El Fútbol Club Barcelona enfrenta unos meses muy complicados, con incertidumbre sobre la determinación que tomará la Unión Europea de Fútbol (UEFA) relacionada con el pago, durante casi dos décadas, al segundo del Comité Técnico Arbitral (CTA) de España, lo cual podría generar sanciones aún antes de conocerse los resultados de la investigación que lleva a cabo la fiscalía en el país ibérico.
Para intentar convencer a la UEFA de que espere al resultado final de la pesquisa, viajó el presidente del club blaugrana, Joan Laporta, hace unos días a Eslovenia. Allí almorzó, según cuentan algunos medios cercanos al entorno barcelonista, con Aleksander Ceferin, pero aún así existen dudas sobre si el organismo que rige el fútbol en el continente vaya a tomar medidas o no.
De cualquier manera, la cúpula dirigente blaugrana no descarta una sanción y se ha dado a la tarea de buscar otras lides donde participar, y, por el momento, según TV3, pudiera ser en lides de Asia o el Oriente medio, con la intención de recaudar el dinero necesario para mantener el estatus del club y tener contentos a los que pusieron el dinero para la remodelación total del Camp Nou.
ALGUNA LID FORÁNEA Y AMPLIO CALENDARIO DE AMISTOSOS
Laporta y la directiva del club catalán, previendo el peor escenario posible -que serían no ser invitado a jugar la próxima edición de la UEFA Champions League- determinó investigar la posibilidad de jugar en Asia o en el Oriente Medio, lo cual le reportaría una suma considerable de dinero, para poder pagar los salarios de los jugadores, del resto de los trabajadores del club y mantener tranquilos a los que pusieron mil 500 millones de Euros para el Espai Barça.
La determinación de comenzar en breve con los trabajos en el Espai Barça implica otras consecuencias, entre ellas que el primer equipo de fútbol tenga que irse a jugar a Montjuic, lo cual representa pérdidas de decenas de millones de dólares al año, por la diferencia de aforo entre este campo y el Camp Nou. Y, si encima de eso se queda fuera de las competiciones europeas, las cosas se le pondrían difíciles.
Al mismo tiempo la directiva blaugrana buscará amistosos en medio mundo, también con la idea de amortiguar los daños que dejará en casa no estar incluidos en torneos europeos, en momentos en los que el club ha tenido que cerrar el canal de televisión y despedir a sus empleados, y menos de un año después de aplicar las famosas palancas para poder fichar algunos jugadores y volver a ser competitivos en la Liga Española.
En el verano Laporta compró a muchos jugadores, pero sus críticos dicen que tiene al club en una situación económica muy adversa, que no parará hasta convertirlo en una Sociedad Anónima deportiva, algo que muchos consideran el gran objetivo del actual presidente. O uno de ellos, porque también quiere no ser apartado de Europa y volver a traer al club a Lionel Messi, que se ha convertido en un reclamo de la afición.
Todas sus pretensiones parecen difíciles de cumplir, porque la UEFA no tiene que esperar a lo que diga la justicia española para determinar si lo sanciona o no, y Messi puede regresar a la que fue su casa durante casi toda su carreras, pero para conseguirlo, el club tendrá que desprenderse de jugadores importantes, porque el argentino no volverá a casa para vivir de las propinas.
EL CASO NEGREIRA
En los últimos días no se ha sabido mucho del Caso Negreira, como se le llama al proceso que inició la justicia ordinaria de España contra el ex vicepresidente del CTA José María Enríquez Negreira, por recibir más de siete millones de euros del equipo catalán para, supuestamente, conseguir la imparcialidad en una liga en la cual otros equipos eran beneficiados y el catalán perjudicado.
Solo se conoce que siguen las investigaciones, que el presidente del Barcelona intentó justificar su accionar con acusaciones al Real Madrid, durante una rueda de prensa ofrecida a mediados del mes anterior, y que el equipo blanco respondió con un vídeo demoledor, que dejó mal parado al mandatario catalán, quien lo había acusado de ser el equipo del gobierno durante muchos años.
También trascendió que la Liga de Fútbol Profesional pidió que se involucrara en la investigación al hijo de Negreira, Javier Enríquez Romero, quien presentaba informes al Barcelona, acompañaba a los jueces del hotel al Camp Nou, cuando jugaba el Barcelona, y que enviaba otros informes a su padre para que este determinara si habían hecho bien el trabajo los oficiales.
A pesar de que los delitos, por los cuales las directivas de Sandro Rosell y Josep María Bartomeu son imputadas, han prescrito para la justicia deportiva, y la Liga o la Federación Española de Fútbol no pueden actuar, aún queda pendiente la investigación que hace la justicia ordinaria, por corrupción en los negocios, que podría demorar años, pero terminaría con sanciones para el Barcelona en caso de probarse que intentó manipular la competición.
Por ahora, el Barcelona intenta capear la tormenta. Laporta acusa a otros, planifica reuniones, los medios afines hablan de posibles fichajes, incluso de la vuelta de Messi, o de la venta de algunos de los mejores jugadores del equipo para hacer caja y poder traer a otros, pero el entorno culé no deja de preocuparse por su posible exclusión de la Champions. Y entonces buscan opciones en Asia y Oriente Medio, porque el dinero es importante.