La selección de fútbol de Argentina protagonizó la primera gran sorpresa de la Copa Mundial de Qatar 2022 al caer 1-2 ante Arabia Saudí en el estreno de ambas y, de hecho, permite que aparezcan las dudas sobre el supuesto favoritismo con el que llegó la Albiceleste al país árabe, luego de 36 partidos consecutivos sin sufrir derrota en competición alguna.
Tras el pitazo final, los argentinos dejaron cabizbajos la cancha y los saudíes saltaron de alegría, conscientes de haber conseguido la victoria más importante de su historia, apenas la cuarta en 17 partidos en copas mundiales, con la cual comienzan a ver opciones de alcanzar los octavos de final por el Grupo C, en el que aparecen, además, las formaciones de México y Polonia.
Argentina venía de ganar la Copa América, al vencer en la final a Brasil en el Maracaná, de Río de Janeiro. Eso, y la seguidilla de partidos sin perder, la convertía en una seria aspirante al título, pero tras su actuación de este martes, comenzarán las dudas y los rivales de turno la tratarán con menos respeto, una condición que puede hacerla vulnerable, aunque solo sea por aquello de que 'si otro te ganó, también puedo hacerlo yo'.
¿LA DERROTA DEJA AFUERA A ARGENTINA?
Un revés no deja fuera a ningún equipo en fase de grupos, pero este puede tener sus consecuencias si lo sufres ante el equipo más débil -según los analistas- de la llave. Sin embargo, ese resultado te obliga a jugar perfecto en las presentaciones posteriores y vencer siempre, comenzando por México, al que enfrentará el próximo sábado.
Perder el primer partido condiciona muchas cosas, pero en Argentina saben que puedes caer en el estreno y luego llegar a la final. Eso ocurrió en Italia 1990, cuando la Albiceleste cayó ante Camerún en su estreno como campeona defensora, y logró reponerse y avanzar hasta el partido por el título, aunque cedieron ante Alemania luego de un controvertido penalti en contra pitado por el árbitro Edgardo Codezal, de mal recuerdo en la nación suramericana.
En la historia de los mundiales de fútbol, solo un equipo perdió en el estreno y luego levantó la Copa, un honor que corresponde a la España que entrenó Vicente del Bosque, que debutó con derrota ante Suiza en su debut por 1-0 con gol de Gelson Fernandes.
Por otra parte, otros dos campeones del mundo igualaron en sus estrenos mundialistas, la Inglaterra de 1966, que en su condición de anfitriona apenas empató 0-0 ante Uruguay en el mítico estadio de Wembley, y la Italia que ganó la Copa Mundial de España en 1982, que abrió con empate, también sin goles, ante la escuadra polaca en el estadio Municipal de Balaídos.
¿QUÉ DEJA LA DERROTA ARGENTINA EN QATAR?
Más allá de la derrota, la selección de Argentina dejó un mal sabor de boca, porque nunca se vio sólida, ni segura sobre la cancha. Controló el partido desde el minuto 10, cuando se puso arriba por gol de penalti de Lionel Messi, pero luego cayó constantemente en fueras de juego, razones por las cuales le anularon varios goles, mientras los sauditas manejaban los tiempos en la zaga.
El empate, nada más comenzar el segundo parcial, fue un mazazo para el equipo de Lionel Scaloni, y el segundo gol cayó como un jarro de agua fría. El técnico probó enseguida con cambios, pero al final no rindieron sus frutos, aunque los atacantes, Messi incluido, no estuvieron acertados ante el arco rival. Incluso, el capitán argentino mandó una pelota sobre el travesaño en una falta desde la frontal del área, un sitio desde el que ha anotado muchos goles a lo largo de su carrera.
El fondo físico también le pasó factura. El propio Messi se veía agotado al final, lo mismo que Ángel Di María y Rodrigo de Paul, las piezas principales sobre las que se mueve la Albiceleste. Y la disminución de la velocidad del equipo pesó a la hora de buscar el arco saudí, bien defendido de principio a fin.
Argentina tiene una tarea enorme por delante. Es el precio que tendrá que pagar por haber debutado con derrota, y habrá que esperar para saber si se reponen del mazazo inicial y logran avanzar con claridad a octavos de final, o si la derrota es el reflejo de una situación irreversible y Messi tendrá que decir adiós al Mundial sin haber podido ganar nunca una Copa Mundial.