Durante meses y porque las directivas del Real Madrid y el FC Barcelona se empeñaban en sacar adelante, junto con la Juventus de Turín, el proyecto de la Superliga Europea de Fútbol, parecía que las relaciones entre los dos clubes españoles estaban en el mejor momento de la historia, que ya habían dejado de ser enemigo irreconciliables, aunque al menos fuera en los despachos, que no en el campo.
Sin embargo, desde que hace un par de meses salió a la luz el llamado Caso Negreira, las cosas cambiaron. Una vez que Hacienda abrió una investigación para investigar supuestos pagos oscuros del club catalán, por más de siete millones de euros, a José María Enríquez Negreira, vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA), las cosas comenzaron a cambiar, y en los últimos días las relaciones se deterioraron totalmente.
El Real Madrid, al principio, no se unió a la posición de La Liga ni de otro club contra el Barcelona, pero cuando la Fiscalía se implicó en el asunto, el Real Madrid difundió un comunicado en el que aclaraba que solicitaría ser parte del caso como perjudicado. Y aquello cayó como un jarro de agua fría al entorno culé, que albergaba la esperanza de que Florentino Pérez y el madridismo no entrarían en el caso.
LAPORTA ACUSA AL MADRID
Luego de muchas semanas en espera de un pronunciamiento del presidente del equipo catalán, el pasado lunes Joan Laporta compareció ante los medios y aunque no aclaró mucho, negó que el club hubiera pagado a los árbitros en algún momento y, sobre todo, dejó claro que el Barcelona solo fue una víctima durante muchos años de los arbitrajes, los cuales lo perjudicaron.
Para limpiar la imagen del club y para alimentar a los millones de culés regados por el mundo, pero sobre todo a los socios, que al final son los que vota, Laporta dirigió sus cañones, constantemente, contra el Real Madrid, al que llamó equipo del gobierno, o de la mayoría de los gobiernos que tuvo España por décadas, entre ellos el de Francisco Franco, el tristemente célebre dictador español.
La conferencia de prensa, insistimos, no aclaró muchas cosas, pero al terminar, los presentes aplaudieron al presidente blaugrana, algo que no suele ocurrir muy frecuentemente, en tanto medios de prensa de todo el mundo se hacían eco de las palabras de Laporta, sobre todo las dirigidas al Real Madrid, al que acusó de haber sido beneficiado siempre, en detrimento del Barcelona.
El golpe parecía demoledor. Las acusaciones tuvieron eco, muchos las replicaron. Las huestes barcelonistas estaban contentas y la confianza en Laporta intacta para intentar salir ileso del atolladero en el que el club estaba metido, por probados pagos de sumas millonarias a un dirigente del gremio arbitral, de quien dijo Laporta que no representaba nada, que no tenía poder alguno y a quien, sin embargo, dejaron de pagarle nada más cesar en sus funciones como vicepresidente del CTA.
Además del Real Madrid, el discurso de Laporta estuvo dirigido contra el presidente de La Liga, Javier Tebas, de quien dijo que quería castigar a su club por no alinearse con el proyecto de CVC, por unirse a lo de la Superliga y porque quería tener control sobre el Barcelona. No hacía falta más, con eso bastaba para que el barcelonismo estuviera feliz, pero desde la capital española preparaban un golpe demoledor.
EL REAL MADRID RESPONDE
Nadie del Real Madrid salió a responder. No lo hizo ningún miembro de la directiva, ni el entrenador, ni los jugadores. El equipo de fútbol estaba centrado en el partido de vuelta de los cuartos de final de la UEFA Europa League, y en la llamada Casa Blanca no querían que nada alterara el ecosistema alrededor de la primera plantilla, porque llegar a semifinales era la prioridad absoluta.
Antes, Real Madrid Televisión, preparó un vídeo demoledor, con imágenes de la inauguración del Camp Nou, de las veces que el general Franco fue condecorado por el club catalán, de cómo lo salvó de la quiebra, con lo cual se desató una campaña para pedir a Florentino Pérez que eliminara el vídeo y ofreciera perdón. Pero hasta ahora, la directiva blanca no se ha pronunciado y es poco probable que lo haga.
Florentino Pérez dirá que no fue el Real Madrid el primero en atacar, que no se refirió a los favores de Franco al Barcelona antes, sino solo cuando su equipo fue atacado de algo que nadie nunca ha podido probar, y que no consta en imágenes, como sucede en el caso del Barcelona, donde hay vídeos y recortes de periódicos que lo atestiguan, como probó el Madrid en su publicación.
De todas formas, los cañones de la guerra comenzaron a disparar de nuevo y no se sabe cuándo van a dejar de hacerlo, porque ni uno ni otro querrá quedarse golpeado ni en evidencias, pero al parecer, la peor parte la sigue llevando el club catalán, en entredicho en España y en medio mundo, porque por mucho que intente involucrar a otros para salir ileso del escándalo, lo del pago al vicepresidente del CTA está ahí.
Luego habrá que ver qué deciden los tribunales, cuando lleguen los juicios -que pueden demorar años- pero al Barcelona le preocupa mucho más lo que pueda hacer la UEFA o la FIFA, que no tienen que esperar al final de las investigaciones para sancionar o no al club. Y entre esas sanciones pudiera estar la exclusión de las competiciones europeas, que será un golpe demoledor para el club, del que tal vez le cueste recuperarse.