El Chelsea puede ser la más grande decepción del fútbol mundial en los últimos seis meses. Los de Stamford Bridge se reforzaron como nadie desde principios de año, pero sobre todo en el mercado de verano y a pesar de contar con una plantilla plagada de estrellas en cada posición, apenas ocupan el puesto 12 de la Liga Premier de Inglaterra, más cerca de los puestos de descenso que de los que dan plazas para Europa.
Cierto que a los blues se le fueron algunos jugadores importantes, como el croata Mateo Kovacic, que prefirió cambiar de aires y marcharse a un rival directo, como el Manchester City, o estrellas como Christian Pulisic, Mason Mount, Edouard Mendy, Xavier Simons, Kai Havertz o Kalidou Koulibaly, entre algunos otros, pero los nuevos propietarios se encargaron de reforzar todas las líneas y de gastar muchos millones.
La llegada de Todd Boehly al Chelsea, como accionista mayoritario, significó el adiós de la otrora mano derecha del magnate ruso Romand Abramovich, quien estuvo por dos décadas como dueño de la institución, a la que llevó a ganar en dos ocasiones la máxima competición continental. Comenzó otra época, con otros protagonistas, pero los resultados hasta ahora no han sido los esperados.
VOLVER A EUROPA
En la temporada anterior el Chelsea terminó en el puesto 12 de la Liga Premier. En 38 partidos ganó solo 11, empató a misma cantidad y cayó en 16 ocasiones, un balance impensable para un equipo que dos años antes había ganado la competición continental y que había peleado ese mismo año con el Real Madrid por el pase alas semifinales de la Champions, en aquel antológico pareo de ida y vuelta que terminó en el Santiago Bernabeu.
Con esa ubicación quedó fuera de Europa, y Boehly se propuso devolverlo al lugar que ha tenido en la dos últimas décadas en lides europeas, pero, para algunos comenzó mal, porque antes de que terminara el año despidió a Thomas Tuchel, el técnico alemán que los llevó a la gloria, puso a muchos jugadores el cartel de transferibles, buscó un técnico nuevo y abrió la billetera para reforzar la plantilla.
Hay que recordar que en la temporada 2022-2023 ya había fichado, por ejemplo, al argentino Enzo Fernández, desde el Benfica, por la nada despreciable cifra de 121 millones de euros; a Wesley Fofana, del Leicester (80); a Mykhaylo Mudryk (70) , del Shaktar Donets ucraniano, y a muchos más, entre ellos al lateral izquierdo español Marc Cucurella, a quien arrancaron del Brghton por la nada despreciable cifra de 63 millones, mucho más de lo que valía el jugador.
Antes de comenzar la campaña 2023-2024, la danza de los millones continuó y entre otros jugadores, el Chelsea pagó 116 millones de euros por el ecuatoriano Moisés Caicedo, proveniente del Brighton; 62 por el centrocampista belga del Southampton Romeo Latvia, y 45 por el central francés Axel Disasi,proveniente del AS Mónaco. A Mauricio Pochettino, el nuevo entrenador, le estaban dando las piezas necesarias para pelear por entrar en Europa.
Pero cuatro meses después del arranque del torneo, los resultados no llegan. Cierto que hay tiempo para remontar posiciones, pero esos puntos que se pierden ahora pesan al final, y no son pocos los equipos que tiene por delante y no son pocos los entuertos que tiene que resolver el técnico para devolver a los de Stamford Bridge al sitio que creen tener en Europa, y donde los puso el ruso Abramovich en su gestión.
UNA PREMIER DIFERENTE
La Liga Premier 2023-2024 tiene protagonistas poco habituales, sobre todo por un histórico como el Aston Villa, entrenado por el español Unai Emery, que retorna a las principales posiciones del torneo luego de muchos años vagando lejos del trono, incluso con un doloroso descenso a segunda división. Ahora Los Villanos marchan terceros y vienen de una semana en la cual vencieron por orden al Manchester City y el Arsenal.
Por otra parte, el Liverpool de Jurgen Klopp, que el año anterior quedó fuera de los cuatro puestos principales y por esa razón no estuvo en la presente edición de la Champions, quiere volver a lo grande a Europa y encabeza la lid, con 37 puntos, en 16 partidos, una unidad más que el Arsenal y dos por encima del Aston Villa. En tanto, el más ganador de todos los equipos ingleses en al última década, el Manchester City, es apenas cuarto.
Si ves la clasificación ahora mismo, que no es definitivo ni mucho menos, te das cuenta de que en el fútbol inglés ocurren cambios. El Liverpool regresa a un sitio que cree pertenecerle por derecho propio; el Arsenal vuelve, por segundo año consecutivo, bajo la guía del español Miguel Arteta, a ser un competidor feroz, sobre todo por el equipo ambicioso y talentoso conque cuenta el técnico.
El Aston Villa está ahí, y el City no se quiere dejar caer, pero los puestos de Europa están muy caros, al parecer, porque todos quieren disputar competiciones continentales, algo que saben muy bien el Tottenham, Manchester United y Newcastle, por ejemplo, que forman ese grupo cercano a las plazas que dan boletos para UEFA Champions League y UEFA Europa League. Pero, incluso, entre ellos y el Chelsea, hay más competidores.
Regresar a Europa no es una quimera para los de Stamford Bridge ahora mismo, pero tienen que intentar darle la vuelta desde este sábado a la situación y no hay mejor escenario que el campo propio y el rival de turno, el Sheffield United, ocupante de la última plaza de la Premier, con solo ocho puntos en 16 partidos, y apenas dos victorias. Una derrota o un empate de los de Pochettino, sería como un tiro en el pie para sus aspiraciones.