Uno de los lastres más grandes que tiene la primera división del fútbol español es el FC Barcelona, que de no ser por las ayudas que le brindan desde la Liga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tendría que haberse declarado en bancarrota o haber descendido de categoría como mínimo.
Pero es una situación extraña, hay algo, casi inexplicable, que no deja que las cosas caigan por su propio peso, o en este caso por la falta de pesos. Se da una simbiosis como entre Comala y Pedro Páramo.
Ya se sabía que el club estaba en una situación económica desesperada desde el año pasado, cuando Joan Laporta asumió la presidencia para sustituir a Josep María Bartomeu. En ese momento se habló de una deuda de más de 1.000 millones de euros y una deuda de vencimiento inmediato de 730 millones de euros.
Pero todo eso fue a peor con el paso de los días. En octubre pasado el club catalán presentó sus cuentas de la temporada 2020/21 con 481 millones de euros de pérdidas.
Para poner peor la cosa, ya en diciembre el Barça dijo adiós a la Liga de Campeones y por consiguiente a las cifras presupuestadas de antemano de alcanzar los cuartos de final de la Champions y por tanto sumar unos 19 millones de euros. Pasaron a la UEFA Europa League y ahí tenían grandes opciones de ganar el torneo e ingresar unos 12 millones de euros, pero también fallaron en esa.
En marzo, La Liga sacó a relucir los límites salariares de los equipos tras el mercado invernal y para sorpresa de algunos el Barcelona tenía un alarmante -144 millones de euros, el único equipo en las dos máximas divisiones del fútbol español con números en negativo.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Pero como esta historia no para de crecer, a mediados de abril El Confidencial destapó un escándalo que vincula al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, una comisión millonaria y el defensor del Barcelona Gerard Piqué, quienes trabajaron de conjunto para trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí. Según el diario, Rubiales "presionó a las autoridades de Riad para que abonaran al jugador hasta 24 millones de euros por disputar el torneo en ese país y trató luego de ocultar la participación del futbolista en el contrato".
También salieron a relucir las ganancias que se llevarían ambos si en esa competición estaban presentes Real Madrid y Barcelona –tienen que terminar como 1-2 de la Liga o como finalistas de la Copa–, algo que ya deja dudas sobre la realidad para con los otros equipos. Lo cierto es que al estar implicado un jugador en activo del club blaugrana, la cosa no huele bien.
Y lo más reciente son los números publicados por La Liga esta semana. La organización que dirige Javier Tebas dio a conocer un informe económico-financiero de la temporada 2020/21 en el que aparecen unas pérdidas de 892 millones de euros, de los cuales 481, o el 54 por ciento, pertenecen al Barcelona.
Todo justificado por la pandemia y con una explicación que roza lo ambiguo, pues no tiene un impacto financiero inmediato ¿? Nada que son números sin más, dineros que andan sueltos, creo yo.
Con estos datos el Barcelona se ve imposibilitado de afrontar grandes contratos y está a la espera de sanear sus cuentas para poder asumir los salarios de jugadores de nivel.
Lo que si es cierto es que la situación que presente el club catalán le obligará a vender jugadores para poder traer a otros. Pero la tarea es complicada pues los que más valor de mercado y pretendientes tiene son los que entrarían en la lista de intransferibles. Lo otro es firmar el acuerdo con CVC, que tanto interesa a La Liga y a Tebas. Pero esto sería dar la espalda a su compromiso y además endeudarse por 50 años.
Nada que las cosas no se ven tan azulgrana desde la capital de Cataluña y que más bien su futuro se asemeja a un paisaje desolado como el de la Comala de Pedro Páramo.