútbol español.
Solo dos años después de asumir Geli, en la temporada 2017-2018, el Girona subió por primera vez a primera división. Sin embargo, apenas lograron 37 puntos en su estreno en primera y quedaron decnioctavos, con lo cual tuvieron que volver a la categoría de plata. Pero en la temporada 2021-2022 volvieron a ascender, a pesar de haber terminado sextos en segunda y gracias a las rondas de play off de ascenso.
Para la campaña 2022-2023 terminó décimo, con 49 puntos, incluso en las últimas fechas se perdió la posibilidad de jugar la Conference League, un sueño que ahora no parece tan lejano y que incluso puedan superar, aunque para ellos tendrán que mantener el buen ritmo de este arranque de temporada, en el que han asombrado a los agoreros del fútbol, que no pensaron nunca verlos tan arriba en este momento.