Las pasiones desmedidas nunca fueron buenas, para nada en la vida. Y mucho menos en el deporte, donde los escenarios, a veces multitudinarios, se prestan para que algunos pases por encima de las leyes de los hombres y de la cordura y la urbanidad, y salgan a relucir eso oscuro que algunas personas llevan dentro, como el fundamentalismo, el racismo o el odio.
Se veía venir un derby muy complejos en el Civitas Metropolitano entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid. Hay una rivalidad inmensa entre los dos equipos, cimentada por décadas, por el dominio de los blancos sobre los rojiblancos, en cuanto a resultados de los partidos entre ellos, y también a títulos conseguidos, con una diferencia abismal favorable a los que fueron visitadores.
Además, en los últimos años el odio se acrecentó. Thibaut Courtois dejó el Chelsea para volver a Madrid y en lugar de hacerlo en el Atlético, donde ya había estado, se fue al Real. Para la afición rojiblanca fue un golpe duro, y más duro resultaron las palabras del guardameta, quien dijo en algún momento que estaba ene l lado bueno de la historia, en referencia a su club actual.
Apuestas en el Fútbol con Bet365La gente no se enoja sola, la gente se enoja por algo... No ayudamos los protagonistas cuando subestimamos a la gente, cargamos a la gente, provocamos a la gente… La gente se enoja, la gente no tiene otra forma de hacerlo, de mala manera que no está bien, pero evidentemente tenemos que buscar calma
Diego Pablo Simeone
EL FRENTE ATLÉTICO Y EL ODIO A VINICIUS
Si eso fuera poco, también comenzó la campaña de odio a Vinicius, de la cual hablamos la semana anterior. En el Atlético B comenzaron las agresiones contra el crack brasileño, y no solo por el color de su piel, sino porque el chico desembarcó en la llamada Casa Blanca tras pagar Florentino Pérez mucho dinero. Llegó con la etiqueta de jugador de futuro, y eso dolió.
Recordemos la mordida en la cabeza en su primer partido en España, el muñeco con una camiseta con su número colgado de una autopista, los gritos de "mono" o "muérete" fuera del estadio del Atlético en partidos anteriores, por parte del que algunos llaman el equipo del pueblo, que pierde contra cualquiera, o empata, pero que se juega la vida siempre que enfrenta al Real Madrid.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Habrá sanciones para los aficionados que lanzaron objetos a Thibaut Courtois... Lo que ocurrió ayer en un campo de fútbol de nuestro país es intolerable. Es la antítesis de los valores deportivos. Habrá sanciones para los autores
Pilar Alegría, ministra de Educación y Deportes
Lo de este domingo fue bochornoso, y eso que la Liga advirtió contra el uso de máscaras para entrar al campo, una estrategia lanzada por los seguidores rojiblancos con la intención de poder entrar al campo, insultar, sin ser descubiertos. También la directiva del torneo alertó que no permitiría el supuesto homenaje al Mono Burgos, en el minuto 13, porque sabía cuál era la intención.
¿Bastaron las advertencias de La Liga? No. Fueron insuficientes. El partido fue tenso y se sentía, se presentía que en cualquier momento podía ocurrir algo, y ocurrió. Detrás del arco que defendió Courtois en el segundo tiempo pasaban cosas, ofendían al guardameta belga, y este, cuando el Madrid se adelantó, se volvió a la grada y la increpó. Y ahí estalló todo, porque al arquero le lanzaron cualquier tipo de objetos, sobre todo mecheros.
El árbitro detuvo el partido, orientó al delegado de campo mandar un mensaje a la afición hasta en dos ocasiones y luego mandó a los dos equipos a los vestidores para esperar que la situación se calmara. Al final se terminó el partido, el Atlético igualó casi sobre la bocina, o en el sexto minuto del tiempo añadido, pero la vergüenza por lo que había ocurrido no la borra nadie.
LA COMPLICIDAD DEL ENTRENADOR Y LOS JUGADORES CON LOS VIOLENTOS
Diego Pablo Simeone, el entrenador del Atlético de Madrid no fue el más modélico de los jugadores. Si alguien tiene dudas, que haga una revisión en cualquiera de los buscadores y verá decenas de provocaciones suyas, agresiones a compañeros de profesión, y con esa mentalidad entrena a su equipo, para que vayan como espartanos a la cancha, sin tener en cuenta mucho más.
Cuando el partido estuvo detenido, Simeone hizo gestos al Fondo Atlético, los aficionados ultra del Atlético para que pensaran las cosas que hacían, y cuando se terminó el partido fue hasta el lugar a agradecer a los violentos. NO solo fue él, sino todo el equipo, en tanto la otra parte de la afición presente en el estadio le reprochaba el referido gesto al entrenador y los jugadores.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Nuestra gente decían que se han sentido provocados y por eso se han querido defender... pero no lo justifica, no hay que tirar cosas... Ojalá que no vuelva a ocurrir... que los sancionen porque los que quedan manchados somos nosotros como Atlético de Madrid
Koke, capitán del Atlético de Madrid
La directiva del Atlético, el entrenador y los jugadores le temen al Frente Atlético. Por esa razón, Simeone intentó culpar a Courtois como iniciador de todo, y por eso dijo que los jugadores tienen que tener cuidado con lo que hacen, con sus gestos, con lo de encarar a la grada, como si él no lo hubiera hecho nunca. Y en la misma línea se pronunció el capitán Koke, otro que quedó en entredicho.
Lo cierto es que la imagen del Atlético de Madrid quedó por los suelos tras el partido, más allá de que haya conseguido igualar en los minutos finales, y las declaraciones y el modo de actuar de su entrenador dice mucho de un dirigente de un equipo de primera división de una de las mejores ligas europeas y explica el comportamiento de unos y otros, aunque alguno crea que no se le puede pedir más a un guerrero como Simeone.
Ahora el Atlético de Madrid enfrenta un cierre de su campo. Es posible que la justicia deportiva ordene cerrar solo la parte donde estuvieron los violentos del Frente Atlético, pero hay tanta complicidad entre la directiva, el entrenador, los jugadores y ellos que pueden hasta buscarle acomodo en otra parte de la grada. De todas formas, la vergüenza se consumó y ahora costará olvidarla.