En Arabia Saudita no sentó nada bien que Qatar organizara una Copa Mundial de Fútbol y pusieron manos a la obra para tener también uno. Los primeros pasos los dieron nada más terminar la lid de Doha, con la contratación de una de las más grandes leyendas del fútbol de todos los tiempos, el portugués Cristiano Ronaldo, que había rescindido su contrato con el Manchester United.
El luso, de 38 años de edad, se convirtió de golpe y porrazo en el futbolista mejor pagado del mundo, con unos 63 millones de dólares de salario, solo por firmar con el Al-Nassr saudita. Todo con el objetivo de darle renombre al club y al fútbol de aquel país, en una cruzada del reino por ganar espacios en un negocio que serviría para limpiar ciertas cosas y que también dejaría buenas tajadas en las cuentas bancarias.
Sin embargo, el fútbol saudita, que controla el gobierno, no se conformó con el capitán de la selección portuguesa y va a por más, intentando sacar provecho de las revueltas aguas en las que se mueven las estrellas de Europa, e interfiriendo en el camino que antes los llevaba a Japón, el propio Qatar o Estados Unidos. Ahora, los focos están en tierras sauditas y en sus clubes.
¿DÓNDE JUGARÁ BENZEMA LA PRÓXIMA TEMPORADA?
Karim Benzema está muy contento en el Real Madrid. Aunque la temporada 2022-2023 del francés no fue la mejor de su carrera, terminó cerca de los 30 goles entre todas las competiciones y fue, una vez más, el nueve indiscutible del equipo de Carlo Ancelotti para los grandes partidos, para los no tan especiales, y hasta para alguno de esos que no revisten tanta importancia.
Su sustituto en el campo debió ser Mariano Díaz, pero Carletto nunca confió en él, y antes de colocarlo de nueve, prefirió a Rodrigo, a quien le van mejor las bandas, sobre todo la izquierda, o llegar desde atrás, como segundo delantero. Por eso Karin jugó siempre que estuvo bien, que no fue tanto como en años anteriores, en los que la salud lo acompañó más.
El 30 de junio, el ganador del Balón de Oro 2023 termina contrato, pero el referido premio le garantiza una renovación, por el mismo salario, automática, según su contrato con el Real Madrid. Y Benzema estaba dispuesto a ejecutarla, porque quería seguir vistiendo de blanco, acariciando la posibilidad no tan remota de levantar su sexta UEFA Champions League, con las que empataría a Paco Gento.
Pero justo cuando todo parecía decidido en el futuro del capitán del Madrid, aparece Arabia Saudita y se entromete entre jugador y club. Según versiones de prensa, un emisario saudita llegó a la capital española y le ofreció 100 millones de dólares por temporada, hasta por tres campañas a Karim, además de ofrecerle otra serie de garantías que resultaría casi imposible decir que no, sobre todo cuando vas camino a los 36 años.
Medios cercanos al atacante dicen que este le pasó la propuesta a la directiva del club. Y que el Real Madrid la tiene encima de la mesa. La marcha del capitán a Arabia Saudita tiene ventajas y desventajas para ambos: Benzema ganaría más en estos tres años que lo que ganó en casi toda su carrera, pero se perderá la opción de jugar la Champions. Y el club tendrá que reestructurarse, pero se quitará un gran salario de encima.
MESSI EN LA RECÁMARA
Si me preguntan, diría que el último Balón de Oro se irá a Arabia. Incluso, puedo atreverme a decir que no lo hará solo, porque desde allá vendrán a por otros grandes jugadores cuyas carreras están a punto de terminar. Y se me antoja pensar en el croata Luka Modric, pero más en el argentino Lionel Messi, cuyo pacto con el PSG fenece el próximo 30 de junio, y entonces estará libre.
Messi sabe que la afición parisina no lo quiere. Entiende que tiene motivos, porque a él lo contrataron para unirlo a Neymar Junior y Kyllian Mbappé para que el equipo del Parque de los Príncipes ganara una Champions, y en los dos años que defendió los colores del club no pudo pasar de octavos de final en la competición continental, al caer ante real Madrid y Bayern Múnich, por ese orden.
Hay una posibilidad remota de que le ofrezcan quedarse, y Messi podría estudiarla, aunque el equipo que le tira de verdad es el Barcelona, donde se formó y con el que obtuvo sus mejores resultados, pero que ahora mismo no atraviesa la mejor situación económica, al extremo de que ya los directivos no parecen tan seguros al hablar sobre un posible regreso a casa del hijo pródigo.
Messi tiene otras opciones, entre ellas el Inter de Miami, cuyo dueño, el exfutbolista inglés David Beckham, pagaría bien por sus servicios, pero la aparición de los saudíes en escena cambia de golpe y porrazo todo el escenario, porque la suma que entraría a su cuenta puede ser mayor que la de Cristiano, incluso más que la de Karim Benzema. Y todos sabemos que al argentino le tira la plata.
Al final, la presencia de todos esos cracks en tierras sauditas tienen un objetivo: el país árabe quiere el Mundial de 2030 y piensan que dándole visibilidad a su campeonato harán que los encargados de votar pasen de la candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos y permitan que vaya de nuevo a un país sin tanta tradición. Total, si ya Qatar fue sede.