Marc-André ter Stegen decidió pasar por el quirófano para resolver de una vez los problemas con su espalda. No demoró mucho el arquero del Barcelona, uno de los tres mejores del mundo y pieza principal para Xavi Hernández, en tomar la decisión definitiva. Una vez dado este pasó la duda es para cuándo estará de regreso a la portería blaugrana y si se perderá o no los octavos de final de la UEFA Champions League.
Luego de ver la actuación de Iñaki Peña durante el partido contra el Atlético de Madrid la semana anterior, el afición del equipo catalán pudiera no preocuparse por la baja del potero germano, porque su relevo lo hizo de maravillas y en los minutos finales sacó dos balones increíbles, uno de ellos a la misma escuadra a Memphis Depay, y el otro un tirazo a quemarropa del argentino Ángel Correa, atajadas con las cuales impidió el empate colchonero.
Ter Stegen es una garantía bajo palos. Su presencia es un seguro para el equipo y es, además, la pieza fundamental del Barcelona a la hora de sacar el balón, por su exquisito juego con los pies. Para Xavi eso es importante, pero mucho más lo es la seguridad que le da a la defensa, la cual no siempre logra impedir que los artilleros rivales se acerquen al área. Ahí, en el área chica, el alemán es un coloso con sus paradas espectaculares.
UNA DÉCADA DE BLAUGRANA
El guardameta alemán cumplirá esta temporada una década como arquero del Barcelona, a donde llegó a finales de mayo de 2014, cuando el arco era propiedad del chileno Claudio Bravo, quien lo había heredado de Víctor Valdés, una leyenda en la institución con una salida un poco extraña, al lesionarse justo en esos meses en los que finalizas contrato y no sabes si escoger nuevo destino o seguir donde has estado.
Marc-André, que llegó al club con 22 años, tuvo que remar contra la corriente por dos años. Fueron dos temporadas duras en las que estuvo a la sombra del suramericano, hasta que en 2016 explotó y reclamó la titularidad en todas las competiciones o, de lo contrario, que le permitieran salir. Bravo también hizo lo mismo: dijo que era titular o que se marcharía y el club se encontró entonces en una disyuntiva tremenda: uno o el otro.
En principio, el Barcelona le dijo a ambos que para marcharse tenían que pagar la cláusula de rescisión. La del chileno era de 40 millones de dólares y la del germano de 80. las puertas estuvieron abiertas, pero, finalmente, la directiva se decidió por Ter Stegen y le abrió la puerta a Bravo, quien comenzó un peregrinar por diferentes equipos, mientras su excompañero se adueño totalmente del arco del once catalán.
Desde 2016 hasta la fecha, el arco del Barcelona ha tenido un solo dueño. Ha sido el portero titular desde entonces a la fecha y los títulos que ha conseguido el club se los debe en gran parte a su actuación, porque ha tenido jornadas espectaculares en las que solo con su trabajo se pudo aspirar a las victorias, pro el asedio rival. Hasta que ahora, en una convocatoria con la selección germana, se agravaron sus problemas en la espalda.
Con la escuadra de su país también sufrió el arquero para ser dueño de la titularidad. Tuvo que esperar mucho tiempo y a que se lesionase por un largo periodo el titular y capitán Manuel Neuer, para que el seleccionador de turno le diera la oportunidad de lucirse. Para entonces, llevaba mucho tiempo y muchas polémicas por su situación, a pesar de que con su club era más determinante de Neuer con el suyo.
POSIBLES SUSTITUTOS
Nada mal le ha ido al Barcelona con Iñaki Peña. A pesar de haber jugado muy poco hasta ahora, cuando le tocó salir lo hizo muy bien. El Alicantino, de 24 años de edad y cerca de cumplir 25, conoce el juego del Barcelona, porque ha pasado por las categorías inferiores y sabe lo que le pedirán siempre los entrenadores: salida limpia del balón y que sea decisivo en esas ocasiones que tienen el rival y que pueden comprometer el resultado en cualquier partido.
Ante el Atlético de Madrid, como decíamos, en su primer compromiso serio, lo hizo de maravillas y si no se llevó el premio al Jugador Más Valioso (MVP) fue porque el portugués Joao Félix marcó un gol espectacular ante su exequipo y estuvo enchufado durante los 90 minutos, pero muy bien que pudo ser el ganador del reconocimiento, sobre todo por las dos paradas de los minutos finales a Depay y Ángel Correa.
Pero un arquero de garantías no basta, y sería arriesgado subir alguno de categorías inferiores, por eso desde la directiva miran al mercado, a algún veterano sin equipo, que pueda aguantar el golpe, al menos hasta marzo, cuando se cree que Ter Stegen volverá a la competición. Y no han tenido que buscar mucho, porque hay dos guardavallas de prestigio en el paro: David de Gea y Sergio Asenjo. Cualquiera de los dos puede llenar ese vacío.
De Gea terminó contrato con el Manchester United, donde ganó mucho dinero, y quedó libre, sin que organización alguna fuera a por él, incluso ni el Real Madrid cuando perdió por lesión a Thibaut Courtois. El Madrid pensó en otros arqueros y De Gea siguió sin trabajo, aunque desde la grada de Old Trafford lo reclaman cada vez que sus sustituto, André Onana, hace de las suyas, algo habitual últimamente para el camerunés.
El español, ex del Atlético de Madrid es poco probable que retorne al United, y mucho más que vaya al Barcelona ser suplente de Peña. Suficiente dinero ganó en su carrera para ir por unas cantidades que pudieran ser risueñas y para estar en el banquillo, pero sí podía ser una opción apetecible para Asenjo, que también está libre y que pensará que con el Barcelona puede ganar algún título con el cual darle lustre a su carrera. De todas formas, tocará esperar.