En tres días, el Athletic Club de Bilbao y el Real Mallorca se medirán por el segundo título más importante del fútbol español, la Copa del Rey. Otra vez, por sexta edición en línea, el partido definitivo tendrá como sede el estadio de La Cartuja, en Sevilla, cuya capacidad de 57 mil 600 espectadores, pudiera resultar pequeña para la demanda de asientos que reclama la final de la lid.
Para hacerle honores al acontecimiento, La Liga detiene sus acciones, por lo cual los ojos de los seguidores del más universal estarán puestos en ese partido, un choque entre dos equipos con palmarés muy diferente a través de toda la historia, pero con la misma ilusión de ganar. Y si llegaron hasta la final, dejando en el camino todos los poderosos del país, por gusto no será.
El que gané, además de levantar el trofeo, se asegurará su participación en competiciones europeas, y ambos tienen ya garantizada su incursión en la venidera edición de la Supercopa de España, que desde hace varios años tiene como sede a Arabia Saudita y que pone frente a frente a los dos primeros de la Liga Española y a los finalista de la última edición de la Copa del Rey.
ATHLETIC CLUB DE BILBAO, EL GRAN FAVORITO
Si tuviera que jugarme mi dinero a uno de los dos equipos involucrados y aún sin pensarlo mucho, apostaría por el Athletic Club de Bilbao, aunque si me tomará un tiempo para pensarlo, podría no actuar tan a la ligera, y tal vez ni enrolarme en eso de vaticinar vencedor en una final en la que cualquier detalle, a veces por mínimo que parezca, puede servir para cambiar una situación.
¿En qué es mejor el equipo vasco? A todas luces, hombre por hombre, tiene mejor plantilla. El entrenador del Athletic es el que quiere el club, la plantilla y la afición. Un otrora jugador del primer equipo, contrastado como técnico, con experiencia en finales y en otros clubes, como el Fútbol Club Barcelona, donde, pese a ser cesado, aprendió a lidiar con situaciones extremas.
También es mejor la delantera vas. La sola presencia de los hermanos Williams, Iñaki y Nico, internacionales con Ghana y España, respectivamente, hacen temible la línea de ataque. También es mejor su mediocampo, y su zaga. En defensa no hay comparaciones, incluso ni en la portería, aunque el arquero del partido final no será el portero de la selección española, Unai Simón, sino Julen Aguirrezabala.
Encima de eso, el Athletic Club tiene un palmarés mucho más lujoso, incluso fue el primer equipo en ganar la competición, allá por el lejano 1903, al imponerse por 3-2 al Madrid FC. También ganó la segunda en 1905 y de entonces a la fecha ha sumado 39 finales disputadas, con 23 victorias, en lo cual solo cede al FC Barcelona, que ostenta 31 trofeos de una lid que ha tenido varios nombres, ente ellos hasta el de Copa del Generalísimo.
Sin embargo, se cumplen ya 40 años de la última vez que levantaron el trofeo. En 1984, en el Santiago Bernabeu, se impusieron por 1-0 al Barcelona y se despidieron de ganar, hasta ahora, aunque sí han disputado finales desde entonces, hasta un número de seis, sin que pudieran saborear de nuevo la victoria. Los seguidores creen que seis finales perdidas en línea con muchas y que es hora de ganar.
EL VASCO NUNCA SE DA POR VENCIDO
Si el Athletic Club de Bilbao es, para mí, mejor en todas las líneas, algunos pensarán que no valdría la pena al Mallorca presentarse en Sevilla, porque de cualquiera manera va a perder. Pero sucede que esto es fútbol y las finales, como dice ese refrán que cada jugador puede hacer suyo, no se juegan, sino se ganan. Y a eso se aferra el once mallorquín, cuyo técnico no da nada por hecho.
El Mallorca es un buen equipo. No se plantó en la final por obra y gracia de la suerte, aunque siempre hay que tener un poco de ella. En la primera ronda, eliminó al CD Boiro por 0-4, y en la siguiente pasó sobre el Valle del Egüés por 0-3, porque los equipos de primera tenían que jugar fuera. Tampoco tuvo piedad del Burgos cuando quedaban 16 equipos y ganó por 0-3 y aunque sufrió ante el Tenerife, se impuso por 0-1.
Para entonces, ya estaba en cuartos de final y sorprendió ante el Girona, que era favorito por su gran actuación en La Liga, y se impuso por 3-2. Luego en semis, en partidos de ida y vuelta, acabó con la posibilidad de que hubiera un derby vasco en la final, porque derrotó a la Real Sociedad, aunque necesitó de tanda de penales para ganar finalmente y llegar al partido por el título.
Nada de eso vale ya. Tampoco que Vivian o Yerai sean mejores que Raíllo en la zaga, que tengan más partidos importantes en sus espaldas, o que Ernesto Valverde haya entrenado a mejores equipos que Javier Aguirre, el mexicano que entrena al Mallorca. A los mallorquines los enamora la posibilidad de levantar el segundo trofeo de su historia, en una lid en la que ha jugado tres finales.
La única vez que ganaron fue en 2003, frente al Recreativo de Huelva por 3-0. Antes, en 1991habían caído por 1-o en prórroga ante el Atlético de Madrid, y en 1998, por penales, ante el Barcelona, luego de empatar 1-1 en tiempo reglamentario. Esta vez será un gran partido, de eso sí no tengo dudas.