Los dos grandes favoritos para verse las caras en la Serie Mundial de las Grandes Ligas, en octubre próximo, los Yankees de Nueva York y los Dodgers de Los Ángeles, se verán las caras, por tres días consecutivos, desde este viernes, en una serie de partidos que tendrán como sede el Yankee Stadium y que podrían repetirse en el otoño, aunque adelantar un pareo por el anillo, desde ahora, puede parecer una locura.
Los Mulos del Bronx son el equipo con más triunfos en la presente temporada y el que tiene mejor diferencia de carreras a favor. Hasta el jueves, Aaron Boone condujo a su equipo a 45 victorias en 64 partidos, para un .703 de promedio, inalcanzable para el resto de las nóminas. De hecho, son el único elenco que juega para un promedio superior a .700.
La novena neoyorquina exhibe 21 triunfos y ocho derrotas, como local, en tanto fuera ganó 24 y perdió 11. Con 321 carreras anotadas y 203 permitidas, que le da una diferencia de +118, también la cantidad más alta en todas las Grandes Ligas. Al mismo tiempo, los Yankees han ganado ocho de los últimos 10 partidos, todos ellos en forma consecutiva, lo cual constituye la racha más larga del torneo en el presente.
SOTO, JUDGE Y STANTON HAN SOSTENIDO A LOS YANKEES
Después de la racha de ocho éxitos pegados de los Yankees, la segunda mejor marca la tienen los Rojos de Cincinnati, que han hilvanado cinco éxitos al hilo, y ganan siete de sus últimas 10 presentaciones. Los Dodgers ganaron su último partido, y seis de la última decena, lo cual le sirve para encabezar la División del oeste de la Liga Nacional, con ocho juegos de ventaja sobre los Padres de San Diego.
El gran momento de Los Yankees ha tenido el soporte de una alineación que se ha mostrado explosiva, sobre todo con los hombres de arriba, muy productivos y muy oportunos. Y ya lo decíamos antes de arrancar la serie: si los sluggers yankees se mantienen saludables, el equipo peleará con muchas posibilidades, y así ha sido hasta ahora, y no vemos motivos para que no sea así en el futuro.
De hecho, los artilleros del uniforme rayado encabezan la mayoría de los departamentos ofensivos. Por ejemplo, Juan Soto, la última gran adquisición, es líder de los bateadores de la Liga Americana y Judge el máximo jonronero del llamado Joven Circuito. Ambos son segundo y tercero en la producción de carreras, con más de 50 cada uno, por detrás de José Ramírez, el dominicano de los Guardians de Cleveland.
Soto, quien suma 17 cuadrangulares y es cuarto, a cuatro de Judge, es segundo en imparables, en tanto el torpedero Anthony Volpe, que anda muy bien tanto a la ofensiva como a la defensa, es cuarto con 74, en un año que parece consagratorio para el novato que el año anterior se llevó un guante de oro. A todo eso vale agregar el buen momento de Giancarlo Stanton, lo bien que cayó en el club Alex Verdugo, a quien Boone ha colocado en los últimos partidos en el medio de la alineación.
Cierto que se esperaba más de Anthony Rizzo y tal vez de Anthony Wells o Gleyber Torres, pero los colosos de alante se han encargado de sostener el bateo del equipo y producir las carreras necesarias para darle más triunfos que a cualquier otro equipo. Y encima de eso, el vérsatil venezolano Oswaldo Cabrera ha sustituido tan bien a DJ LeMaieu, que no se notó su ausencia hasta que llegó a la alineación en la última semana.
LUIS GIL Y RODON, LOS GRANDES ASES DEL BOX ANTE LA AUSENCIA DE GERRIT COLE
Judge arrancó mal. Hasta se ganó alguna pitada en casa, pero nada más quedó atrás abril, su bate se calentó y acaba de terminar na de las mejores actuaciones para un mes en toda la historia de las Grandes Ligas. La racha ganadora de los últimós días lleva su nombre. Sin embargo, para ser justos, el gran peso en las victoria de los Yankees la tiene el cuerpo de abridores.
Cuando se supo que Gerrit Cole se perdería al menos 60 partidos, mucho antes de arrancar la temporada, Aaron Boone no tenía claro cómo iba a resolver el problema con los abridores, porque de un año para otro perdía a casi todos sus iniciadores de partidos y tenía incertidumbre sobre las posibilidades de Carlos Rodon, el zurdo que se había pasado la mayor parte de los últimos dos años lesionados.
Néstor Cortés, Rodón, Marcuw Stroman, Clarke Schmitdt y Luis Gil iban a ser los abdidores. Sobre Gil hubo dudas hasta el último momento, y en el cuerpo de dirección pensaron que su periplo como iniciador de partidos duraría solo hasta que regresara Cole, pero se equivocaron, porque el dominicano ha sido el mejor del staff, con diferencia y ahora mismo es segundo en la Liga Americana en victorias y primero en promedio de carreras limpias.
De hecho, en sus últimas apariciones ha silenciado totalmente a las alineaciones rivales, lo mismo que Rodon, que también suma ocho éxitos. Schmidt se lesionó y no se sabe cuando regrese, pero tenía cinco ganados y tres perdidos y trabajaba para una efectividad de 2.52. Su sustituto en la rotación Cody Poteet, que lanzará este viernes frente a los Dodgers, inició dos juegos, los ganó ambos y su efectividad es de 2.45.
Lo de Gil, sin embargo, no tiene comparación. Su promedio de ponches es de 11 cada nueve entradas, lanza para 1.82 de efectividad y ha permitido solo 30 hits y 14 carreras en 69.1 innings. Gerrit Cole ya ha lanzado en las menores, acondicionando su brazo para recuperar su puesto, pero lo que está claro es que no será Luis Gil quien pierda el suyo. Los Yankees van a partidos difíciles este fin de semana, pero será el momento ideal para saber cuán fuertes están en sus sueños de llegar a la Serie Mundial.