Si eres de los que crees que el pareo de semifinales de Champions entre el Real Madrid y el Bayern de Múnich, que arranca este martes en el Allianz Arena de Múnich, va a resultar parejo, tampoco debes dudar de que el choque entre el también germano Borussia Dortmund y el Paris Saint-Germain se las trae y nadie se atrevería a aventurar un claro favorito.
No es un partido cualquiera. Es un choque con sed de Champions, de títulos, de dos clubes que suman apenas un título en la competición continental entre ambos, conseguido por el once germano en la temporada de 1996-1997, al imponerse por 3-1 a la Juventus de Turín en Múnich. Desde entonces, uno y otro alcanzaron solo dos finales más.
El Dortmund protagonizó una final alemana en Londres, en 2013, ante el Bayern Múnich y cayó por 2-1, el mismo verdugo que tuvo el PSG en Lisboa, en la temporada de 2020, en un partido que terminó con marcador de 1-0, favorable a los ahora rivales del Real Madrid. Pero hoy hablaremos un poco de las oportunidades de uno y otro.
AMBOS VIENEN DEL MISMO GRUPO
El Borussia Dortmund y el PSG fueron incluidos en el mismo grupo eliminatorio de la presente Champions, por lo que encontrarse otra vez, en una eliminatoria directa, no es insólito, pero sí un poco sorpresivo, porque es una situación que se da pocas veces. Y ahora les toco a ellos que compartieron llave con el Milán AC y con el Newcastle United, en el grupo más difícil de la competición.
Tan parejo fue el Grupo F, que ningún otro equipo avanzó con menos puntos que el líder Dortmund (11) y el escolta PSG (8), en la condición de primero y segundo. Incluso, el once francés sumó los mismos puntos que el Milán AC. El primero tuvo diferencia de goles positiva (1), y los italianos, menos tres, lo cual les costó la clasificación.
Más allá de eso, en octavos, el PSG quedó emparejado con la Real Sociedad, a la cual dejó en el camino con relativa facilidad. Solo unos minutos, tal vez los primeros 30 del partido de ida, celebrado en el parisino Parque de los Príncipes, hubo cierta paridad, o tal vez dominio del entonces equipo visitante. Todo el resto del tiempo mandó el PSG, que en cuartos fue victimario de otro elenco español, el Fútbol Club Barcelona.
El Borussia Dortmund, por su parte, se encargó en octavos del PSV neerlandés, y en octavos remontó al Atlético de Madrid español. El rojiblanco había ganado en casa por 2-1, pero desaprovechó varias oportunidades y el elenco alemán apretó al final, marcó un gol y se encargó de sentenciar en el Signal Iduna Park, un estadio que aprieta, según los propios jugadores, más que ninguno otro en toda Europa.
En los enfrentamientos de la Fase de Grupos, el PSG golpeó primero, justo en la primera fecha del grupo, en el Parque de los Príncipes, con goles de Kylian Mbappé, de penal, y de Achraf Hakimi. El partido terminó con marcador de 2-0. En el Signal Iduna Park, en la última fecha, un empate 1-1 los salvó a ambos. Marcaron Karim Adeyemi por el Borussia, y Warren Zaire-Emery por el PSG.
MBAPPÉ PUEDE HACER LA DIFERENCIA, PERO…
Tener al mejor jugador del mundo en tus filas siempre da un plus especial, condiciona al rival, garantiza desestabilización en las filas rivales, y predispone al técnico contrario, que tiene que trabajar la defensa para una situación especial, pero nada de eso sorprende a Edin Terzic, el técnico del Dortmund, quien, en los dos partidos de la Fase de Grupos, solo admitió un gol a Mbappé en 180 minutos, y desde el punto de penalti.
Sin embargo, el capitán de Francia es, además de un gran jugador, un delantero con una capacidad enorme para definir, un futbolista con una sed de triunfo incontrolable, que ha visto pasar los primeros años de su carrera sin ganar grandes trofeos individuales y sin alzar la Champions, a pesar de que ganó una Copa del Mundo con Francia. La Champions sigue siendo su asignatura pendiente, y el Balón de Oro, la otra. Y él sabe que triunfar en Europa le abrirá el camino.
Mbappé se va al Real Madrid en un mes y poco más, o al menos eso es lo que dice la prensa, pero el crack no quiere llegar con las manos vacías. En lugar de ser el limosnero que va al club más grande del mundo para que lo ayude a ganar la Champions y el Balón de Oro, quiere hacerlo con ambos trofeos asegurados, y eso pasa por vencer al Dormund, y tendrá que empezar por sacar un buen resultado en la ida.
¿Basta Mbappé para ganar? No, no basta, pero tener al mejor jugador del mundo ayuda, aunque el PSG es mejor equipo este año que el anterior, con todo y la presencia de Lionel Messi y Neymar Junior, incluso Sergio Ramos en sus filas, porque depende más del equipo, más del trabajo del colectivo y menos de las individualidades. Y eso tendrá que validarlo Luis Enrique Martínez, el polémico técnico del cuadro francés.
En eso destaca el Borussia. Es un equipo, que tiene complicado jugar la próxima Champions, porque marcha quinto en una Bundesliga que proclamó como campeón al Bayer de Leverkusen, y que hará todo lo posible por ganarse el puesto por méritos propios en la propia lid continental. Será un partido parejo, pero el PSG, al menos para mí, tiene más olor a finalista, aunque en fútbol nadie sabe nada hasta el pitazo final.